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Divergente: Leal Parte 1 – La Reseña

Una película pensada para quienes ya están familiarizados con la serie, o por lo menos con este tipo de historias.

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Dirigida por Robert Schwentke, la tercera película de Divergente es la primera parte del último libro de la serie. Escrito por Veronica Roth, Leal fue publicado en 2013 y apenas le tomó menos de tres años en llegar a la gran pantalla. Por lo tanto, nos veremos obligados a esperar por una cuarta película de esta franquicia, un filme que por mucho anima a la audiencia a verla sólo por matar la curiosidad, nada más (por supuesto, no se incluyen acá los fanáticos de la serie ni quienes han leído los libros).

En la primera parte de Leal nos encontramos con una Tris (Shailene Woodley) algo más madura que antes, una mujer que claramente se ha definido como una líder en su sociedad. Después de los eventos de Insurgente (2015), el sistema de facciones fue prácticamente desmantelado (aunque las secuelas de división aún se sienten) y los habitantes de Chicago deben permanecer encerrados dentro de los muros de la ciudad, pues “los creadores” así lo demandan. Nadie sabe quiénes son ellos, como tampoco conocen el propósito de haber dividido a la sociedad en facciones, sólo obedecen como ovejas y Evelyn (Naomi Watts) debe mantener las cosas como están.

Sin embargo, este modo de pensar y el liderazgo de Evelyn no son compartidos por todos. Por un lado, Tris quiere saber qué hay detrás de los muros y convence a Cuatro -o Tobias- (Theo James) para que la acompañe en su aventura; por otro, Johanna (Octavia Spencer) se está mostrando como una líder que puede desafiar el poder de Evelyn y cada día va ganando más adeptos. Tras el escape de Beatrice y Tobías –acompañados por Cristina (Zoë Kravitz), Caleb (Ansel Elgort) y Peter (Miles Teller) -, el mundo que ellos conocían cambia totalmente; se dan cuenta que no están solos, que hay una sociedad más avanzada, bastante civilizada y amigable que aparenta estar llena de buenas personas… Bueno, al menos así lo cree Tris.

Es aquí cuando el nazismo contraataca de nuevo; si bien la sociedad de Chicago está superando el sistema de facciones, la “sociedad superior” comandada por David (Jeff Daniels) controla el destino de los habitantes de dicha ciudad, segrega a los “puros” de los “dañados”, y los dañados viven aislados en Chicago. ¡Ah! Y qué sorpresa, Tris es “pura”… Chicago está al borde de una guerra civil y la misión de los héroes de la película es salvar a su ciudad tras superar uno que otro malentendido, cositas sin importancia…

Divergente: Leal Parte 1 es una cinta que dura dos horas, exactamente 121 minutos que pueden ser soportables sólo si uno siente afinidad por la obra de Veronica Roth, o en su defecto si a uno le gustan los dramas cursis llenos de pseudo-acción y diálogos enlatados (¿ciencia ficción y aventura? ¿Dónde?). Después de mucho meditarlo, la tercera película de Divergente ratifica que su historia es algo así como Los Juegos del Hambre 3.0, del mismo corte y diseñada para el mismo público.

Divergente Leal (2)

Un punto a favor de Leal Parte 1 es que puede entenderse sin necesidad de ver las películas que la preceden; por supuesto, es recomendable verla conociendo las entregas anteriores, pero no es indispensable. De hecho, si uno vio Divergente (2014) pero se saltó Insurgente, es muy fácil inferir los acontecimientos de la segunda entrega, pues Leal entrega todos los elementos argumentales para ensamblar un mapa general de la historia. Ojo, esto no implica que Leal sea una película predecible.

El argumento de toda la serie de Divergente puede considerarse como aceptablemente estructurado y sigue pasos lógicos. Sin embargo, Leal es una cinta carente de elementos sorpresa que mantengan atento al público -en caso de que éste no sea seguidor de la franquicia-, por lo que no es recomendable ir a verla después de haber tenido un mal descanso o si uno se aburre fácilmente. Eventualmente se hace uno que otro chiste, pero nada memorable ni lo suficientemente poderoso como para soltar más allá que un timido “jaja”. A modo de ejemplo y para ilustrar la sensación que se vive a la hora de ver esta película, el autor de la presente reseña estuvo dormido unos cuantos segundos tras resistir varios minutos de letargo argumental (calma, no hubo pérdida significativa de información para el desarrollo de este artículo).

Al hablar sobre desarrollo de los personajes, es fácil identificar la evolución de Tris como líder y mujer, pero por otro lado hay personajes como Cuatro que parecen inmóviles en el tiempo. En general, la manera como “crecen” los personajes es algo confusa y no dejan de caer en cualquier clase de clichés. De hecho, los clichés están a la orden del día en muchos aspectos de la película, simplemente hay que verla para darse cuenta de ello.

Divergente Leal (6)

Como se mencionó anteriormente, al ver Leal es imposible no pensar en otras franquicias como The Maze Runner o The Hunger Games. La similitud entre estas trilogías es impresionante, tanto que si uno ve una de ellas ya más o menos se hace a una idea de cómo van a ser las otras dos, o por lo menos va a inferir qué podría pasar. Lamentablemente, este género de libros y películas no promueve la innovación argumental, hace que todo se sienta prefabricado y por tanto, le hace perder la emoción al cine inspirado en estas obras literarias.

(Por cierto, aquí va un artículo de otras trilogías de libros similares; sean felices o siéntense a llorar sobre las cenizas de la literatura de hoy en día, depende de los gustos de cada uno.)

Algo que causa curiosidad es el feminismo dominante en Leal, y de hecho, en toda la serie Divergente. Chicago es una sociedad donde las personas de mayor influencia son todas mujeres, sean buenas o malas (el caso de Jeanine –interpretada por Kate Winslet-, o Johanna, Evelyn, y por supuesto Tris), y la obra como tal tiene la intención de enaltecer la figura de la súper-mujer, totalmente independiente, aventurera, inteligente, dominante y siempre al mando. Eventualmente se presentan líderes masculinos, como el caso de David cuyo rol se ve muy caricaturizado al compararlo con las líderes mujeres, o Cuatro, cuya importancia en la historia es notoria pero que jamás saldrá de la sombra de Tris. En una opinión meramente personal, no le veo nada de malo a esto, más bien lo tomo como una sana crítica al tradicional y excesivo protagonismo de los hombres en la literatura y el cine, pero el lunar aparece en la manera algo desesperada con la que Veronica Roth quiere reivindicar a la mujer. Porque algo aquí es claro: líderes como Samus Aran, Lara Croft e incluso Katniss Everdeen se sienten naturales (considerando el contexto de cada historia, por supuesto), mientras que Beatrice resulta forzada en dicho rol; si sacamos a Tris de Divergente y la colocamos en otra historia, puede que no sea más que una buena muchacha sin posibilidades de tomar el liderazgo.

Divergente Leal (3)

Muy probablemente Lionsgate contó con un presupuesto superior a los $110 millones USD para producir Divergente: Leal Parte 1 (considerando que la primera película se hizo con $85 millones y la segunda aumentó a $110 millones), y a decir verdad este dinero puede resultar justificado; un elenco que equilibra a súper estrellas como Naomi Watts con otros actores no tan famosos como ella, una notable producción artística y fotográfica, muy buena calidad en los efectos especiales (uno que otro detallito poco creíble, pero nada grave), la música es acorde a la historia que se cuenta, y como es común en Hollywood, una impresionante estrategia de promoción y mercadeo (impresionante no por la manera como se hizo sino por el dinero gastado). ¿Cómo hace Lionsgate para recuperar la inversión y generar ganancias? Fácil: acudir a quienes ya están fidelizados a Divergente, pues la película no es para una persona que no esté familiarizada con películas de este corte.

Al final, lo verdaderamente importante de una película no es como se ve, sino lo que cuenta, y en este sentido Divergente: Leal Parte 1 no obtiene buena nota. Si la comparamos con las dos películas anteriores, la franquicia ha ido perdiendo la poca emoción que tenía, pasando de una primera entrega en 2014 que cumplía con entretener a una tercera película que en 2016 se puede calificar crudamente como “aburrida”. Es cierto que deja cierta curiosidad por saber qué pasará en la Parte 2, pero uno puede seguir su vida sin saber cómo termina esta historia.

Bueno, ¿y el caldo de ojo que tanto le gusta a Hollywood? Se puede decir que Naomi Watts aparece para salvar el día, pues se ve hermosísima en casi todas las escenas y cuesta creer que interpreta a la madre de Cuatro. Un excelente trabajo de fotografía y maquillaje con una de las actrices australianas más bonitas de la actualidad.

Divergente: Leal Parte 1
2/5 Nota
En resumen
Si le gustan las películas del corte de Juegos del Hambre y Maze Runner, y además sigue de cerca la serie de Divergente, con toda seguridad Leal Parte 1 es para usted y la va a disfrutar. De lo contrario, no gaste su dinero y destínelo para otro menester, pues se aburrirá y no saldrá de la sala de cine con buena cara (a no ser de que encuentre otro entretenimiento, usted me ha de entender).
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