Revenant: El Renacido – La Reseña

Luego de entrar con pie derecho en el 2015, Alejandro González Iñárritu no tiene interés en parar su buena racha. Tras haber ganado el premio de la academia con Birdman (o La Inesperada virtud de la Ignorancia), abandona la comedia y vuelve al drama con The Revenant, su nueva película también nominada al Oscar.

Al salir de ver The Revenant, tuve una sensación diferente, la película en cierto punto logró hacerme sentir pequeño con respecto a todo lo que me rodea, cosa que no muchas películas hacen. Cuando vi Birdman disfruté enormemente el guión y la edición de la película, gracias a eso se convirtió en una de mis películas favoritas del 2015. Aunque The Revenant fue estrenada en el 2015 en Estados Unidos, aquí tendremos la oportunidad de verla hasta febrero, pero si algo nos dejó claro las nominaciones a los Oscar es que Iñárritu de nuevo va por todo, su nueva película con 12 nominaciones, superando a la también aclamada Mad Max: Fury Road, no fue tan entretenida como Birdman, pero sin embargo es una buena película.

La película nos presenta a Hugh Glass (Interpretado por Leonardo DiCaprio), un hombre que trabaja con una empresa de pieles en 1823. Además se ser un buen cazador, Glass es parte vital del equipo gracias a sus habilidades de ubicación en las frías tierras de Lousiana, Lamentablemente luego de ser gravemente herido por un oso, su equipo decide dejarlo morir en paz, debido a que entorpece la misión de llevar las pieles y regresar por su dinero. Esa obviamente evitando spoilers es la historia principal de la película.

The Revenant está basada en la novela de Michael Punke y es la historia real de Glass. Al igual que en otras de sus películas, Iñárritu rompe la barrera de la realidad y lo onírico de manera que muchas de las cosas que vemos en pantalla pueden ser resultado de la imaginación de los personajes o lo que realmente está sucediendo en la narrativa.

Si les soy franco, ese me pareció el punto más flojo de la película. Aunque la historia al principio alcanza a atrapar, para mal se alarga demasiado y hay puntos en los que se pierde el hilo y eso genera distracciones. Iñárritu trata de unir detalles importantes (más no claves para la historia) con pequeños “guiños” que pueden pasar desapercibidos si no ponemos atención, pero que al final no son de mayor relevancia dentro de la historia.

Me pareció que Iñárritu intentó hacer algo similar a lo que logró con Babel solo que a una escala más pequeña donde todos los personajes que vemos durante la historia le aportan algo a la historia de Glass, pero lamentablemente esto no sucede o al menos no se logra concretar bien.

Pasando a otros ámbitos más interesantes, The Revenant brilla gracias a algunas de sus actuaciones, les diré que a mi parecer no es el mejor papel de DiCaprio, en esta cinta vi cosas interesantes y me pareció maravillosa la manera como se comunica mediante gestos ya que durante una buena parte de la película no habla, lamentablemente este personaje no me logró atrapar, aunque si me interesaba lo que le pudiera suceder no me pareció tan interesante como Jordan Belford en El Lobo de Wall Street, teniendo en cuenta que son películas muy diferentes.

En cambio disfruté enormemente la actuación de Tom Hardy como Fitzgerald, no les diré cual es el rol durante la narrativa, pero fue espectacular, la manera como habla en cierto punto me hizo acordar del mercenario Bane en The Dark Knight Rises. El personaje logra atrapar y además ser casi odiado desde el inicio.

Otra actuación interesante fue la de Will Poulter como Jim Bridger, compañero de viaje de Fitzgerald. Poulter logra transmitir la sensación de impotencia en ciertos momentos de la película y es notable que se siente culpable por muchos de los hechos ocurridos además de tener bastante tiempo en la película, el personaje es bien aprovechado a pesar de estar limitado a un papel pequeño.

El resto de actuaciones son interesantes, pero no tienen gran desarrollo. Domhnall Gleeson, no aparece lo suficiente y otros como los pieles rojas también se sienten que están ahí porque la historia necesita un enemigo, también se usan nos nativos como una masa por lo cual tienen un líder que los representa llamado Elk Dog. Sin embargo su motivación a pesar de ser honorable y ser objeto de engaños, no es lo suficientemente fuerte para que la gente se preocupe por ellos.

Iñárritu vuelve con el mexicano Emmanuel Lubezki, que ha sido un colaborador frecuente en diferentes proyectos del director Alfonso Cuarón. De nuevo como director de fotografía de la película Lubezki logra crear un aura espectacular y muestra paisajes maravillosos por los que transitan todos los personajes.

Todos los planos logran mostrar de una manera la inmensidad de la naturaleza que rodea a los personajes y en muchos casos como todos los personajes no son más que un diminuto punto en un terreno gigante. Esta es la parte más brillante de toda la película, Lubezki logra hacer sentir a las personas que están viendo la película muy pequeñas con respecto a la gran naturaleza de la película. El mexicano también está nominado a mejor dirección de fotografía, el premio ya lo había ganado por Birdman y Gravity.

Otro de los elementos que hace brillar la película es la mezcla de audio. Para apoyar la sensación que nos produce la fotografía, todo va acompañado de unos buenos sonidos de ambiente, escuchar como corre el agua o como sopla el viento en las ventiscas de nieve le dan más fuerza a todo lo que se está comunicando en pantalla. No les negaré que me dio bastante frío al ver la película teniendo en cuenta que en la sala de cine estaba haciendo algo de frío. Así de poderosa me pareció la mezcla de audio de la cinta.

A diferencia de Birdman donde la música de Antonio Sanchez jugaba un papel muy importante en el montaje de la película, en The Revenant la música aparece en los momentos de tensión para aumentarla. La banda sonora de The Revenant fue compuesta por los colaboradores frecuentes: el japonés Ryuichi Sakamoto y el alemán Alva Noto. Ambos son nombres importantes en la escena electrónica, pero la película no usa una electrónica pesada sino algo más sencillo que marca momentos importantes dentro de la narrativa con el objetivo de reforzar lo que está sucediendo en pantalla y hacer que el espectador no pierda el hilo.