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Kung Fury, un homenaje visual al entretenimiento de los 80

El cortometraje de David Sandberg representa más que un proyecto audiovisual aficionado, llegando a tener impacto en Hollywood y el Festival de Cannes.

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kung-fury-homenaje-visual-decada-1980-david-sandberg-corto-película-youtube-lanzamiento-cronica-historia-1Cuando empecé a escribir este artículo pensé en realizar una reseña de Kung Fury, pero por ciertas razones me queda algo complicado. No porque esta producción no tenga elementos para criticar o alabar, de hecho hay muchas cosas que podemos sacar de ella y que tal vez no caben en esta crónica o se me pasen por alto. Tampoco quería hacer una simple noticia, creo que merece algo más, porque el cortometraje, que ya está disponible en YouTube, representa más que un proyecto audiovisual de corte aficionado, llegando a tener impacto en Internet, Hollywood y en las presentaciones de cortometrajes para el Festival de Cannes.

El viaje

Kung Fury nace de la mente de David Sandberg, un sueco que inició como animador 3D y artista de efectos visuales para videos musicales y comerciales. Este hombre ha tenido una fijación: las películas y series de acción de la década de 1980, las cuales veía gracias a grabaciones de VHS que hacía con sus amigos debido a que no tenía televisión por suscripción. Al contar con algo de dinero y buena parte de su visión preparada en la cabeza, creó la marca Laser Unicorns (sí, LAZZZZZERZ) y empezó a filmar Kung Fury, siendo no solo su director sino también su protagonista, productor y guionista.

Podríamos decir que este era un reto personal para Sandberg en el sentido de que quería demostrar que toda la locura almacenada en su cabeza podía llevarse a cabo. Gracias a su experiencia inició el trabajo usando técnicas de chroma (con fondo verde que permite aplicar efectos visuales posteriores), viejos gadgets como uno de los primeros equipos de telefonía celular, la colaboración de algunos amigos y algunas empresas de producción como Lampray, la que más ayudó a la causa.

El problema era el trabajo de efectos visuales y algunas adiciones; Sandberg ya había puesto todo su capital (incluyendo lo obtenido al vender algunos objetos personales) y es aquí donde entra el crowdfunding. Laser Unicorns lanzó una campaña de Kickstarter donde mostró por primera vez Kung Fury al mundo mediante un llamativo tráiler que servía como muestra de lo que podía lograr. Obviamente se brindó la explicación para solicitar el monto mínimo de 200 mil dólares: contratar al menos seis artistas visuales para completar elementos como fondos y construcciones totalmente generadas por computador. Todo prometiendo lanzar un producto final que todos podrían ver gratis en internet.

Al inicio, la presencia de la campaña en Kickstarter no fue suficiente, pero sí el poder de Thor. El actor que representa al dios nórdico en la cinta se llama Andreas Cahling, un fisicoculturista que publicó en su cuenta de Facebook el tráiler junto al link de la campaña. Gracias a su presencia en la red social (y a algunos posts en Reddit), empezó un gran impacto que se diseminó en instantes por todo el mundo; al final la cifra recolectada fue de 630 mil dólares.

Aparte de esto, algunas personalidades reconocidas empezaron a involucrarse en el proyecto, generando aún mayor expectativa. El comediante Jorma Taccone de Saturday Night Live se postuló para participar en la producción (cumpliendo el papel final de Adolf Hitler). Luego a Sandberg se le ocurrió recurrir a David Hasselhoff para crear el video musical oficial de la película: True Survivor, logrando su apoyo sin problemas. Debo decir que es épico y más de 11 millones de reproducciones en YouTube me apoyan. (Nota: Laser Unicorns ya vende el tema EN VINILO).

El punto más alto de este viaje no es haber lanzado Kung Fury. Lo más sorprendente es que Sandberg, Laser Unicorns y Lampray fueron invitados al Festival de Cine de Cannes a exhibir los treinta minutos de excéntrica historia durante el ciclo de cortometrajes del Directors’ Fortnight. Todo indica que la producción llegará a otro nivel: los productores David Katzenberg y Seth Grahame-Smith preparan junto al dedicado sueco una adaptación un más extensa para Hollywood, pero igual de alocada.

El mensaje

¿Qué es Kung Fury? Todo un homenaje a aquellos elementos que hicieron del cine de acción y las películas de la década de 1980 algo memorable. Pero no me malinterpreten, esta palabra no significa que esa fuera la mejor época a nivel de grandes historias; estaba cargada de producciones de bajo presupuesto con efectos rebuscados e improvisados, actuaciones deficientes y clichés de todo nivel, un momento con héroes prácticamente invencibles. Precisamente eso la hacía grata para muchos de nosotros: era un tiempo donde no importaba si éramos jóvenes o niños porque nos divertíamos a lo loco, sin pensar en el realismo o la profundidad.

Kung Fury cuenta un relato tan extraño y sin ninguna precisión histórica como cabría esperar de una productora como Canon, Orion Pictures y demás. Un policía de Miami que hereda poderes que lo hacen un gran maestro del Kung Fu debe salvar al mundo al viajar al pasado para eliminar a Adolf Hitler, quien se hacía llamar Kung Führer. El viaje no sale como el héroe espera y termina combinando una gran cantidad de locuras, como dinosaurios, vikingos, dioses, máquinas arcade y autos deportivos. La producción no escatima en dosis de humor, parodia, juegos de palabras y una que otra crítica.

kung-fury-homenaje-visual-decada-1980-david-sandberg-corto-película-youtube-lanzamiento-cronica-historia-2Las referencias a los 80 se logran de diferentes maneras. Sandberg mezcló excelentes efectos que agregan buena parte de la acción, escenarios recreados digitalmente con lujo de detalle, algunos escenarios naturales, música de sintetizador y filtros que nos hacen pensar que estamos viendo una vieja grabación, haciendo creer que hemos alquilado una película que está desgastada por el constante rebobinado de su cinta magnética. Sobre esto se aplican detalles que requieren algo de observación o memoria, como el Power Glove o el nombre del hacker que nos ayuda, y otras cosas que no comentaré para que traten de descubrirlas (¿o quizás es porque no las he descubierto?).

Esto también trae un pequeño inconveniente: para disfrutar Kung Fury al máximo hay que tener cierto conocimiento de los 80. No digo que sea necesario haberlos vivido, pero sí haber tenido algún contacto. ¿Han visto televisión en canales que repiten viejas series? ¿Han escuchado clásicos anglo toda su vida? ¿Alguna vez manipularon un VHS? ¿Juegan en arcades de la vieja escuela? Si es así, están listos para gozarla. Si no, también van a disfrutar, pero se perderán parte del sabor.

Tal vez por ser algo más visual que otra cosa, la segunda falla de Kung Fury es su ritmo. Siempre es divertido, pero por momentos parece forzado y con breves momentos donde no encaja nada en absoluto. Lo más probable es que se deba a su combinación de elementos que no permiten que sigamos la historia de manera coherente, pero, ¿es que acaso algo en esta cinta tiene lógica? Quien busque un argumento perfecto, serio y con estructuras complejas estará en el lugar equivocado. También hay que entender que la película no pretende ser perfecta, ni una obra de arte; solo un laboratorio de ideas que muestra el cariño de Sandberg por los 80.kung-fury-homenaje-visual-decada-1980-david-sandberg-corto-película-youtube-lanzamiento-cronica-historia-3Sandberg ensambló las piezas de un extraño y colorido rompecabezas para crear mediante Kung Fury un mensaje, pero no con letras como estamos acostumbrados a pensar que se envían y reciben. Es un recordatorio visual de que podemos amar algo por nostalgia, por el impacto que tuvo en nuestra juventud, todo con una carga de humor que si bien no se mantiene constante, aliviana y a la vez da poder a su conjunto.

No sabemos si este mensaje perdure. Puede ser un fenómeno que dure un par de semanas y vuelva al hoyo negro de Internet donde se han perdido tantas promesas, o quizá se mantenga como símbolo de creatividad para un importante grupo de personas que gozan de experiencias que son más importantes de lo que aparentan (algunas de ellas recibirán camisetas y afiches de la película gracias a sus donaciones en Kickstarter o las comprarán en la tienda en línea, y seguro guardarán todo como un tesoro).

Epílogo

Termino de escribir este texto un par de horas después de ver Kung Fury (que apenas dura 30 minutos), con más palabras de las que habrá usado Sandberg en su guión y tal vez más de las que cualquier otro le dedicaría. Igual, me dispongo a verla por segunda vez y no dejaré de recomendarla a pesar de sus fallas o errores, ante todo porque es una divertida lección de historia que se aparta de la manera clásica de brindar tributos. También es un viaje en el tiempo, tan loco como el que describe Laser Unicorns.

Querer negar este colorido pasado del entretenimiento es algo imposible y no tomarlo como inspiración (¿o advertencia?) para el futuro sería un grave error. Además, la travesía de aquel sueco con sueños de generar un gran video nos sirve de ejemplo ante la adversidad. No todos contaremos con la suerte de un Kickstarter exitoso, pero sí debemos tener el mismo empeño y fortaleza de un maestro de kung fu que ha resistido el golpe de un rayo y la mordida de una cobra.

Literal.

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