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Lego Batman: La Película – La reseña

El héroe de Gotham y compañía en una de las interpretaciones más ‘constructivas’ del personaje.

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Antes de su estreno hace tres años, nadie hubiera sospechado que The Lego Movie iba a ser un éxito tan rotundo. Lo que en un principio parecía un producto creado con el único objetivo de promocionar la famosa marca de juguetes, impresionó al público general y a la crítica especializada al presentar un espectáculo visual y una historia que provee una valiosa lección sobre el respeto a las opiniones ajenas. Después de recolectar 469 millones de dólares a lo largo de todo el mundo, en octubre de 2014 se anunció que Batman —uno de los muchos personajes que apareció en la película— tendría su propio spin-off.

Con Chris McKay como director predilecto, The Lego Batman Movie ha cargado desde su concepción con la “necesidad” de igualar o superar el éxito de la película original. Por supuesto, tal cosa ya no es una incertidumbre tras ver la cinta. ¿Logra entregar una historia irreverente, divertida e inteligente? ¿Qué hace bien? ¿Cuáles son sus errores? Las respuestas a todas esas preguntas se hallan en los siguientes párrafos.

Lo primero que hay que dejar claro es que The Lego Batman Movie es una parodia, incluso más que The Lego Movie. Este aspecto es evidente por el propio protagonista, un crisol de todos los clichés y estereotipos relacionados con el Caballero de la Noche desde su nacimiento en 1939 hasta la actualidad. Sin embargo, al contrario de lo que se pensaría, la cinta se presta para un interesante desarrollo de personaje. Si bien no entrega una moraleja tan clara como la de la primera película de LEGO, sigue siendo efectiva a nivel emocional.

Desgraciadamente, los demás personajes no resultan tan entretenidos ni memorables como Batman. Poseen interacciones divertidas con el protagonista y son vitales dentro de su desarrollo en la historia, pero irónicamente resultan más bidimensionales que él. Esto incluye al Joker, que por fortuna aparece más de 15 minutos en la película. Por otro lado, hay decenas de personajes que solo están presentes en la cinta como cameos o para promocionar sus respectivas figuras. En ese sentido, la cinta resulta un poco más publicitaria que su antecesora.

Hablando de críticas a Suicide Squad, The Lego Batman Movie se burla constantemente de las decisiones más cuestionables relacionadas con el Universo Extendido de DC y los aspectos más incongruentes de la historia del Caballero de la Noche. Son estas burlas las que apelarán a los fanáticos de las películas y los cómics, ya que no tienen miedo de sacar provecho a una hipérbole de Batman para ofrecer una interpretación estrambótica, pero fiel al personaje. Para añadir a la ironía, el universo creado por The Lego Batman Movie resulta más coherente que lo que Warner Bros ha hecho con sus películas live action en los últimos cinco años. Cabe aclarar que esto no solo comprende a los demás superhéroes de DC Comics, algunos de los cuales aparecen en la cinta y juegan un papel en la historia, sino a personajes de otras propiedades intelectuales bajo el poder de LEGO.

The Lego Batman Movie

Parecido a The Lego Movie, el clímax de esta cinta es un crossover de proporciones épicas que le da relevancia a casi todos los personajes que aparecieron previamente. Aunque desde los primeros minutos The Lego Batman Movie prueba ser una película de acción efectiva, excepto si eres de los que busca violencia gratuita, el acto final se encarga de sacarle todo el jugo al único estilo visual por medio de la apropiación del concepto LEGO, al presentar cómo los personajes construyen vehículos, armas y muchas otras cosas con bloques de estructuras destruidas.

A pesar de la impresionante animación 3D —que algunas veces logrará convencer al espectador de que es stop motion— y su efectividad como parodia, no se puede olvidar que The Lego Batman Movie gira alrededor del aspecto más humano del Caballero de la Noche: el sentimiento de soledad. ¿Alguna vez te has preguntado qué hace Bruce Wayne tras regresar de una larga noche de luchar contra supervillanos? ¿O cuál sería su mayor miedo tras la muerte de sus padres? Esta película responde esas preguntas a través de escenas en las que el silencio y las expresiones faciales de los personajes se encargan de transmitir todo lo que el público necesita saber. Aunque no es una crítica como lo fue The Lego Movie, es una conmovedora historia de redención que entretendrá a jóvenes y adultos.

A pesar de poseer una espectacular batalla final, la conclusión de la cinta resulta algo débil. Parecida a la de The Lego Movie, la resolución del conflicto es una discusión que —si bien cierra correctamente el desarrollo de personaje de Batman— no resulta tan satisfactoria por lo súbita que es y lo simple que termina siendo en comparación con el clímax. Aunque no rompe con el ritmo de la película, la conclusión resulta un tanto más cliché y, por ende, no tan impactante.

Para terminar, resulta necesario hablar sobre el doblaje de Lego Batman: La Película, como se le conoce en hispanoamérica. A finales del año pasado se anunció que la versión colombiana de la cinta tendría a los conocidos comediantes Iván Marín y Alejandro Riaño, que interpretan respectivamente a Batman y el Joker. Aunque hubo fanáticos que se alegraron ante la idea de poseer un doblaje colombiano exclusivo, hubo otros que no estaban tan contentos. Sin embargo, tras ver la cinta y entrevistar a los actores de voz, es evidente que Marín y Riaño dieron todo de sí y disfrutaron la experiencia. Aunque ambos pecan de la utilización de algunos modismos colombianos, los cuales resaltan demasiado cuando se comparan sus diálogos con los de los secundarios, cumplen con sus respectivos roles de forma adecuada.

The Lego Batman Movie no está escrita tan inteligentemente como The Lego Movie, pero eso no impide que sea una experiencia entretenida de principio a fin. Con un humor que dejará satisfechos tanto a los fanáticos del personaje como a los casuales, es una película que sabe cuándo debe guardar silencio para dejar que la trama fluya y cuándo puede convertirse en un espectáculo visual. Aunque posee una historia más simple que la de su predecesora, esta es efectiva a nivel emocional y sigue demostrando que incluso un producto publicitario puede tener corazón.

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