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Pantera Negra – La reseña

El viaje a Wakanda vale muchísimo la pena.

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Han pasado diez años desde el estreno de Iron-Man y el éxito de crítica y taquilla del Universo Cinematográfico Marvel no parece desacelerar en lo más mínimo. Algunos creían que una vez se comenzara a hacer películas sobre personajes menos conocidos que Thor o el Capitán América el público iba a comenzar a abandonar este tipo de películas. Guardianes de la Galaxia y Ant-Man comprobaron que esto no solo no es cierto, sino que se recibe a estos superhéroes con el mismo o más amor que a los viejos conocidos. Y esto es aun más importante con Pantera Negra.

Desde su anuncio, Pantera Negra ya era un fenómeno cultural. No es la primera película con un superhéroe de raza negra, pero si es la primera de ellas que forma parte de la nueva generación de blockbusters Hollywoodenses y que hace de la africanidad parte de su esencia. Esto, sumado a la caótica situación social en que se encuentra Estados Unidos, hace de este estreno un evento de importancia cultural.

La historia se desarrolla poco después de los eventos de Capitán América: Civil War. T’Challa está a punto de convertirse en el rey de Wakanda, una nación africana que el mundo ve como un país tercermundista. Sin embargo, tras esa fachada se encuentra una potencia tecnológica y económica. Todo gracias a la explotación del vibranium, el material más fuerte del mundo. Pero él no solo va a heredar el trono, sino el manto de Pantera Negra: un superhéroe con un traje que lo hace invulnerable y que tiene el deber de proteger el secreto de su reino.

Su primera obligación como rey y superhéroe es atrapar a un viejo enemigo, Ulysses Klau —introducido en Avengers: La era de Ultron—; no obstante, esta misión se complica cuando surge un nuevo rival: Erik Killmonger. Este antagonista pondrá en peligro su posición como líder de Wakanda y podrá alterar el destino de su nación.

Esta trama se presta para el desarrollo clásico que ya hemos visto en otras historias de Marvel. Pero eso no es un aspecto negativo, ya que esta cinta aprovecha esta estructura familiar para resaltar a otros niveles, especialmente el estético. Pantera Negra tiene una visión afrofuturista que mezcla la alta tecnología con el estilo tribal africano, por lo que tenemos guerreras vestidas con armaduras coloridas —el Oscar a Mejor Vestuario es algo seguro— y pintura facial y vistosos rascacielos de una arquitectura que recuerda a chozas y cabañas. Es un escenario muy atractivo que nunca habíamos visto antes, una melancólica y esperanzadora visión de una nación africana que nunca sufrió el yugo del colonialismo.

Los personajes son otro aspecto en que se luce este filme. Chadwick Boseman hace un excelente papel como T’Challa, un hombre que aún no es capaz de enfrentar las responsabilidades de sentarse en el trono. En lo que respecta a los personajes secundarios, todos son tan atractivos que el protagonista constantemente está en riesgo de ser opacado por ellos.

Comencemos por las mujeres: Lupita Nyongo como Nakia, una espía de Wakanda e interés romántico de T’Challa, y Danai Gurira como Okoye, líder de las Dora Milaje, la élite militar de Wakanda. Ambas están tan dotadas de personalidad, detalles y química como trió de acción que escapan de casi todos los clichés de este tipo de personajes. Por encima de ellas está Letitia Wright como Shuri, princesa de Wakanda y super-genio tecnológico que provee a su hermano con las herramientas necesarias para su rol de Pantera Negra. Ella tiene tanto carisma y energía que no podemos esperar para verla en más películas de Marvel Studios. Solo imaginarla hablando de igual a igual con Tony Stark despierta una sonrisa.

Pantera Negra

M’Baku, interpretado por Winston Duke, llena la pantalla con su presencia, enorme carisma y humor. Es una lástima que aparezca tan poco en acción y solo queda esperar que se le de un mayor rol en la inevitable secuela. Redondeando el elenco tenemos a Daniel Kaluuya, Angela Basset y Forrest Whitaker dando interpretaciones a la altura que se espera de ellos. Es una lástima que no pueda decir lo mismo de Martin Freeman porque es inevitable sentir que repite los mismos manerismos y expresiones que en otros roles en que lo hemos visto.

Los villanos siempre han sido el punto débil de la mayoría de películas de Marvel, pero me alegra que esta sea una excepción a la regla. A simple vista parece que Andy Serkis recrea a un Ulysses Klau de villanía caricaturesca, pero lo hace de un modo tan lleno de humor retorcido, gracia y odio hacia sus enemigos que resulta ser la perfecta representación de la maldad colonialista. Esto contrasta perfectamente con Erik Killmonger, un hombre calculador pero lleno de rabia contra las injusticias cometidas contra él y su raza.

Michael B. Jordan ya se había convertido en una estrella por su rol protagónico en Creed, pero sin duda su papel en Pantera Negra le conseguirá más fanáticos. Es difícil no estar de acuerdo con este personaje cuando las razones que lo llevan a enfrentarse a T’Challa y sus planes para Wakanda están plenamente justificados. El dilema que pone sobre nuestro héroe nos lleva a reflexionar sobre las formas en que nos engañamos para no tener que ayudar a los demás, sobre la falta de empatía que tenemos y cómo nos cegamos para no tener que pensar en lo mal que está el mundo y cómo nuestra forma de hacer las cosas puede estar lastimando a otros.

Pantera Negra

Los temas que maneja son profundos e importantes, por eso el final de la película puede sorprender un poco al no afrontarlos directamente. Es la primera escena poscréditos la que resuelve adecuadamente el dilema moral de T’Challa y me entristece que muchas personas salgan del cine antes de verla, pues forma parte importante de la historia. La segunda escena poscréditos sí nos presenta el inevitable cameo de otro personaje de este universo cinematográfico. Por cierto, es curioso los pocos vínculos que esta película tiene con el resto del Universo Cinematográfico de Marvel. En ningún momento se hace referencia a Los Vengadores, las gemas del infinito ni nada similar. Aunque ya habíamos visto algunos personajes, Pantera Negra bien podría ser una película independiente de todas las demás.

Tanta alabanza les hará pensar que se trata de una obra perfecta, pero no es así. Su principal problema es un ritmo muy acelerado, sobre todo en su segunda mitad. Esto no permite que sus momentos más impactantes tengan la relevancia que merecen y hace que las últimas secuencias de acción se sientan apresuradas. Estas también se ven afligidas por un CGI algo mediocre. También es una lástima que no tengamos el tiempo de conocer mejor a Wakanda, sus habitantes ni cómo reaccionan a los eventos que afectan a su rey. La falta de interacción con los civiles es algo que realmente hace que la historia se sienta incompleta.

Pantera Negra
4.5/5 Nota
Nos gustó
-Una estética afrofuturista nunca antes vista en la pantalla grande.
-Personajes muy carismáticos que se convertiran en favoritos de los fanáticos.
-Es un evento cultural importante.
No nos gustó
-El CGI no esta a la altura de otras películas del Universo Cinematográfico de Marvel.
-La segunda mitad de la película se siente apresurada.
-Algunas escenas de acción son poco emocionantes.
En resumen
Pantera Negra es sin duda una de las mejores películas del universo cinematográfico Marvel y tiene una relevancia incalculable en términos de representación de la cultura afro. Está llena de escenarios icónicos, personajes inolvidables y tiene una excelente banda sonora que combina melodías tribales con hip hop y la música grandilocuente de los blockbusters modernos. Su ritmo acelerado y unas escenas de acción finales que podrían ser mejores la alejan de la perfección pero no le quitan su status como una de las más importantes películas de superhéroes de todos los tiempos.
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