Assassin’s Creed Rogue – La reseña

Nada es verdad, todo es permitido. Este es el credo de la hermandad de asesinos, una comunidad noble y leal que más allá de buscar la paz, busca la libertad. Sin embargo, su expansión por el mundo solo ha distorsionado su ideal y ahora por ellos la estabilidad de la Tierra corre peligro. Quien iba a creer que el deber de restaurar el orden caería en los templarios y en un asesino que le ha dado la espalda a quienes una vez consideró familia. Bienvenidos a Assassin’s Creed Rogue.

Ubisoft prometió la mejor experiencia de un Assassin’s Creed cuando reveló Unity, el título de la franquicia que dio el salto a las consolas de actual generación. Nuevos gráficos, mejor jugabilidad, entornos más grandes y mejor movilidad (en términos del parkour). Es por eso que cuando presentó “Project Comet” (nombre clave antes de que fuera llamado Rogue), a penas esto logró entusiasmar a los fans de esta franquicia; finalmente, es un título que está únicamente para PS3 y Xbox 360 y no cuenta con ninguna de las novedades a la “altura de la generación actual”.

Assassin’s Creed Rogue llegó al mercado desapercibido y opacado por la gran publicidad que se llevó su “hermano mayor” y este podría ser uno de los grandes errores que cometió Ubisoft; Assassin’s Creed Rogue, a pesar de mostrar ya síntomas de una generación vieja (quién lo diría) es un juego sólido e interesante y, hasta el momento, uno de los más completos de la generación que vio nacer a está franquicia.

El gancho para promocionar Rogue fue fácil, Ubisoft se encargó de informarnos que se trataba de un juego en el que controlaríamos a Shay Cormac, un templario, un cambio abrupto para una franquicia en la que siempre controlamos un honorable “caballero” de la hermandad de asesinos. Sin embargo, ¿cómo llegamos a esta incómoda situación?, la respuesta la dará el primera secuencia del juego.

Al principio seremos un joven asesino, como es usual, y nos encontramos nuevamente en la búsqueda de las Piezas del Edén, esos artefactos creados por la raza que pobló la tierra antes que los humanos. Esta vez, la búsqueda nos llevará a la “Caja del Precursor” y “El Manuscrito”, la Caja es capaz de traducir el lenguaje de la primera civilización, lenguaje en el que está escrito el Manuscrito. Sin embargo, todavía no le hemos dado la espalda a la hermandad, esto sucede cuando la Caja y el Manuscrito nos indican que hay una Pieza del Edén en Lisboa, Portugal.

Lastimosamente para Shay, lo que encontró allí no era una pieza, sino la estructura de un árbol más grande que sostiene la estructura de la Tierra, retirar el “artefacto” hace que Lisboa sea destruida. Obviamente se da cuenta del poder que ha sido desatado y trata de alertar a la hermandad, que realmente desea ese poder. Esto es razón suficiente para que Shay vea la naturaleza de la hermandad y busque detenerlos, lo cual solo significa una cosa: ser un templario y regirse por su código.

A grandes rasgos, la historia de Assassin’s Creed Rogue es simple y se desenvuelve sin ser intricadamente compleja, puede ser un poco más plana que la de anteriores títulos; sin embargo, cuenta a su favor que es una historia fresca en la que por primera vez veremos a los templarios como seres humanos y no solo como una organización maligna, así como veremos la faceta negativa de una hermandad honorable que por ciertos maestros asesinos ha empezado a decaer.

Lo anterior fue lo que más me interesó del juego, usualmente la hermandad es representada como la única organización capaz de restablecer el orden en el mundo, pero no conocíamos el lado oscuro que empezaba a aparecer y es interesante ver cómo Shay (y nosotros, obviamente) comienza a quitarse la venda de los ojos para entender que entre los asesinos y los templarios solo hay un juego de poder en el que la humanidad está de por medio. Esto nos revela una hermandad capaz de destruir ciudades enteras, con tal de justificar su orden.

Desafortunadamente para el argumento de la historia, los sucesos son bastante predecibles. Es evidente que terminaremos cazando a nuestros compañeros de hermandad y que su muerte nos irá llevando escalones arriba en la meta de detener al maestro asesino, Achilles Davenport, personaje que también tuvo un papel importante Assassin’s Creed 3, y será influenciado por los sucesos que ocurrieron en ese título.

Como es usual en los títulos de la franquicia, la campaña no será el único medio por el cual podremos saber detalles de la historia; contaremos con varios extras que irán complementando la mitología creada en el videojuego, incluyendo a los inicios de los templarios, los primeros precursores en la era moderna, piezas clave en la historia y los usuales guiños de Ubisoft a otras franquicias del estudio, como Far Cry 3 u otros títulos de Assassin’s Creed.

A estas alturas, ya es hora de hablar sobre la jugabilidad de Assassin’s Creed Rogue que, de hecho, no es un aspecto negativo; sin embargo, tampoco destaca por innovar radicalmente. Los comandos de juego son exactos a los ya usados por la franquicia, salvo ciertas diferencias gracias a nuevos elementos como el rifle de aire, el lanzador de granadas y nuevas adiciones al sistema de navegación

Estas nuevas adiciones nos dejan explorar con un estilo “diferente” de juego, después de todo, ya no tendremos las restricciones que teníamos como un asesino. De esta forma, nuestra prioridad es ser letal sin importar nada, así que podremos usar el rifle de aire para lanzar dardos que enloquecen a las víctimas, o usar el lanzagranadas con el mismo efecto, o de plano usar granadas explosivas. Pese a ello, el juego nos “castigará” si asesinamos civiles, ya que se pondrá precio sobre nuestra cabeza y podremos ser buscados por otros personajes.

Ser un templario da muchas ventajas; sin embargo, también probaremos de primera mano lo que es ser acechado por la hermandad. En este título, después de que aceptemos nuestro destino como un templario, empezaremos a ser acechados por reclutas asesinos, ellos se camuflarán en el ambiente para emboscarnos tal y como lo hacíamos nosotros en entregas pasadas, desde el techo, desde las carretas de paja y ocultos entre los peatones estarán atentos a nuestro movimiento dispuestos a atacarnos. Obviamente, contaremos con una forma de detectarlos, la vista de águila y un radar que a medida que se llena nos delatará donde están. Pese a ello, si detectamos al asesino y no actuamos podrá atacar y lo mismo ocurrirá si andamos sin cuidado.

Aunque hay una gran cantidad de actividades a pie como misiones secundarias, peleas en las tabernas del pueblo, cazar animales, atacar puestos de control de la hermandad, entre otras, una de las mejoras características del juego es el sistema de navegación. Gracias a nuestro barco, El Morrigan, podremos viajar entre islas y llegar a lugares remotos; sin embargo, lo interesante de estos viajes son las batallas navales que nos obligarán a luchar con grandes navíos y a sobrevivir a la impredecible marea que cambiará con el tiempo. El mar es vasto y también tiene obstáculos que podrán dificultar nuestro viaje, especialmente en las regiones congeladas, donde los icebergs podrían hacer daño.

Aunque Assassin’s Creed Rogue es un gran juego, deja ver las marcas de una generación que, aunque aún tiene grandes cosas por dar, ya se va acercando a su final; es decir, gráficamente está bien, los entornos son atractivos, coloridos, ricos en detalles y con ciertos eventos aleatorios que los hacen sentir vivos, sin embargo, por el gran tamaño de los entornos, a veces las texturas empiezan a faltar y en ciertas secuencias los personajes pueden verse acartonados. Como dije anteriormente, este juego se siente fresco por su propuesta, pero no deja de ser una franquicia que anualmente encuentra dificultades a la hora de reinventarse. Claramente, no hay un salto como lo hubo de Assassin’s Creed a Assassin’s Creed 2 y a Assassin’s Creed Black Flag.

Como varios de los títulos de transición en la franquicia, este título no se siente atrevido y tampoco sienta las bases de una nueva generación (al igual que ocurrió Assassin’s Creed Brotherhood o Revelations, que no son malos juegos por esta característica), solo es un muy buen título que ha logrado refinar las mecánicas de un juego pasado y que logra contar con una historia interesante. No es un aspecto negativo, ya que es entendible las decisiones que se tomaron al interior del estudio apuntaron a arriesgarse con Assassin’s Creed Unity (a pesar de su recepción).