Brakes Are For Losers – Reseña

Muchos recordamos la línea de autos a escala Micro Machines, pequeños vehículos de juguete con una amplia colección de productos entre los que también figuraban videojuegos. Las carreras en tales juegos gozaban de una perspectiva con ‘vista de pájaro’ (cenital) o desde arriba, en pistas construidas con elementos cotidianos del hogar y autos reminiscentes a los mismos de juguete. Por otra parte, también estaban las pistas arcade sin marca particular, pero con carros miniatura que competían al mismo tiempo guiados por diferentes corredores.

Buena parte de estos elementos se pueden encontrar en Brakes Are For Losers o simplemente BAFL, disponible desde el pasado octubre en PC a través de Steam y que llega ahora a Nintendo Switch, como otra reconocible cantidad de juegos indies. Desarrollado por el estudio independiente francés Oudidon, el juego que afirma que “frenar es para perdedores” resulta un poco más minimalista de lo que su planteamiento haga parecer, razón por la que desglosaremos en lo posible todo lo que compone esta entrega en materia de contenidos.

A diferencia de los mencionados juegos de Micro Machines, la pantalla no se mueve en ningún momento siguiendo al auto del jugador o jugadores, sino que despliega la pista entera en una caótica competencia de hasta ocho vehículos. Los diseños de pistas pueden variar y durante los campeonatos son presentadas en orden aleatorio, pero gran parte de la dificultad en modo portátil para la versión de Nintendo Switch radica en que el tamaño de los carros es muy pequeño, y junto con el caos innato pues las condiciones son menos favorables.

Tal vez una solución sea usar el dock para jugar en la pantalla con mayor tamaño del televisor, pero siendo sinceros, este es ese tipo de juegos que se disfruta más de a ratos y en un acertado estilo portable… si no fuese por los diminutos autos. Esto hace que el atractivo multijugador local en modo sobremesa (pantalla de Switch) sea un tanto impráctico, pero justo el punto donde más brilla BAFL si se trata de diversión con un televisor cerca. La libertad de usar un solo Joy-Con o control Switch Pro por jugador, así como el uso único del stick para maniobrar y el botón ‘A’ para tres cortos turbos, lo hace un juego de fácil acceso para cualquier tipo de usuario.

Brakes Are For Losers nos suelta desde el principio en un hub jugable desde donde se accede a las diferentes opciones del título y donde de paso podemos practicar la conducción, que solo requiere maniobrar y cuya aceleración es automática. Como su nombre lo indica, no hay frenos y lo más cercano a ellos son las paredes. Existen varios tipos de vehículos por escoger con diferentes sonidos de bocina sin mayor utilidad, pero la diferencia entre los primeros a la hora de correr no es muy notable que digamos.

Cada campeonato está compuesto por 10 pistas aleatorias, donde se pueden activar trampas que afectan a todos los jugadores con excepción del que la obtuvo durante la carrera. Tales trampas no permanecen en algún inventario, sino que se activan de inmediato, variando entre suelo de hielo, aceite, bombas, ralentización y confusión en la conducción. Al final de cada carrera, que en realidad resultan de una duración mínima ya que las vueltas son rápidas, los siete primeros puestos reciben puntos (entre 10 y 2) y se da espacio a la personalización de vehículos.

Dicha personalización se lleva a cabo gracias a unas monedas con la letra ‘B’, que pueden darse a conocer como ‘Brakecoins’ y tienen un estilo muy similar al símbolo de Bitcoin. El juego tiende a referenciar otros productos también con frases parodia. Sin excepción, todos los jugadores reciben 30 monedas al finalizar cada carrera y estas son acumulables, pero pueden ser invertidas en mejorar los autos en aspectos como: velocidad (20 monedas), adhesión (20), maniobrabilidad (20), armadura (10), reparación (10) y, contrarrestando toda suposición titular, frenos, pero por un costo de 1000 monedas. Esto último solo una broma más, pues ni gastando una sola o acumulándolas es posible ahorrar 1000 monedas, ya que al final del campeonato todas las mejoras vuelven a cero.

Además de los campeonatos se puede personalizar una carrera para correr con una cantidad de participantes definida, dificultad, momento del día y otros elementos. Igualmente es posible acceder a una carrera rápida y retos que se dividen en el clásico ‘Time Attack’ o ‘Perfect Race’, donde es necesario conducir sin chocar con las paredes. Cosa que esencialmente es algo utópico en Brakes Are For Losers. Aún en su mayor dificultad y con el desorden de corredores, las carreras no son tan complicadas de ganar, pero debido a la velocidad y el tipo de control tampoco es muy factible conducir sin golpear las paredes u otros autos.

Son estos choques los que reducen el estado del vehículo en plena carrera, el cual se aprecia gracias a una barra de daño. De llegar a cero en plena pista, el auto se detiene perdiendo algo de tiempo y recuperándose solo un poco. Razón por la que es necesario ingresar regularmente a la zona de pits para reparar por completo los carros y recuperar los tres turbos predeterminados. Cada pista tiene sus pits y el diseño exterior de escenarios, aunque temáticamente diferentes, no es algo tan llamativo como para ponerle atención durante las frenéticas competencias. Lo mismo podría decirse del área sonora.

Reseña hecha con una copia digital de Brakes Are For Losers para Nintendo Switch brindada por Playdius y Plug In Digital.