Carmageddon: Max Damage – La reseña

El género de autos o carreras siempre ha tenido un espacio privilegiado entre mis géneros favoritos, teniendo en cuenta que encontramos desde los simuladores más realistas como Gran Turismo, Forza o Project Cars, hasta los arcade como Need For Speed, The Crew o el grandioso Burnout, que amplían las posibilidades de diversión en cuatro ruedas. Pero Carmageddon: Max Damage llega para instalarse en una categoría donde todo es posible, incluso lo que por regla general te dicen que no debes hacer a la hora de conducir.

Carmageddon: Max Damage basa su premisa principal en la destrucción y el caos que podamos causar en los escenarios, nuestro entorno y nuestros rivales a muerte (literalmente). Para empezar contaremos con un par de autos llamados el Hawk R y el Eagle R, los cuales demuestran la ferocidad con la que la competencia se llevará a cabo, con intimidantes armas en sus chasis y parachoques listas para la competencia principal. El plato fuerte de este título es el modo de juego llamado ‘Carma Clásico’, en el cual competiremos contra cinco corredores más en un mapa de un tamaño considerable, para ser el mejor y más sangriento de todos los pilotos.

Teniendo en cuenta que además de ser el primero en terminar tres vueltas existen otras maneras de ganar la partida en este modo de juego, podremos eliminar para ello un numero específico de peatones, por los cuales ganaremos créditos que serán muy importantes en el transcurso de la partida, ya que debemos reparar nuestro auto tras una gran cantidad de daños durante esta frenética competencia.

También podremos ganar destrozando por completo todos los autos de nuestros rivales, que igual de armados que nosotros también intentaran destruirnos, para eso contaremos con distintos potenciadores. Algunos nos favorecerán con armas, turbos o mejoras mecánicas; también encontraremos potenciadores negativos representados en barriles negros, que nos presentaran mayores dificultades, como perder el chasis, perder las ruedas o simplemente autodestruirnos.

Otro modo de juego es el de ‘Carrera a Muerte’, en el cual el primero que complete las tres vueltas gana. Pero existe un factor adicional, si eliminamos a un jugador le quitaremos una vuelta de su contador y se la robaremos, añadiendo una más de ventaja al nuestro.

También podemos disfrutar de ‘Persecución al Peatón’, en este modo de juego se marcará un peatón aleatorio y tendremos que atropellarlo antes que nuestros competidores, igualmente es posible quitar puntos a nuestros rivales eliminándolos.

En ‘Estampida’, encontraremos diferentes puntos de control que aparecerán aleatoriamente por todo el mapa, y de esta manera el primero que obtenga 10 puntos de control gana, igualmente y generando impresionantes choques podremos robar puntos destruyendo a nuestros rivales.

‘Aplasta Coches’ es el clásico modo de demolición en el que tendremos que destruir a todos los competidores y ser el último auto en sobrevivir.

Por ultimo encontramos ‘A la Caza del Zorro’, en el cual tendremos que escapar durante un tiempo determinado de nuestros perseguidores, los cuales tendrán que destruirnos para poder ganar.

Todos estos modos de juego los podemos disfrutar en modo solitario separado en fases y buscando desbloquear todos los autos en el modo ‘Trayectoria’, tambien en partida libre donde pondremos las normas del juego y la destrucción. Como no podía faltar disponemos de modo multijugador donde todos los modos de juego estarán disponibles para disfrutar con amigos, conocidos, enemigos y desconocidos. La fluidez del juego online es buena y será pura diversión al ser impredecible la manera en la que puedan actuar los demás jugadores. ¿Buscarán dar las tres vueltas? ¿Querrán destruir todos los demás autos o aniquilar a todos los peatones? Cada partida será única y entretenida.

Carmageddon: Max Damage cuenta con una considerable cantidad de autos disponibles para escoger, empezaremos con los dos primeros que ya mencioné (Hawk R y el Eagle R) y para poder aumentar nuestra colección tendremos que eliminar a los autos objetivo para poder hacernos con ellos. Dentro de la colección de autos encontramos claras referencias a Mad Max y Back to The Future, también otros autos deportivos, camionetas, cabezotes de camiones, hasta autos ‘’Dragster’’ para cuarto de milla; a todos podremos cambiarle el color de la pintura, también desbloquear un segundo juego de llantas y mejorar sus capacidades de velocidad, manejo o resistencia en los choques, con las múltiples monedas de mejora que encontraremos en los distintos mapas de juego.

Los mapas del juego son variados y en la mayoría de los casos apocalípticos, con una gran cantidad de peatones y fauna de todo tipo, desde científicos, vacas, zorros y ciudadanos comunes, también con puntos de interés que pueden dar referencia de en qué parte del mapa nos encontramos, ya que será muy importante ubicarnos bien para encontrar fácilmente los puntos de control, peatones o potenciadores que necesitaremos para ser los campeones.

A pesar de ser muy entretenido en su modo carma clásico, Carmageddon: Max Damage presenta varios puntos débiles que dejan la inquietud de si el juego está totalmente desarrollado o si aún se encuentra en algún tipo de fase beta, ya que su planteamiento base funciona pero el desarrollo de las ideas se quedan en un «pudo ser mucho más». Entre esos puntos está lo difícil que es saber qué tan cerca estamos de destruir a nuestros rivales, más allá de perder ruedas o empezar a humear, no tenemos una barra de salud que nos indique este importante dato.

Estamos en una época en la cual la capacidad gráfica de un juego puede ser determinante y en este título sus texturas parecen de una generación mucho más antigua a la de las consolas en las que podemos jugarlo, esta falencia gráfica se hace notar más en los entornos y peatones que hacer parte del juego. También es notable por su ausencia un apartado en audio más trabajado, ya que la música es repetitiva y los efectos de sonido no varían mucho entre la notoria cantidad de autos, peatones, choques y explosiones con sonidos muy planos y genéricos. Por último, el tiempo de espera en la pantalla de carga es largo en exceso, sea cual sea el modo de juego que juguemos. Resulta algo incomprensible cuánto tiempo tarda conociendo su calidad gráfica.

Reseña realizada con una copia de Carmageddon: Max Damage para Xbox One brindada por Stainless Games.