Code Name S.T.E.A.M. – La reseña

En un universo alternativo los científicos enfocan sus burlas en los sistemas de combustión porque ya tienen una forma de producir energía que domina los aspectos de su vida: la máquina de vapor. Desde carros hasta enormes naves voladoras, pasando incluso por teteras e instrumentos para la guerra, todo funciona con vapor. Y es gracias a este elemento que la humanidad podrá defenderse de un inesperado ataque alienígena, en una lucha que estará encabezada por el ex presidente de los Estados Unidos de América, Abraham Lincoln. Suena como la sinopsis de la película clase B, pero se trata del más reciente juego de Intelligent Systems para la Nintendo 3DS, Code Name S.T.E.A.M., un entretenido y complejo título de estrategia, con mucho potencial como nueva propiedad intelectual de Nintendo, pero que falla en algunos aspectos básicos, convirtiéndose en una experiencia que no todos los jugadores podrían disfrutar.

El juego, que en realidad es una “historieta” leída por el jugador, nos entrega el control de los valerosos agentes de S.T.E.A.M (Strike Team Eliminating Alien Menace, algo así como Equipo de ataque para eliminar a la amenaza alienígena), quienes deben detener el avance de hostiles criaturas extraterrestres. Los protagonistas son personajes simpáticos y vienen directamente de obras clásicas de la literatura, como Henry Fleming de El rojo emblema del valor, Tom Sawyer de Las aventuras de Tom Sawyer o el león de El Mago de Oz, entre muchos otros. Todos ellos, y el mundo que los rodea, están diseñados bajo la imagen de la edad plateada de los cómics sumado a una estética steampunk llena de máquinas, engranes y vapor, que le dan al juego —al menos visualmente— una personalidad agradable y bien definida, destacando como una obra única.

Las batallas están regidas por tres elementos principales. El primero son los turnos, tanto del jugador como del enemigo; luego tenemos las unidades de vapor, que serán la energía necesaria para mover y ordenar ataques a los soldados; y por último, una rejilla indicando el límite del movimiento posible que los personajes pueden tener sobre el escenario. Suena como algo que hemos visto en muchos otros títulos de estrategia, pero lo que hace interesante a Code Name S.T.E.A.M. son los detalles diferenciadores dentro de estos elementos. Por ejemplo, los personajes se pueden mover libremente dentro de la cuadrícula, gastando vapor con cada paso, pero recuperándolo si retrocedemos con la misma ruta, permitiendo una exploración más amplia. También es importante tener cuidado de la dirección a la que mira cada personaje una vez terminamos el turno porque, si los alienígenas no están en nuestro rango de visión cuando inician sus movimientos, podrán atacarnos por la espalda y no tendremos oportunidad de contraataque. Sin embargo, si somos conscientes de su ubicación, terminamos el turno en dirección a ellos y guardamos el vapor suficiente, los soldados podrán entrar en modo overwatch, que les permite atacar aunque el turno de los enemigos sea el que esté en acción.

Lamentablemente el modo overwatch es uno de los pocos momentos que se pueden disfrutar del turno enemigo, pues, fuera de sus ataques a los soldados, es poco lo que veremos durante este tiempo. Esto debido a la carencia de un mapa que indique la ubicación de los extraterrestres –cosa que no está del todo mal, pues agrega suspenso a los combates– y a la vista en tercera persona, que en muchas ocasiones mantiene ocultos a los enemigos detrás de objetos en el escenario; esto tampoco está completamente errado, porque nos obliga a ubicar bien a las unidades de nuestro equipo para tener la mayor visibilidad del campo de batalla. No obstante, cuando los aliens están fuera de nuestra vista y se toman un buen tiempo en terminar el turno, la acción se hace un poco intolerable y puede que quieran cerrar la consola y no volver a jugar Code Name S.T.E.A.M., principalmente porque (a diferencia de otros juegos de Intelligent Systems como Fire Emblem o Advance Wars), no podemos saltar el turno enemigo, o al menos acelerarlo.

Este sistema de batalla gana más complejidad con las habilidades únicas de cada miembro de S.T.E.A.M., Henry Fleming es el más balanceado, contando con una buena cantidad de vapor para movimiento además de su fiel pistola capaz de lanzar ráfagas de tres disparos; John Henry hará uso de sus extremidades mecánicas para romper obstáculos en el escenario, pero además podrá lanzar granadas con su fiel arma en forma de oso; Lion puede dar grandes saltos sobre los enemigos, alcanzando de paso lugares a los que otros soldados no pueden llegar; Tiger Lily posee un mortero que curará sus propias heridas o las de sus compañeros, y así podría continuar con toda la lista de personajes que se irán uniendo a las filas de S.T.E.A.M. a lo largo de la historia. Por si fuera poco, cada soldado posee un poderoso movimiento especial que puede ser usado solamente una vez durante la batalla, pero que de seguro nos sacará de muchos aprietos. No cabe duda de que en el apartado de personajes, Code Name S.T.E.A.M. tiene su buena cuota de diversidad, así que deberán probar con todos y decidir cuáles son sus favoritos.

Las misiones usualmente requieren llevar a uno de los agentes de S.T.E.A.M. hasta la meta amablemente marcada con un resplandor verde. Sin embargo, también habrá otras en las que la tarea es rescatar civiles o, por supuesto, derrotar a los jefes. Algunos de estos monstruos requerirán las batallas usuales con cuatro soldados, pero otras ocurren a un ritmo totalmente distinto y son protagonizadas por un personaje que seguramente ya olvidaron en este punto de la reseña. Hablo de Abraham Lincoln, el honesto Abe, que pilotará una versión gigante y robótica de sí mismo para acabar con los extraterrestres más grandes dentro de secue
ncias en primera persona en las que debemos usar puños y láseres. Épico. Todos estos tipos de misión están intercalados de una buena forma, dando tensión y distensión que logra generar un flujo narrativo decente, aunque no maravilloso.

No podemos olvidar otro aspecto bastante importante en los videojuegos y del que no se habla lo suficiente: la música. Simplemente con ver alguna imagen de Code Name S.T.E.A.M. uno podría hacerse idea de la banda sonora. Música clásica, épica, seguramente sonidos de banda marcial por el ambiente militar del juego, quizás rock para los alienígenas, ¿verdad? Pues no. Durante los momentos heroicos escuchamos guitarras eléctricas y percusión digna de los valerosos soldados de S.T.E.A.M., y entiendo esta decisión, que seguramente buscaba dotar de un aire rudo a los protagonistas además de dejar un poco más claro que se trata de un “cómic”, pero los ritmos para los héroes pudieron haber sido mejor elegidos. Los que no salen bien librados son los enemigos, a quienes fueron asignados ritmos electrónicos y dubstep, que pueden llegar a ser repetitivos y hasta molestos. En conjunto, la banda sonora se siente tal vez demasiado anacrónica teniendo en cuenta el momento histórico y la atmósfera del juego. Para terminar el tema de sonido en este juego, debo mencionar el gran trabajo de los actores que ponen sus voces a los personajes, porque no suenan forzados y dan color a los diálogos, algo que no es tan común como quisiera en muchos otros juegos doblados al inglés.