El show de las promesas incumplidas – Opinión

Desde que salió a la venta The Witcher III: Wild Hunt hemos visto varias críticas de parte de los jugadores acerca de su aspecto gráfico. No es porque se vea mal en general, de hecho es un juego muy bonito y divertido; sin embargo, muchos consideran que hay una notable diferencia entre lo visto en el material de promoción (como los tráilers para E3) y el producto final. CD Projekt Red señaló en su momento que sí hay una diferencia debido a los procesos de desarrollo donde muchas veces lo mostrado anteriormente no se ajusta al plan general, y a la vez ofrecieron disculpas y prometieron algunas mejoras a futuro mediante actualizaciones.

El tema no es nuevo. Cada año vemos montones de tráilers para anunciar nuevos juegos, además de muestras fabricadas con tal sincronía que en los videos parecen verdaderas películas; también tenemos ferias como E3 y Gamescom donde las compañías revelan trabajo en progreso o una muestra conceptual. El problema es que al meter tanta ambición en estos materiales de promoción, los distribuidores y desarrolladores olvidan que pueden estar vendiendo falsas expectativas. Bueno, algunos están plenamente conscientes de eso.

Por una parte, las compañías se enfrentan a ese sueño creado por muchos acerca de que los gráficos lo son todo y caen redondas ante su propia trampa comercial. Si vemos los comentarios en YouTube sobre múltiples juegos, lo más seguro es que encontremos los extremos de la situación, los cuales deberían filtrarse de manera adecuada. ¿Cuántas veces no hemos leído cosas como «este juego se ve como una mier**», «se ve mejor en una NES.» o «la consola X es inferior a Y y eso nos hace colgar en el progreso»?

Entonces se crea un círculo vicioso. Las empresas leen los comentarios y decide ofrecer un material promocional con alta calidad de video sin importar si corresponde o no a lo que pueden entregar. El hype crece y la gente alimenta exageradamente la expectativa; sale el juego y resulta con un bajón de calidad (a veces muy marcado). Los consumidores se quejan (a veces de forma radical). Y el ciclo se repite.

En otras ocasiones, las compañías deciden vender como sea, y para eso crean un espejismo, complaciendo esa sed de satisfacción previa del jugador y logrando beneficios combinados con los incentivos de preventa. En este punto es menos importante el usuario como generador del problema, ya que es usado como medio de transmisión del equivocado mensaje.

Tomemos en cuenta lo que pasó con Watch_Dogs y cómo esta cadena de falsa expectativa y promesas rotas lo fracturó. Su primera presentación fue brutal, con una introducción interesante sobre un mundo conectado que podríamos alterar casi a nuestro gusto gracias a nuestras habilidades como hackers, todo representado con gráficos que cortaban el aliento; medios encantados y jugadores emocionados por doquier. Pero salió a la venta con un marcado cambio en todas sus propuestas; en sí no es un mal juego (como lo mencionamos en su reseña), pero esta cantidad de promesas rotas combinadas con ciertos fallos nos dejaron con un mal sabor en la boca.

En este sentido, creo que todos nos merecemos más honestidad. Obviamente nadie va a hablar mal sobre su producción, pero los estudios podrían mostrar con mayor mesura los avances que realizan en cada proyecto; por ejemplo, apoyo aquellos sencillos diarios de desarrollo donde revelan escenas detrás de cámaras y muestras reales del juego. También me gustaría que los materiales de promoción fueran más reservados no solo en el aspecto gráfico sino en el de contenido, porque a veces hacen perder el sentido de la sorpresa antes de que pongamos las manos en el juego.

Igualmente, tanto medios como jugadores debemos tener más mesura a la hora de analizar lo que las compañías nos ofrecen, tener en cuenta el pasado inmediato de los desarrolladores para saber si debemos tener precauciones y entender que buena parte de estos materiales no tienen como objetivo único dejarnos ver lo que puede llegar a ser el juego, sino que sirven como una herramienta de venta.

No esperen cambios inmediatos. De hecho, que las compañías, medios y jugadores entendamos de manera completa la problemática será un proceso demorado, en especial por el arranque lento que ha tenido la nueva generación de juegos y porque estamos acostumbrados al proceso hype-decepción-excusa. Se avecina la E3 2015 y con ella veremos muchas promesas. ¿Será que hacemos una lista y en el futuro comparamos quiénes cumplen y quiénes no?