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Hotline Miami 2: Wrong Number – La reseña

Más violencia y más confusión, así es la delirante secuela de un título que puede jugar con nuestra cabeza.

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¿Recuerdan esa sensación de pesadez y desorientación de Hotline Miami? ¿La ira, la frustración, la adrenalina y confusión? Yo la tengo aún presente, y más ahora que su secuela ha decidido jugar sucio dentro de mi cabeza con un argumento tan perturbador como el primero, pero mucho, mucho más enredado.

Hotline Miami 2: Wrong Number es la continuación al primer título desarrollado por Dennaton Games y distribuido por Devolver Digital en el 2012. Al ser una continuación directa, este título nos narra los hechos que suceden después del primer juego mientras complementa este trasfondo con la historia de lo que sucede años atrás de Hotline Miami. A simple vista es un concepto simple, pero la verdad es que es mucho más intrincado y para tener entender la historia vamos a tener la perspectiva de diferentes personajes.

Si recordamos la historia de Hotline Miami, Jacket es el causante del gran caos en el juego después de recibir misteriosas llamadas de la organización activista 50 Blessings, cuyo objetivo se relaciona directamente con los hechos de Hotline Miami 2: Wrong Number, es decir, desestabilizar las relaciones ente Estados Unidos y la Unión Soviética.

Aunque Jacket no tiene un papel mayor en esta ocasión, si sentó todo el contexto en el cual se desarrolla la historia de este nuevo título que se ambientará a lo largo de 1985, 1989, 1990 y 1991. Sin embargo, cabe resaltar que los sucesos no serán presentados de forma cronológica, sino que iremos saltando entre personajes del pasado al presente entremezclando los hechos hasta que todo cobre sentido, algo así como La Melancolía de Susumiya Haruhi, por lo que no vale la pena tratar de hallarle un orden consecutivo.

De igual forma, las historias de los personajes se entrelazarán y nos mostrarán la conexión que hay entre cada masacre que realizamos, por ejemplo, The Fans, un grupo de cuatro criminales que buscan imitar a Jacket sembrando el caos, cruzarán camino con The Henchmen, un criminal que quiere dejar su vida violenta para encontrar paz en su retiro. Poco a poco los eventos se conectan y van abriendo más interrogantes para los capítulos que vienen hasta el final.

Entre la gran cantidad de personajes uno de los más interesantes es The Soldier, un soldado (valga la redundancia) que junto a su escuadra Ghost Wolves debe detener una invasión soviética en Hawaii. Esta historia es una de las más importantes para el juego porque conecta el pasado y el presente y da a entender que muchos de los conflictos bélicos del argumento en general tienen su raíz en dicha guerra.

Sin duda alguna la narrativa de Hotline Miami 2: Wrong Number fue creada para ser intrincada y generar más preguntas que respuestas, de hecho, se puede decir que la personalidad del título parte de esta característica porque da la sensación como si en verdad fuéramos uno de los personajes psicóticos que controlamos. Muchas veces nos estaremos cuestionando sobre lo que hacemos y la naturaleza de nuestros actos, ¿acaso realmente me gusta lastimar otras personas? ¿Hago esto porque sí? Solo lo sabremos hasta el final.

¡Pero basta de la historia! Hablemos de la jugabilidad, de lejos el atractivo más importante de este título y por el que muchos se sienten atraídos a este título. Quienes sufrieron la inmisericorde dificultad de Hotline Miami podrán estar tranquilos porque Hotline Miami 2: Wrong Number es mucho más desafiante y mucho más fluido. Dada la gran cantidad de personajes que podremos controlar en este título, se puede decir que la jugabilidad ha sido dividida en dos tipos: los que usan máscaras y los que no, aunque no deja de ser un top-down shooter con una gran dosis de adrenalina en estilo pixel art.

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La utilización de las máscaras se mantiene exactamente como en el primer juego, es decir, cada una de estas proveerá de una habilidad especial, sea utilizar dos ametralladoras al tiempo, dar golpes más certeros, rodar para esquivar golpes o tener un acompañante adicional en el nivel. En esencia, se siente como el primer juego, sin embargo, la novedad llega cuando cambiamos a los personajes que no usan máscaras sino que cuentan con sus propias habilidades a la hora de entrar en combate.

Cada uno de ellos tendrá una habilidad particular que le permitirá desenvolverse en los diferentes escenarios, sea que usemos un arma grande con un cuchillo, una pistola de puntillas o la posibilidad de desarmar enemigos e incrementar nuestra violencia con cada asesinato. Sea cual sea el caso, lo que no varía es que escenario tras escenario tendremos que acabar con una gran cantidad de enemigos para llegar al final, pero esto no es tarea fácil.

Esta vez se siente que el título es mucho más difícil que el primer Hotline Miami, los enemigos tendrán un cono de percepción mucho más amplio y serán mucho más certeros, sin embargo, la dificultad no solo parte de este elemento sino de los escenarios que al ser más amplios, hacen que seamos presa fácil de nuestros contrincantes a causa de nuestro limitado campo de visión.

Aunque mapas más grandes suelen ser sinónimo de una mejora en la tecnología y la jugabilidad, esta vez presentan una mayor cantidad de errores en el juego, algunos nos harán aparecer fuera del mapa impidiéndonos la exploración, bloquearán enemigos en las puertas o los obligarán a girar sobre su propio eje por un tiempo indefinido. A pesar de esto, son escenarios bien cuidados, detallados y menos lineales que los del primer juego, aunque no es un título que requiera de mucha exploración para llegar al final.

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Obviamente no hay que olvidar que Hotline Miami es un título crudo y sangriento, seguramente tendremos que empezar cada enfrentamiento más de una vez, pero finalmente todos tendrán el mismo desenlace: nuestro personaje estará sobre un gran pila de cadáveres mutilados. Si hay algo que se le ha criticado a este juego es lo explícito que es con la representación de la violencia y esta vez no es la excepción, Hotline Miami 2: Wrong Number no duda en presentar escenas terriblemente crudas que ponen en tela de juicio la cordura de nuestros personajes.

Sin embargo, no solo es la violencia lo que pone en duda el estado mental de nuestros personajes sino toda su personalidad y estado psicológico, varias veces exploraremos su psique y poco a poco veremos qué tan inestables son, por ejemplo, solo tenemos que ver la secuencia de inicio del juego cuando “encarnamos” a un violador, solo para darnos cuenta que somos un actor que ya no sabe distinguir entre la realidad y la ficción.

Tampoco hay que olvidar la banda sonora, al igual que la del primer título se caracteriza por tener un rango amplio de tonadas electrónicas que sacarán lo peor y lo mejor de nosotros, sea por una melodía angustiante en un nivel después de mucho tiempo o por una relajante en un momento en el que creemos todo va a estar bien, solo para darnos cuenta de que no. Es una banda sonora brillante, pero sí hay que reconocer que no causa el mismo impacto que la de la primera entrega.

Hotline Miami 2: Wrong Number es un juego delirante, a veces es innecesariamente intrincado, lo que hace que la historia parezca mucho más compleja de lo que en realidad es, especialmente ahora que entendemos que hay un trasfondo político detrás de todo el argumento y no una crítica al consumismo como se creía en el primer título. Es un juego desafiante, pero a la vez disfrutable a pesar de sus errores, eso sí, la satisfacción será mayor después de un periodo de frustración.

*Juego reseñado en su versión de PlayStation 4 con una copia provista de Devolver Digital

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