Jugar para curar: genes en el espacio

Ahora es posible ayudar en la búsqueda de tratamientos para el cáncer mientras jugamos en nuestros dispositivos móviles.

Es difícil imaginarse que en la comodidad de nuestra casa, mientras estamos frente a nuestra consola o teléfono celular podamos ayudar al avance de la ciencia. No dudo que la mayoría de veces los juegos de video son una experiencia además adictiva, introspectiva. Entonces, ¿por qué no usar las cientos de horas que invertimos en los juegos de video, para así ayudar a la investigación sobre el cáncer y finalmente aliviar un poco nuestro remordimientos cuando pasamos unas horas demás jugando?

El juego de video Play to Cure: Genes in Space nos presenta una dinámica muy interesante, en la cual nuestra misión es recolectar una sustancia ficticia llamaba Elemento Alfa que representa los datos genéticos que subyacen ciertos tipos de cáncer. Este juego ha sido desarrollado bajo la guía del Cancer Reseach UK y en él, el jugador es requerido para asistir en el mapeo de las rutas mientras con mayor concentración de Elemento Alfa a través del espacio, mientras su nave intergaláctica colecta al mismo tiempo el Elemento.

¿Y a dónde van todos los datos coleccionados por los jugadores? Bueno, de hecho lo que están haciendo los usuarios de este juego es detectar patrones en gigabites de información genética de miles de tumores. Cuando un jugador encuentra la mejor trayectoria para recolectar la mayor cantidad de Elemento Alfa, lo que está pasando en realidad es que traza una trayectoria sobre un chip de ADN (una técnica utilizada para comparar los genes de las células cancerígenas, con los genes de una célula sana).

Al final, y de manera muy divertida, los jugadores terminan analizando cantidades significativas de datos genéticos que a los científicos les podría llevar horas o días. Play to Cure: Genes in Space puede ser descargado para dispositivos iOS y Android.

Fuente: Cancer Reseach UK

 

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Por: Maicol Ospina Bedoya (@Gonococco) Biólogo de la Universidad de Antioquia y candidato a Magíster en Microbiología en la Universidad de Sherbrooke