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Mario Party 10 – La reseña

Estuvimos en la fiesta de Mario y sus amigos ¿Qué tan divertida estuvo? Lee esta reseña

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Mario Party ha sido la propiedad intelectual de Nintendo que, desde sus versiones para la Wii, ha tenido cierta decadencia. ¿Quién no tiene buenos recuerdos de los viejos Mario Party? Peleas entre hermanos o amistades destruidas por la “suerte de un juego de mesa”. Con toda la magia del Wii mote se abrieron muchas posibilidades y después de ver el potencial que el WiiU gamepad le podría imprimir, lo  único que uno puede esperar es una gran fiesta, ¿cierto?

Lamentablemente, Mario Party 10 termina siendo un popurrí de “Parties” (o fiestas) que realmente se quedan cortas por donde se le mire. Empecemos con el modo “Mario Party” que se presenta como el modo de juego principal. Siéndole fiel al fallido Mario Party 9, volvemos con un modo de juego “todos bajo el mismo carro”. Nos aventuraremos en 5 tableros donde jugaremos un mini-juego después de que cada jugador uno lance un dado. Cada mapa tendrá sus pequeñas mecánicas que los diferencien pero al final es avanzar en un tablero aún más lineal que Final Fantasy 13. Al cabo de avanzar ciertas casillas, habrá una pelea con un jefe que se traduce como otro mini-juego y así hasta llegar al final del tablero. Cualquier tablero tiene una duración promedio de 30 minutos, es imposible alargar o reducir la duración de cada sesión de juego. Si querían jugar con sus amigos un tablero hardcore de 50 turnos, eso es cosa de los antiguos Mario Party. Cuando invité a mis amigos a probarlo, el tener que jugar pequeñas partidas de 30 minutos por la rigidez del modo hacia que después de jugar 2 se volviera monótono y aburrido. El hecho de tener que volver a “empezar de nuevo” no le daba la competitividad propia que se ve en los  juego de mesa.

En la modalidad «Mario Party» ya no hay monedas o estrellas como tal, acá solo se maneja “puntaje” a manera de pequeñas estrellas. El que más estrellas tengas, termina ganando la partida. Así pues cada mini juego es crucial y como se comentó antes, las mecánicas de cada tablero harán que podamos ayudar o afectar a otro jugador. Pese a un sistema de tablero lineal y corto, los mini juegos del modo “Mario Party” en general son divertidos, competitivos y fáciles de aprender. Hay una gran diversidad de mini juegos “todos contra todos, “2vs2”, “3vs1” que solamente se juegan usando el Wii-Mote (sin nunchuk). Lo que más se agradece de los “todos contra todos” es la libertad que hay para que algún jugador pueda hacer perder a otro. Juegos como empujar fuera de la isla, o de carrera hacen de Mario Party 10 una experiencia agradable pese a la rigidez del entorno creada por el vehículo y pocos turnos.

Quizás el modo mejor logrado, en términos de innovación dentro de la saga, es la fiesta de Bowser que pone a 5 jugadores dentro del tablero. Los 4 jugadores, otra vez en un mismo vehículo, avanzarán por un tablero lineal escapando de Bowser, quien con la ayuda de Bowser Jr buscarán siempre alcanzarlos. Acá de nuevo no contaremos con estrellas o monedas, cada jugador tendrá corazones y es tarea de Bowser hacer que los 4 jugadores se queden sin vidas antes de que los jugadores lleguen a la estrella (final de mapa). Este modo es refrescante ya que se exagera el poder “tramposo” de Bowser dentro de la saga, algo característico del personaje. Sentir que el archienemigo de Mario siempre está a nuestros talones, cruzando los dedos por sacar esos dados de 6 hace que la experiencia sea refrescante. Los mini juegos dentro de “Bowser Party” son 4vs1 siendo Bowser el protagonista y el resto de personajes tienen que tratar de sobrevivir para no perder corazones. Bowser jugará con el Gamepad y los demás usarán el Wii-mote. De nuevo, este modo es rígido en términos de duración  teniendo partidas de aproximadamente 30 minutos o menos.

Mario Party 10

Finalmente, tenemos Amiibo Party, un modo de juego que sólo podemos jugar sí y solamente sí tenemos un amiibo compatible con Mario Party 10. Lo anterior implica que si tienen a Link, Zelda o Pikachu, por ejemplo, no podrán disfrutar de este modo. Este modo le es fiel a los “Mario Party” antiguos donde cada uno es libre de moverse en un tablero. De nuevo volvemos al sistema de monedas para comprar estrellas pero la felicidad no es plena. Los mapas de Amiibo Party son genéricos, se plantea un circuito “cuadrado” con un pequeño evento donde podemos conseguir más monedas.

La estética y el evento del mapa son propios al universo del Amiibo. Si tenemos a Peach, será un tablero lleno de rosado, tortas y más rosado; Donkey Kong por su lado es la selva, bananas y más bananas. Lastimosamente sólo podremos jugar por 10 turnos el Amiibo Party haciendo de éste una sesión muy corta de juego.

La innovación dentro de la saga es la aparición de tokens dentro del mapa que podremos guardar en nuestro amiibo y usarlo cuando creamos conveniente. El amiibo puede también empezar con un token previo al inicio de la partida que iremos coleccionando a medida que juguemos. Lo único desalentador de este modo, es que solamente quien tenga amiibos puede usar los tokens, el resto de jugadores no podrá usarlos. Algo molesto de este modo es la necesidad de tener que usar el amiibo para todo. No podremos lanzar el dado con el Wii Mote, sino que tendremos que poner al amiibo en el puerto NFC. Prepárense para rotar a toda hora el GamePad en este modo.

Mario Party 10 es un juego brillante gracias a sus mini-juegos. El problema radica en la forma que se juegan los mini-juegos. Lo anterior fácilmente se podría arreglar  a través de un DLC que ofreciera más flexibilidad. Flexibilidad en turnos (que no solo se limite a una partida de 30 minutos) pero también flexibilidad de tableros: la existencia de tableros donde no haya que jugar bajo el mismo vehículo. El modo “Mario Party” se queda corto en ofrecer una experiencia de juego de tablero

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