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Mario Sports Superstars – La reseña

Cuando saltamos a la cancha con Mario y compañía esperamos toda clase de ‘caos benigno’, desafortunadamente esta vez no fue.

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El siempre creciente mundo de Mario y compañía no es ajeno a los deportes. Desde sus primeros años digitales se les ha visto participando en diferentes disciplinas deportivas como NES Open Tournament Golf, además de tener al polifacético Mario como árbitro de tenis, juez de boxeo, corredor de F1 y Rally antes de los go-karts. Tras versiones para NES/Game Boy, con el tiempo y la llegada de N64 y Game Boy Color, Camelot Software Planning se hizo cargo de aquellos spin-off deportivos.

Mario Tennis y Mario Golf los impulsarían a la fama como estudio desarrollador, pero eso no fue sino el inicio de posteriores entregas para las siguientes generaciones de consolas. A estos se unió Bandai Namco (en aquel entonces solo Namco) con béisbol, Next Level Games con fútbol soccer, Square Enix con baloncesto (más volleyball, hockey, dodgeball), y Sega con los crossovers oficiales de Mario & Sonic en los diferentes Juegos Olímpicos desde Beijing 2008.

El estado natural del Reino Champiñón cuando no se trata de liberarlo de las garras de Bowser, recorrerlo en formato RPG o departir en fiestas de minijuegos, es estar compitiendo en justas deportivas, cuya especialidad es que suelen presentar poderes especiales para cada personaje y escenarios temáticos que no veríamos en juegos realistas o simuladores más tradicionales, como los desarrollados por EA Sports.

Ahí es donde reside el encanto de los títulos de Mario con sus amigos y enemigos en todo tipo de deportes, en ocasiones con invitados especiales de Final Fantasy y Dragon Quest. Muchas veces los jugadores no buscan realismo que pueda resultar aburrido, sino exclusivamente diversión, por eso los ataques y ambientes que ofrecen estos juegos son más que perfectos y desfogadores.

¿Qué sentido tendría una compilación con deportes como fútbol soccer, béisbol, tenis, golf y carrera de caballos, donde el atractivo del Reino Champiñón es dejado atrás? La respuesta no pedida a esta pregunta fue creada por Bandai Namco Studios bajo la forma de Mario Sports Superstars para la familia de portátiles 3DS. Por su parte, el aporte de Camelot Software Planning nuevamente es exclusivo a las disciplinas de tenis y golf.

Esta compilación llega seis años después de Mario Sports Mix, otra entrega similar desarrollada por Square Enix para Wii después de su gran trabajo en baloncesto con Mario Hoops 3-on-3 para Nintendo DS. Pero el conjunto de deportes ofrecidos en aquella ocasión no resultaba tan llamativo a lo prometido con Mario Sports Superstars, donde básicamente tenemos cada juego estrella de antaño en un solo cartucho: Super Mario Strikers, Mario Superstar Baseball, Mario Tennis, Mario Golf, y el debut de las carreras de caballos (que no es como si fuese un Mario Kart de equinos).

Ojalá hubiese sido así y Mario Sports Superstars se sintiera como una antología de todo lo hecho previamente por Camelot, Namco y Next Level, pero no es verdad. Esto porque, aunque en teoría es lo que cualquier jugador esperaría, les han extraído a todos los deportes la “magia de Mario” y puesto a los personajes de Nintendo como simples avatares. Hasta los Mii se habrían podido poner en su lugar y el resultado sería el mismo.

Al escoger cualquiera de los cinco deportes preestablecidos, se pueden seleccionar capitanes o personaje principal entre una plantilla compuesta por Mario, Luigi, Yoshi, Birdo, Peach, Daisy, Waluigi, Boo, Baby Mario, Baby Luigi, Diddy Kong, Bowser Jr., Donkey Kong, Wario, Bowser y Rosalina, todos habilitados desde el principio y con Metal Mario más Pink Gold Peach como desbloqueables con una tarjeta amiibo. O ganando las copas y retos adicionales de mayor dificultad en cada justa.

Cada personaje posee la típica característica dividida entre balance (para los hermanos Mario), técnica (como Peach y Waluigi), velocidad (Diddy Kong y los bebés) y poder (como los pesados de Bowser y Wario). Como es de esperarse, esto afecta el desempeño en el campo de juego, pero es prácticamente lo único que justifica una determinada elección, aparte del gusto personal por un sujeto en particular.

Como personajes de apoyo encontramos Toads, Koopa Troopas, Magikoopas, Shy Guys, Goombas, Hammer Bros, Spikes, Boom Boom, y sus variaciones de color y clase. Estos complementan los equipos de fútbol y béisbol, con la posibilidad de dos elegibles de la plantilla principal.

Ya en la ejecución, las partidas pecan por su excesiva simplicidad tan impropia de la serie de juegos deportivos marca Mario. La falta de contenido en cada deporte expuesto es la principal falla para un compendio de tales ambiciones, especialmente si comparamos entregas con más de diez años o la calidad que Camelot solía implantar a sus creaciones de tenis y golf. Pero es un trabajo en su mayoría hecho por Bandai Namco Studios, a quienes podemos reconocer por su amplio manejo de franquicias de manga y anime, pero que con respecto a la propiedad intelectual número uno de Nintendo resultan más bien perdidos.

Los elementos de la saga Super Mario Bros no se pueden apreciar en los escenarios de juego, apelando en su lugar a conceptos más realistas francamente innecesarios. Se entiende si éste fuera otro juego oficial de las Olimpiadas, pero no es el caso. También puede ser cuestión de pereza en lugar de falta de creatividad, dada la frecuencia a reutilizar materiales de entregas previas como las animaciones de algunos personajes. Se pueden encontrar algunos movimientos especiales, pero su papel es mucho más pequeño y añadido casi que por obligación.

Solo a la debutante disciplina de carreras de caballos se le puede denotar una especial profundidad, con una opción de ‘Establo’ que recuerda a Pokémon Sun/Moon, ya que es posible decorar los equinos, cuidarlos, cepillarlos, alimentarlos, consentirlos y pasearlos. Esto para mejorar su ánimo y que en las competencias sean más veloces. Durante las carreras, como bien nos introdujo a la mecánica TLoZ: Ocarina of Time con Epona, los caballos consumen estamina que se puede recuperar al recolectar orbes en el camino, y realizar aceleraciones adicionales al obtener orbes estrella. Las copas de este deporte tienen lugar en 12 pistas a través de cuatro áreas, con bellos y naturales entornos, pero totalmente opuestos a Mario Kart, en el sentido que ninguno de ellos es temático sino más bien genérico.

Carreras de caballos es en lo único que se puede decir que lo intentaron, quizás por aquello de que es la primera vez que hacen aparición en un juego de Mario. En tenis y golf el aporte novedoso es nulo y en su lugar minimizado, mientras que en béisbol todo se resume a presionar el botón ‘A’ una y otra vez para batear y atrapar la bola. Podríamos brindarle el beneficio de la duda al fútbol, aunque de todas formas quede muy atrás de lo visto en Super Mario Strikers y Mario Strikers Charged.

Estos partidos de fútbol soccer también se alejan de la fantasía por un concepto más fiel al deporte inglés, aunque permita un único ataque especial para disparar el balón a la portería y concretar un gol de manera infalible. Puede terminar con encuentros emocionantes y jugadas de infarto, pero eso es algo propio del deporte más no el valor agregado de Mario y compañía. Un problema específico es el contacto impreciso de los personajes del jugador con sus rivales, que da rienda suelta a infracciones muchas veces inexistentes.

Se podrían obviar las debilidades individuales de cada deporte presentado en Mario Sports Superstars si del modo para un solo jugador pasamos al multijugador, tanto local como online. Pero el punto bajo al respecto es que, a diferencia de Mario Party: Star Rush y la posibilidad de jugar con un solo cartucho de juego (descargando los otros usuarios una aplicación gratuita en la eShop), en Mario Sports Superstars es necesario que cada jugador en el mismo cuarto posea una copia del juego, teniendo la opción de conectarse hasta seis personas.

El potencial de reunir una considerable cantidad de usuarios con su consola 3DS/2DS y cartucho de juego, es más bien improbable. Por eso mismo es mejor decantarse por el modo online, que se puede utilizar con amigos registrados (que también tengan el juego), o con extraños a nivel mundial que usualmente suelen ser de Japón y con niveles del más allá. En varias ocasiones encontrar jugadores que se unan a una partida es bastante demorado, y esto con el tiempo resultará en servidores desérticos que le arrebatarán todo interés al título.

Mario Sports Superstars también introduce su propia línea de tarjetas amiibo. El juego físico incluye una de regalo y aparte se pueden comprar sobres por 5 dólares que incluyen cinco tarjetas, similar a los de la línea Animal Crosing. Estas tarjetas pueden desbloquear personajes estrella (como Metal Mario y Pink Gold Peach) con tan solo escanearlas. Estos personajes, que pueden ser de cualquiera de los cinco deportes, incluyen estadísticas especiales con la posibilidad de ser mejoradas en el modo ‘Road to Superstar’. En dicha modalidad de entrenamiento, se accede a un minijuego inspirado en el clásico Breakout, en el cual los jugadores deben destruir bloques de ladrillo y derrotar enemigos con la/s tarjeta/s escaneada/s como única defensa. No tiene ningún sentido, pero haciendo esto se mejoran las habilidades del personaje y éstas se pueden guardar en la tarjeta amiibo para su uso posterior en los deportes.

Aparte de las tarjetas físicas de personajes entrenables, con las monedas ganadas dentro del juego podemos comprar también tarjetas digitales, cuyo único objetivo es completar una extensa colección de 324 unidades. Estas tarjetas vienen en también sobres digitales con 3 copias aleatorias por 300 monedas, 10 por 1000 monedas, o redimiendo 100 tarjetas repetidas por un sobre. Hasta tres amiibos de cualquier denominación pueden ser escaneados por día para recibir tres sobres adicionales. Entre las categorías hay tarjetas comunes, raras, super raras y pro, para cada uno de los cinco deportes principales. Quizás sea un aliciente para los fanáticos del coleccionismo, pero sin ninguna relevancia como para incentivar la inversión de tiempo (y dinero) en el propio juego.

Con excepción de ciertos detalles, técnicamente Mario Sports Superstars no falla en su ejecución de fútbol, béisbol, tenis, golf y carreras de caballos. Pero el punto es que Bandai Namco Studios olvidó en alguna parte la diversión, optando por un más simple toque “realista”. De Camelot Software Planning tampoco se nota el esfuerzo más que por reciclar material gráfico de sus previos y mejores títulos. Tal vez lo puedan disfrutar quienes no les importe usar la familia de Mario en deportes tradicionales, pero el asunto es que, si jugamos con estos personajes en dichos deportes, es para que nos ofrezcan algo más caótico y entretenido que lo tradicional. O que por lo menos repliquen algo de su amplia experiencia recorrida.

Reseña hecha con una copia física de Mario Sports Superstars brindada por Nintendo of America.

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