Conecta con nosotros

Videojuegos

Nidhogg 2 – La reseña

¿Dónde están los dioses nórdicos? ¡Fue muy descuidado de su parte dejar que el Nidhogg devorara a decenas de hombrecitos multicolor!

Publicado

el

Si hay algo que caracteriza a los primeros dos juegos de Messhof es su diseño minimalista. Nidhogg (2014) y Flywrench (2015), aunque diferentes a causa de sus respectivos géneros, cuentan con un apartado visual bastante similar. No es necesario ser un jugador veterano para evidenciar que estos son un homenaje a los títulos clásicos de Atari 2600, cuyo aspecto era replicado en algunas de las creaciones de Mark Essen incluso antes de que fundara Messhof. Cabe recordar que las gráficas de estos dos primeros juegos no son lo único que posee un aire retro. Ambos destacan por sus mecánicas simples y su corta duración, características que también recuerdan a los títulos de la vieja escuela. Sin embargo, lo anterior puede ser un arma de doble filo.

Hoy en día estas elecciones de diseño son vistas generalmente como la sentencia de muerte de los juegos que las emplean, ya que suelen ser una píldora difícil de tragar para los jugadores más jóvenes. No obstante, Messhof ha estado demostrando desde 2013 que el tamaño no es lo que importa en lo que respecta al desarrollo de videojuegos. Algunas veces basta con entregar un experiencia minúscula, pero novedosa y bien diseñada, para garantizar el éxito. Nidhogg lo demostró hace unos cuantos años y su secuela ahora se encarga de reiterarlo.

Para aquellos que no lo hayan jugado, Nidhogg cuenta con una premisa simple que no posee peso narrativo alguno. El juego gira alrededor de dos figuras humanoides que tienen como objetivo llegar hasta la pantalla final del lado contrario para ser devorados por el mítico Nidhogg. Sin embargo, cada una deberá acabar con la contraria para lograrlo. Y eso es todo. No hay más modos de juego ni contenidos extra desbloqueables. Por fortuna, el juego no requiere de tales cosas al poseer un sistema de combate simple, adictivo y balanceado. Este funciona alrededor del uso de un estoque, con el cual se pueden adoptar tres posiciones: alta, media y baja. Ya que los ataques de ambos personajes se contrarrestan si están en la misma posición, cada jugador debe —valga la redundancia— jugar con las expectativas del oponente intercalándose entre las diferentes posiciones y demás opciones ofensivas. Por ejemplo, los estoques pueden utilizarse como proyectiles; no obstante, pueden ser esquivados agachándose. Esto obligará al que lanzó su arma a utilizar el desventajoso, mas no inútil, combate cuerpo a cuerpo.

¿A qué se debe esta introducción al sistema de combate del juego original? Porque Nidhogg 2 no ha sufrido cambios significativos en su mecánicas fundamentales en comparación con su antecesor. Al fin y al cabo, si no está roto, ¿por qué arreglarlo? Por supuesto, lo anterior no significa que Messhof no haya añadido cosas a la secuela de su exitoso título. Sin embargo, antes de hablar precisamente sobre las novedades en materia de jugabilidad, se reconocerá el que es el cambio más evidente: la presentación visual.

Nidhogg 2

Aunque esta modificación fue más producto de las circunstancias que de un objetivo impuesto, tal como lo explicó Mark Essen en una entrevista en PlayStation Blog, es curioso ver cómo el estudio independiente responde a su minimalismo usual con el ‘maximalismo’ manifestado en coloridos escenarios, modelos más detallados y muertes exageradas. Todas estas adiciones no merman la velocidad de la acción que caracteriza al juego original y hacen que el recorrer los niveles sea todo un deleite para los ojos. Además de una mayor cantidad de escenarios, algunos más desquiciados que otros, Nidhogg 2 implementa la opción de que los jugadores personalicen a su personaje. Si bien es 100% estética, esta adición contribuye a la apropiación y distinción de los personajes dentro de los combates. Son detalles como estos los que ayudan a crear una experiencia más inmersiva.

Al igual que su predecesor, Nidhogg 2 depende primordialmente del modo competitivo local. Por fortuna, la secuela ha añadido dos nuevas modalidades que solucionan en cierta medida el inevitable problema de aquellos que no cuentan con un compañero con el cual jugar. Por un lado se encuentra el modo arcade, en el que el jugador tendrá que derrotar a diez oponentes a lo largo de todos los niveles en el menor tiempo posible. Por otro lado se haya el modo multijugador en línea, el cual incluye partidas informales y clasificatorias. Cabe mencionar que estas modalidades permiten configurar el tiempo de la partida e imponer condiciones. Por ejemplo, el combate puede arreglarse de tal forma que las armas solo puedan utilizarse como proyectiles o que estas se resbalen ocasionalmente de las manos de los personajes.

Nidhogg 2

Si bien todas las novedades mencionadas logran que Nidhogg 2 se distinga de su antecesor, no contribuyen a dar más profundidad a su sistema de combate. De eso se encarga la adición más importante del título: la implementación de nuevas armas. Tal como se mencionó, estas no modifican fundamentalmente lo que es la jugabilidad; al fin y al cabo, funcionan más o menos de la misma forma que los estoques del primer juego gracias a los diferentes tipos de posiciones que conceden. ¿Cuáles son las armas que introduce la secuela? Además del estoque, los personajes pueden acceder a una espada pesada de dos manos, una daga y un arco.

Mientras que el estoque funciona exactamente igual que en el primer juego, las nuevas armas implementan una dinámica ‘piedra, papel o tijera’. Por un lado, la espada de dos manos puede desarmar a cualquier oponente que no posea la misma arma. Sin embargo, al no contar con una posición media, resulta bastante complicado reflejar las flechas del oponente que posea el arco. Por otro lado, armas como el estoque y la daga sí poseen una posición media por medio de la cual pueden devolver flechas sin la necesidad de atacar. Con la excepción del arco y flecha, el estoque cuenta con la ventaja de ser el arma con mayor alcance. No obstante, la daga puede desarmar fácilmente a un personaje que posea el estoque.

A pesar de que en un principio puede sonar algo intricado, la utilización correcta de cada arma es algo que se aprende orgánicamente en medio de los combates y —gracias al veloz ritmo del juego— no tarda en ser asimilado. Más importante, debido a que no hay una jerarquía absoluta dentro de la selección de armas ni una estrategia infalible, Nidhogg 2 no es un título que recompense el spam. De hecho, es todo lo contrario: solo aquellos jugadores metódicos, capaces de meterse en la cabeza de sus oponentes, serán dignos de caer en las fauces del Nidhogg.

Con algunas actualizaciones visuales y mecánicas que se encargan de pulir un título que ya era bastante ingenioso, Nidhogg 2 se alza como uno de los juegos competitivos no convencionales más entretenidos del año. Aunque se disfruta más en compañía de un amigo, la implementación de un modo en línea permite que las batallas se libren a lo largo de todo el mundo. Puede que el último juego de Messhof siga siendo minimalista en comparación con otros títulos, tanto independientes como AAA, pero demuestra que no siempre se requieren mundos abiertos ni finales múltiples para brindar la diversión que la mayoría busca a la hora de jugar.

Reseña elaborada con una copia digital de Nidhogg 2 para PlayStation 4 brindada por Messhof.

Haga clic para comentar

Deja tu comentario

Además no te pierdas