Nintendo nunca será una third-party

Últimamente todos parecen tener una opinión negativa de la Wii U; la última persona es Bing Gordon, un ex EA que ha estado en la industria desde 1982 y actualmente es parte de la junta directiva de compañías como Amazon y Zynga. En una reciente entrevista, Gordon afirma que Nintendo «ya está en camino de convertirse en una compañía [exclusiva] de software» aludiendo a que la Wii U será un fracaso. Y es esta posiblemente la frase más estúpida que he escuchado en el año.

Para pensar que Nintendo podría llegar a ser un third-party hay que desconocer la historia completa de la compañía desde sus inicios hasta declaraciones recientes de Iwata-san. Increíble que alguien como Gordon se atreva a hacer semejantes declaraciones sin ningún argumento.

La pregunta de oro es ¿Por qué si Sega cayó, no podría hacerlo Nintendo? La suerte de Sega no se selló de la noche a la mañana, fue una larguísima cadena de malas decisiones, la mayoría de hardware. La Sega CD, la 32X, la Nomad fueron todos dispositivos que no fueron exitosos comercialmente y llegaron uno detrás de otro. Más doloroso aún fueron la Saturn y la Dreamcast que pese a ser consolas bastante respetables con algunos de los mejores juegos jamás desarrollados (especialmente por parte de la propia Sega) se vieron empañadas por las consolas de Sony.

Las últimas consolas de Nintendo han sido tremendamente exitosas y la compañía solo ha presentado un balance en rojo durante un año fiscal (precisamente el año fiscal pasado) Aún si la Wii U fracasa rotundamente, Nintendo aún tiene bastante con qué recuperarse en términos de la 3DS y Pokémon (recordemos que en la época de la GameCube, la GameBoy Advance y Pokémon ponían siempre a la compañía en una buena posición financiera)

Quitando las comparaciones ¿qué bases habría para decir que Nintendo fracasará tan rotundamente como para tomar tal decisión? Es cierto que la Wii U aún tiene muchos críticos, pero como Iwata-san ha mencionado, la Wii también tuvo muchos críticos antes de salir al mercado. Y todos sabemos lo que pasó. Pronosticar que la Wii U será un fracaso en este momento es ridículo: ciertamente tiene una mejor posición que la Wii con una mayor presencia de los third-parties y los juegos «core», así como una audiencia Nintendo fortalecida. Eso sí, nadie dice que obviamente será igual de grande que su antecesora (incluso no es fácil saber si será más grande que todas las consolas actuales y menos que las siguientes consolas) Pero es imposible que sea un fracaso.

El peor escenario sería llegar a los niveles del GameCube que siempre fue la tercera en el mercado, pero le permitió a Nintendo fabricar juegos que vendieron 1M+ y que hoy en día son considerados clásicos. Como hace poco dijo Michael Patcher, si Nintendo vende cajas de cartón y promete que se va a poder jugar Mario Kart, sus fanáticos las comprarán. La audiencia de la gran N es la más dedicada de la industria.

¿Y si le va mal en las consolas? Siempre podría dedicarse exclusivamente al mercado de las portátiles un mercado que ha dominado por más de 20 años y no por falta de competencia: Lynx, GameGear, TurboExpress, WonderSwan, N-Gage, etc. la lista es larga. Ni siquiera Sony con la PSP y la PSVita pudo poner a prueba a las portátiles de Nintendo. Seguramente que la compañía japonesa podría sobrevivir con una consola portátil y la fuerza de sus franquicias.

Nintendo ha estado acostumbrado a crear juegos y hardware de la mano desde siempre, en muchas maneras haciendo hardware para los juegos que quiere construir. Cambiar esa sinergia no sería fácil. Iwata-san lo admitió en una reunión con los accionista de Nintendo para explicar porque Mario jamás llegará a una iPad, simplemente no se sienten cómodos haciendo juegos para un hardware que no ajustaron ellos mismos y no conocen al menor detalle.

El final de las consolas Nintendo está lejos, muy lejos de ser siquiera una posibilidad. El que no esté de acuerdo con la Wii U, basta con que lo diga. No entiendo porque hacer comentarios fatalistas que vistos en contexto los hacen ver muy mal informados.