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No Man’s Sky – La reseña

Uno de los títulos más esperados del año hace su debut. El espacio y la exploración se apoderan de nosotros gracias a No Man’s Sky.

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Desde su anuncio, el juego desarrollado por Hello Games –un estudio independiente– siempre estuvo lleno de interrogantes. ¿Es un juego de aventura? ¿Es de supervivencia? ¿Qué se podrá hacer? Sus desarrolladores se mantuvieron al margen de la controversia y solo hasta que los jugadores pudieron probarlo, se ha sabido a ciencia cierta de qué trata este juego.

Para resumir, No Man’s Sky es un juego de simulación espacial con un fuerte componente de supervivencia. Aunque tiene un objetivo claro –llegar al centro del universo– el juego no explica en ningún momento los pasos que hay que seguir para conseguir esta meta y este es, quizá, el principal encanto de la obra de Hello Games. El título es prácticamente de un jugador aunque todos los usuarios están ubicados en un mismo universo, por lo que teóricamente es posible que hayan encuentros.

El vasto universo creado para No Man’s Sky se basó en complejas ecuaciones matemáticas, y solo hace falta estar un par de horas en aquel para entender la magnitud de esta simulación generada por computador. Los jugadores no solamente viajan a través de planetas, sino incluso sistemas solares, esto sin descartar que algunos alcancen el viaje intergaláctico.

Cada planeta y sistema es diferente del otro, desde los colores en el espacio, o la estrella, hasta la cantidad y composición de estos. Hay desde inmensas rocas espaciales hasta planetas completamente selváticos llenos de lluvia ácida o material radioactivo. La flora y fauna también es completamente aleatoria y una de las principales misiones que el juego le pondrá al jugador será descubrirla (y bautizarla) en los planetas que visite.

Durante el inicio de la partida solo se contará con una pequeña nave y algunas herramientas básicas. La primera misión que ofrece No Man’s Sky es reparar la nave, como excusa, para aprender lo básico del juego: exploración, recolección de recursos y supervivencia. Por eso probablemente este juego no sea para cualquier tipo de jugador ya que estos tres puntos pueden frustrar a más de un jugador, que luego de unas horas probablemente pierda el interés por lo repetitivo que parecen las misiones y por no tener una serie de objetivos marcados claramente.

El gran aliado de la exploración espacial por supuesto es la nave, que a través de la aventura se podrá intercambiar y mejorar para realizar viajes más largos o tener mejores armas y escudos. En el caso de la exploración planetaria o en tierra firme se cuenta con un exotraje y la multiherramienta, el primero una armadura que también permite aplicar mejoras para sobrevivir a las inclemencias de los diferentes climas. La multiherramienta, por su parte, funciona como extractor de recursos, arma y detector. Todo esto para la simple tarea de encontrar materiales y mejorar la tecnología. En esto los desarrolladores han puesto un limitante, los centinelas, una especie de robots que cuidan todo el universo del abuso en la extracción de recursos.

Diplo

Algo bastante destacable en No Man’s Sky es la forma en que los desarrolladores han manejado el recorrer distancias para diferenciar las diferentes vías de exploración: lo que puede tomar horas (reales) al ir caminando, en la nave se vuelven minutos; para ir de un planeta a otro, la velocidad del motor de la nave que se escoja convertirá el recorrido de días, a minutos. Esta aproximación hace que explorar todos los rincones de un planeta sea un imposible y de cierta forma cambia el paradigma al jugador, acostumbrado a explorar el 100% en sus juegos. En No Man’s Sky esto es técnicamente inviable, y no será un crimen saltarse todo un entorno con haber visto apenas su composición.

Uno de los logros que ha conseguido realizar el equipo de Hello Games con su juego es incentivar la curiosidad de los jugadores y su capacidad de asombro. El darse una vuelta por sistemas solares, descubrir nuevos planetas y especies extraterrestres sin duda es satisfactorio para cualquiera que lo juegue, y para los jugadores más románticos, los llevará a compararlo con nuestro universo. Es emocionante llegar a una nueva galaxia y ver con qué se encuentra, o aterrizar en un planeta y apreciar su superficie.

Aunque como se ha dicho, No Man’s Sky no tiene una historia como tal, sus creadores se enfocaron en crear toda una mitología “estelar” esparcida por los planetas y sistemas solares. Al iniciar se conocerá un poco el concepto de Atlas. Posteriormente en la exploración espacial se encontrarán los tres imperios extraterrestres que –por ahora– se conocen del juego. Cada raza tiene su propio lenguaje, mitología, cultura, y será fundamental hacerse amigo de ellos y descifrar dicho lenguaje para poder comerciar óptimamente, conseguir mejoras, descubrir secretos y conocer más a fondo la mitología de este universo.

Las batallas espaciales también están a la orden del día. Usualmente éstas se dan contra piratas espaciales que quieren robar el cargamento de la nave o cuando el jugador acude a una llamada de auxilio. Este apartado, sin embargo, es un poco débil: los controles no se manejan adecuadamente a la hora de maniobrar, la velocidad de la nave se siente muy lenta y es muy difícil esquivar enemigos, especialmente cuando son muchos, así que finalmente lo que define el éxito es lo bien equipada que se encuentre la nave.

A lo largo de la exploración espacial por muchos sistemas solares se evidencian los límites que presenta el motor gráfico del juego. Aunque evidentemente no existen dos planetas iguales, si hay muchos similares en cuanto a su estructura y ecosistema; también las edificaciones “alienígenas” en todos son iguales y es extraño no encontrar ciudades o metrópolis más allá de los distintos tipos de bases, que se ubican en absolutamente todos los planetas y lunas explorados. Estas limitaciones hacen aburrido el explorar luego de decenas de horas, ya que parece que todo se hubiese visto ya.

NightDrone

Con todo y un parche que salió para el lanzamiento, No Man’s Sky todavía se ve como un juego biche que sobrepasó a sus creadores. Con ciertas combinaciones de vehículos y tecnologías, la aventura de llegar al centro del universo no se ve como un reto demasiado complejo y de hecho, si el jugador es hábil y cuenta con suerte, no tardará mucho tiempo en completar esta «misión principal», que sinceramente solo es una excusa. De igual manera, las actividades disponibles se vuelven pocas para la inmensidad del universo que se ofrece, y aunque Hello Games ha hablado de realizar mejoras, es claro que se siente que al juego le hace falta mucho más por dar.

Pese a la polémica en PC por la cantidad de problemas técnicos que ha tenido en su lanzamiento, la versión de PS4 es bastante estable y apenas presentó un par de fallos en la partida jugada para esta reseña. También sucede que en la exploración planetaria usualmente las texturas se van modificando a medida que la nave se acerca a una zona, no ha quedado claro si el juego fue diseñado así o es problema de renderización.

El juego todavía está lleno de sorpresas y de incógnitas que esperan ser descubiertas, una de estas es conocer si realmente puede existir algo como un encuentro entre jugadores conectados. Los desarrolladores se niegan a hablar al respecto y los pocos usuarios que han intentado encontrarse, no lo han conseguido del todo.

No Man’s Sky es un juego para aquellas personas con paciencia y gusto por la exploración, que quieran suspirar y experimentar coloridos viajes por el universo. Si son jugadores dedicados, interesados en recorrer mapas gigantescos y no les molesta detenerse a recolectar recursos sin necesidad de tener una historia, este juego merece un lugar privilegiado en su biblioteca.

Reseña realizada con una copia de No Man’s Sky en su versión de PS4 brindada por PlayStation Latinoamérica.

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