Party Hard – La reseña

Nunca sabes lo violento que puedes ser si no logras conciliar el sueño, mucho menos cuando matar no es un impedimento para ti; la sangre, los pixeles, la discreción, la estrategia y la calma son los factores que invaden Party Hard, el juego ambientado en las fiestas más sangrientas hasta la fecha.

Antes de entrar en lo que es Party Hard debo advertirles, sí, es como Hotline Miami (vean nuestra reseña de Hotline Miami 2: Wrong Number), tiene aires muy similares al juego publicado por Devolver Digital, pero también deben saber que tiene buenas diferencias en varios aspectos. Sus creadores son Pinokl Games, una empresa que se ha dedicado a desarrollar una gran variedad de videojuegos y que constantemente buscan incluir a nuevas personas en su equipo creativo; gracias a ellos y a TinyBuild podemos disfrutar de Party Hard (un título que cuenta con la aprobación de Notch).

Son muchos y a la vez pocos los juegos que cuentan los hechos desde otra perspectiva que no sea la de nuestro protagonista y esta característica es exactamente lo que hace que Party Hard no sea otro del montón. En el inicio, vemos una conversación entre dos personajes, un detective/inspector y otra persona cuyo rol no se define aún pero que fácilmente puede ser un periodista (con un humor que daña el ambiente). El periodista le pregunta al inspector por los hechos que han ocurrido, a lo cual, éste responde que ha perseguido a un maniático (nosotros como jugadores) que sólo asesina en fiestas, asesina a todas y cada una de las personas que hay en esas fiestas, todo con el fin de poder dormir un poco.

Entonces, veremos nuestro primer escenario y debo admitir que me ha encantado, pues el arte pixel es CASI una regla en los juegos indie, pero no todo arte pixel logra tener ambientes tan bien construidos como estos; quizás los personajes no son precisamente realistas, pero el escenario, efectos de luz, sangre, agua, fuego, entre otros, son más que perfectos si de animaciones y colores se trata, todo un «dulce para los ojos». Una vez nos acostumbremos a la belleza cuadrada del pixel, podremos movernos con el sencillo objetivo de asesinar a todos los que están en el lugar en este tutorial; los controles son intuitivos tanto para los jugadores amantes del control, como para las personas que no quitan un sólo dedo de su teclado y su mouse.

No sólo podremos asesinar con nuestro afilado cuchillo, el mismo escenario nos ofrecerá herramientas para acabar con la vida de los escandalosos y patéticos vecinos; contaremos con asadores donde podremos tirar a nuestras victimas para que se quemen un poquito, pequeños tanques de gasolina sueltos cerca de un auto, enormes bandejas con ponche que podremos envenenar, estufas que podremos encender para formar un incendio, entre otros varios interesantes recursos. Debemos prestar mucha atención a lo que nos rodea si queremos silencio en nuestro vecindario.

Otro punto importante es nuestra capacidad de correr, la cual es bastante limitada e incluso injusta; está bien que el policía logre correr más que nosotros, pero ¿por qué la gente de la fiesta puede escapar de nosotros tan fácilmente? Seguramente porque no ha dormido, nuestro personaje se cansa con mucha rapidez y puede frustrar tanto nuestro asesinato como nuestras ganas de seguir jugando.

Algo que es de resaltar es que no todos los escenarios son los mismos, claro, es obvio, pero me refiero a que hay cambios para el MISMO escenario, por ejemplo, si mueres o te atrapa la policía en un intento, en el siguiente puede que el cuarto de visitas ya no tenga esa escopeta colgada en la pared, quizás esta vez sea una habitación con poca luz y una cama donde las parejas aprovechan la soledad y las drogas. Esto no quiere decir que el escenario cambie por completo, sólo cambian en este tipo de detalles y generalmente son habitaciones sencillas (no estamos hablando de otro The Binding Of Isaac). Cada escenario que vamos completando nos va a mostrar más de la mencionada conversación entre el periodista y el detective, lo que irá completando el puzzle que es este asesino.

Mencioné antes que el escenario era importante, pero, a veces, las mismas personas nos son útiles. Así como cambian ciertos cuartos, las personas también ¿Recuerdan ese cuarto romántico para las parejas? ¿Qué pasaría si una banda de delincuentes la usan para intercambiar «la mercancía» y algo sale mal? ¡Empiezan las peleas con cuchillos! No siempre tendremos el 100% de responsabilidad de asesinar a CADA uno de los asistentes a las fiestas, muchas vece, ellos se pueden matar entre sí, tal vez por borrachos, tal vez por tus venenos. Debo resaltar que ciertos personajes como guardias de seguridad o amantes del gimnasio no serán presa fácil para nuestro cuchillo e incluso puede ser molesto enfrentarnos a estos casi gorilas, pues pueden molernos a golpes si los enfurecemos.

Uno de los aspectos que consideré más divertido de Party Hard es la cantidad de «huevos de pascua» o «guiños» a otros personajes famosos; en cada intento que hacemos por dormir, veremos una cantidad de personajes diferentes metidos en esas locas fiestas, por ejemplo; si alguien te descubre asesinando a otra persona o cargando un cuerpo, esta persona correrá desesperada a llamar a la policía (y después seguirá disfrutando de la fiesta), si escapas por una de las ventanas o puertas cierto personaje saldrá de una tubería para sellar esta puerta o ventana, un hombre alto, de bigote notorio, gorra y camisa roja con un misterioso pero iconico overol azul… En las fiestas también veremos a Heinsenberg y Jesse de Breaking Bad, o al villano más popular de Star Wars, Darth Vader, entre muchos otros personajes.

El juego tiene una falencia muy grande y es el nivel de frustración que genera en los jugadores al perder en un escenario. No sólo es molesto estar obligado a ver como el policía te golpea, te tira al suelo y te lleva al hombro TODO EL CAMINO hasta su patrulla, sino que después debemos reiniciar con la matanza desde 0. ¿Obvio, no?, Sí, pero no deja de ser algo incómodo si matas 49 personas de 52 y una logra delatarte o se arma de valor y logra matarte. Matar no es sencillo, en especial cuando debes esperar la oportunidad perfecta para matar a 1 o 2 en el baño, de MUCHAS más personas; Party Hard te obliga a ser cuidadoso y a no cometer errores, algo no muy saludable para los jugadores de poca paciencia.

En cuando a su banda sonora, el juego flaquea e incluso me atrevería a decir que es el mismo sabor de Hotline Miami, música tecno-electrónica que se repite una y otra vez en el mismo escenario, siendo algo molesto pero encaja bien con el ambiente «party» del juego.

Este año, Party Hard ganó el Indie Prize a mejor indie según la crítica y ha sido nominado en varias ocasiones para otros premios bajo las categorías de Mejor indie y Mejor diseño de juego. Tiene todo para lograrlo y ganar más aún, su arte, su ambiente, su narrativa y su jugabilidad son bastante cómodas, casi clásicas y con mucho potencial para explotar, pero, ¿será esta fiesta tan buena para asistir? ¡Vayan ustedes mismos! TinyBuild publicó en su página oficial una demo del juego (que se podría atascar mientras juegan debido a que es algo experimental por estar en la web) para que vean un poco, sólo un poco, de lo que les estoy hablando en esta reseña.

Reseña realizada con una copia de Party Hard proveída por TinyBuild Games.