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Shadow of the Colossus (PS4) – La reseña

El clásico de Fumito Ueda cuenta con una renovada fuerza en esta nueva versión de Bluepoint Games.

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Shadow of the Colossus fue lanzado en octubre del 2005 para la consola PlayStation 2. Tras su lanzamiento, el título contó con un éxito instantáneo debido a su realizado mundo y su diseño minimalista. La dirección estuvo a cargo de Fumito Ueda, quien se convirtió de la noche a la mañana en uno de los autores más reconocidos del medio. Shadow of the Colossus es considerado por muchas personas como uno de los mejores títulos en el medio, así como un argumento vital en la discusión de juegos como una forma de arte. En E3 2017 fue anunciada una nueva versión de este aclamado título, y poco después del anuncio se especificó la realidad del proyecto: el juego había sido hecho nuevamente desde cero por el estudio Bluepoint Games, bajo una supervisión parcial de Ueda.

Shadow of the Colossus cuenta la historia de Wander, quien lleva el cadáver de una mujer a una tierra prohibida. La mujer se llamaba Mono, y Wander tiene la intención de devolverle la vida. El juego empieza una vez Wander -acompañado de su yegua Agro- lleva a la doncella a un templo ubicado en la tierra prohibida. Dormin, la voz de un ente desconocido, le habla a Wander, diciéndole que podrá devolverle la vida a la doncella. La condición, no obstante, es que el joven encuentre a dieciséis colosales criaturas y les quite la vida. Estas criaturas reciben el nombre de Colosos o Guardianes. Para lograr esto Wander cuenta con una espada antigua, cuyo origen es -en ese momento- desconocido.

A primera vista podríamos clasificar Shadow of the Colossus como un juego de mundo abierto. Esta apreciación es relativamente correcta en la medida que el jugador es libre de recorrer el mundo como desee y descubrir secretos a sus anchas. No obstante, hay diferencias fundamentales entre una entrega de mundo abierto promedio y el mundo propuesto por Ueda. Entre las diferencias fundamentales está un ciclo de juego decididamente más reducido. Entendemos como un ciclo de juego la serie de pasos a seguir para avanzar a la siguiente sección del juego, en la que repetiremos el proceso.

El diseño de Shadow of the Colossus reduce la serie de pasos a tres: encontrar al Coloso, hallar sus puntos débiles y atacarlos hasta matarlo. En el espacio que otros juegos llenarían con incontables enemigos y diversas actividades, SotC pone desolados parajes. Los únicos enemigos son los Colosos, quienes hacen de niveles y jefes del juego a la vez. En descubrir cómo acabar con estas criaturas, cómo descubrir sus puntos vitales, cómo llegar a atacarlos, se encuentra el núcleo del juego. Es aquí donde el género del mismo se hace difuso, puesto que, si la exploración de su mundo es la definición de «mundo abierto», las actividades realizadas en el mismo son un híbrido entre un puzzle, un nivel y un jefe.

El trabajo de Bluepoint de traer el juego al 2018 realizándolo de cero era entonces muy ambicioso. Al contar con tan pocos elementos cualquier error puede ser fatal para la fórmula. Si las físicas no están balanceadas, el juego puede transformarse en una experiencia frustrante. Si las animaciones de combate no responden, un tercio del juego simplemente no funciona. Si son completamente idénticas al juego original se sentirá la edad que realmente tiene. El estudio estuvo maniobrando en una línea muy delgada al intentar trasladar una experiencia única en el medio a este año sin perder nada en el trayecto.

Afortunadamente los esfuerzos de Bluepoint no han sido en vano. Shadow of the Colossus para PS4 es la versión definitiva del juego en cuanto a jugabilidad y gráficas. Las animaciones fueron rehechas y responden perfectamente al control del jugador. Las renovadas físicas le añaden una dimensión extra al movimiento de Wander encima de las colosales criaturas. El mundo fue impecablemente reconstruido y dotado de un detalle incomparable a las versiones anteriores. Esto realza ante el original, otorgándole una vitalidad superior a las anteriores entregas.

Shadow of the Colossus fue reconstruido de una forma fidedigna, con un mínimo de libertades creativas por parte del estudio. La fidelidad de la versión va hasta la cinematografía y presentación del título. La reconstrucción toma absolutamente todo lo que funciona del original y lo dota de una capa de detalle extra sin opacar la estructura natural. La intención de Bluepoint Games era de una traducción literal de la fórmula, con un tratamiento respetuoso del producto primario sin anteponer tendencias de diseño más recientes. En otras palabras, esta nueva versión no arregla nada que no estuviera roto, ni cambia radicalmente la fórmula del juego.

Esta nueva versión no es carente de errores, la animación de caída puede hacer que el jugador se quede atascado cayendo entre terreno irregular. El intentar saltar a plataformas superiores puede generar que Wander simplemente aparezca sobre ellas tras desaparecer un instante. La cámara puede hacer que el jugador pierda el seguimiento de la acción. Los errores de la cámara pueden llegar a afectar la jugabilidad, especialmente a la hora de apuntar con el arco. Aunque el apartado gráfico es impecable, las sombras se generan lo suficientemente cerca al jugador para que la línea en el suelo sea notoria. Algunas decisiones de iluminación podrían hacer que algunos Colosos parezcan menos imponentes que en sus presentaciones previas, decididamente más oscuras. Estos errores pueden ser fácilmente corregidos con parches adicionales tras el lanzamiento del título.

El mundo de Shadow of the Colossus es una tierra prohibida que ningún humano ha pisado. Estos parajes desolados, no obstante, cuentan con una recompensa en su exploración. El jugador podrá encontrar objetos que aumentan su vitalidad y energía (frutos y lagartos de cola blanca), así como varios secretos en el mundo -incluyendo un guiño a The Last Guardian, otro juego de Ueda- los cuales hacen de este lugar aparentemente desértico un componente vital en el crecimiento de las habilidades del personaje. El mundo no obstante está deliberadamente vacío, y jugadores acostumbrados a las múltiples actividades de los juegos de mundo abierto que salieron después de SotC podrían llegar a extrañarlas, debido a lo reducido de las actividades en este.

El juego cuenta con opciones gráficas exclusivas para PS4 Pro, entre esas opciones está la opción de jugar a 60 cuadros por segundo o con resolución 4K. Otra de las opciones exclusivas es iluminación de alto rango dinámico (o HDR), la cual beneficia la apariencia de sectores como el templo principal. Otras opciones gráficas disponibles en todas las versiones incluyen el uso de distintos filtros de colores, así como una textura de granulado que da la apariencia de un filme viejo. Como dato extra, todas las capturas de pantalla de esta reseña fueron tomadas utilizando un filtro de mayor contraste y colores más vivos.

El control cuenta con dos versiones principales, clásica y moderna. Cada versión cuenta con una alternativa con mínimos cambios en los botones asignados. La versión moderna permite dar botes utilizando un solo botón, decididamente más confiable que la forma anterior -agacharse y presionar salto- la cual podía causar problemas en momentos de tensión. Para aquellos puristas amantes del control clásico, podrán jugar el título de esta forma si así lo desean.

Uno de los puntos más débiles del juego es el contenido extra que está disponible. El realizar retos dentro del juego desbloquea piezas de arte conceptual que incluyen paisajes, personajes e imágenes comparativas entre la nueva y la antigua versión. Yo les recomendaría a las personas que tengan acceso a la colección de PS3 que piensen dos veces antes de conseguir este título, debido a la carencia de contenido extra significativo. En la versión de PS3 se encuentran tanto Ico como Shadow of the Colossus, así como documentales del juego, vídeos de prototipos y temas para la consola, contenido que le hace falta a esta nueva versión. El juego tiene 13 años, y ha sido lanzado en tres ocasiones ya. Esta nueva versión del juego sería idónea para personas que nunca lo hayan jugado antes, o aquellos que deseen jugar nuevamente el título de Ueda pero no tienen recuerdos gratos del apartado gráfico del mismo.

Shadow of the Colossus (PS4)
8.3/10 Nota
Lo que nos gustó
Un impresionante apartado gráfico renueva la experiencia de este clásico, con controles más responsivos y una atención al detalle incomparable a las anteriores entregas.
Lo que no nos gustó
Algunos errores del juego pueden llegar a ser una molestia. El contenido extra del título podría no atraer la atención de coleccionistas o gente familiarizada con el mismo.
En resumen
Bluepoint Games ha logrado traer Shadow of the Colossus al 2018 sin pérdidas significativas en el trayecto. Los Colosos son más detallados y realizados que nunca, la jugabilidad es fluida e intuitiva. El impacto emocional del título está completamente intacto, así como su impecable dirección de arte. Para cualquier persona que nunca haya probado este título, esta es la versión definitiva sobre la cual saltar.

Reseña hecha con una copia digital de Shadow of the Colossus para PS4 brindada por Sony Latinoamérica.

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