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Sylvio – La reseña

Los fenómenos paranormales nuevamente hacen su aparición en un título que mezcla excelente diseño sonoro y ambientación gráfica.

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Qué miedo genera intentar sobrevivir en un mundo que no te ofrece más que soledad. En este caso ningún tipo de ayuda es suficiente para entender este título psicodélico que ha logrado su éxito en PC desde su lanzamiento en 2015. Sin embargo, aún le faltan muchos detalles para impresionar con su remasterización en las consolas de nueva generación.

Sylvio es un juego de terror desarrollado por el estudio sueco Stroboskop que de entrada llama la atención por su atractivo argumento: debemos sobrevivir una noche en una zona abandonada hace más de 40 años, repleta de espíritus que buscan la salvación. Tomamos el control de Juliette Waters, cuya misión es captar con sus herramientas sonoras voces del “más allá” y entender cómo estos seres murieron y de paso encontrar una guía que nos lleve por el sendero correcto para resolver los distintos misterios a los que nos enfrentamos.

Juliette Waters es un personaje interesante. Desde su infancia ha podido sentir presencias extrañas y aunque no podía entenderlas claramente, decidió dedicarse a estudiar este tipo de fenómenos sobrenaturales y convertirse en una “Voice Recorder”: una especialista en captar estos ruidos siniestros con un micrófono para luego analizarlos con detalle en un rebobinador.

Waters ha decidido investigar los hechos ocurridos en un pueblo fantasma que fue declarado inhabitable por un derrumbe que destruyó todas las edificaciones, dejando un gran saldo de muertos. Como investigadora decide adentrarse en pueblo olvidado para conocer y ayudar a los espíritus del lugar, pero no sabe que muchas de esas ánimas no tienen intenciones de “ascender” y buscarán todas las formas para que esa curiosa chica se una al club de los muertos.

Esta mezcla de survival horror con terror psicológico jugará con los límites de nuestra imaginación al plantearnos situaciones y retos que no tienen lugar en la realidad que vivimos. Desafortunadamente, algunas licencias creativas y narrativas pueden desconectar un tanto a los jugadores a tal punto de creer que todas las situaciones que se presentan en el juego suceden sin explicación.

El diseño de escenarios es destacable ya que logran ambientar de forma exitosa un territorio desolado y lleno de incertidumbres, aunque mucho a lo que nos enfrentamos no es más que vastos espacios vacíos y carentes de interacción. La idea de generar un mundo abierto es interesante, pero si no se explota al máximo y sólo recorreremos grandes distancias para encontrar absolutamente nada no tiene punto.

Este juego nos exige algo de paciencia para avanzar, pues superarlo requiere resolver puzles y acertijos que pueden resultar un poco confusos por falta de pistas. Debemos usar el rebobinador para acelerar, ralentizar y devolver las cintas que grabamos con el objetivo de encontrar palabras ocultas que resuelvan alguna incógnita. Es una propuesta mecánica realmente interesante, aunque se puede tornar un poco repetitivo hacia el final del juego.

Aunque los monstruos en muchos juegos de terror cobran un rol importante, tanto para enfrentarlos como para evitarlos, en Sylvio no es realmente el caso. Ocasionalmente somos perseguidos por espíritus malignos con forma de “mini agujeros negros”, cosa que es más molesto que retador, y las batallas contra los jefes de cada nivel tampoco son mayor inconveniente: son siluetas gigantes que giran sobre su propio eje expulsando un tipo de miasma que nos hace daño. Hay poca adrenalina o emoción al encararlos.

Nuestra única defensa es un arma de presión que puede disparar cualquier tipo de elemento que pueda introducirse en ella, como clavos, piedras e incluso unas especies de frutas que estallan al contacto. Las mecánicas de combate no están muy desarrolladas y están en un segundo plano a la historia del juego.

Un punto muy alto de la experiencia es el diseño sonoro. La música genera mucha tensión en los distintos escenarios y los efectos de ambiente son vitales para generar en el jugador una desconfianza constante a medida que se avanza por los solitarios campos del pueblo fantasma. Además, es curioso que durante algunas ocasiones se pueda escuchar canciones basadas en música country porque estas recrean de manera indirecta junto a los escenarios los años veinte de los estados sureños de Estados Unidos. Nunca especifican dónde estamos exactamente, ni cuándo, pero estas pistas son más que suficientes para hacernos una idea.

El argumento del juego realmente es confuso al principio porque no se detalla con exactitud cuál es el hilo conductor de la historia. Sabemos lo que debemos hacer, pero no tenemos clara la razón. Sin embargo, a medida que se desarrolla la trama tenemos una visión más clara de lo que sucede y la historia se vuelve muy interesante, tanto que dan ganas de saber más. Pero el juego hace bien en mantenernos ansiosos constantemente, frenando el flujo de información, impulsándonos a descubrir los secretos o frustrándonos un tanto.

Sylvio es un juego difícil de descifrar si no se tiene buena disposición y paciencia para desenterrar su historia que demora en desenvolverse. Argumentalmente está muy bien diseñado, pero los problemas temporales que tiene el hilo conductor nos pueden llegar a confundir. Técnicamente el sonido y la musicalización pasan la prueba con honores, pero la jugabilidad es algo básica y deja mucho que desear.

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