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Tekken 7 – Reseña

Ha llegado la hora del enfrentamiento final entre Heihachi y Kazuya Mishima. ¿Quién quedará en pie? Solo hay una forma de averiguarlo…

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Si alguien pregunta qué es lo que distingue a la franquicia Tekken de otras series del género de peleas como Street Fighter y Mortal Kombat, la respuesta más evidente es su sistema de combate. Aunque esto se debe en buena medida a que es un ‘3D Fighter’, mientras que las otras dos series mencionadas son ‘2D Fighters’, la franquicia de Tekken ha tenido más de dos décadas para perfeccionar su propia fórmula. Fue gracias a la capacidad de controlar independientemente cada extremidad de los luchadores —lo cual permite ejecutar una gran variedad de combos que intercalan golpes bajos, medios y altos— que ésta no tardó en volverse una de las franquicias de pelea más famosas del mundo. Sin embargo, si hubiera que señalar otra característica distintiva, no se puede olvidar la importancia del drama familiar de los Mishima en la historia principal de la serie.

Con cada nueva entrada de la franquicia se revelaban detalles inéditos sobre la familia Mishima y su participación en diversos eventos dentro del universo de Tekken, los cuales a su vez causaban que aparecieran nuevos personajes. Tras casi 23 años de lanzamiento del juego original, resulta curioso recordar cómo la serie comenzó con una simple historia de venganza entre padre e hijo. No obstante, a pesar de que la rivalidad entre Heihachi y Kazuya Mishima ha sido el principal propulsor de la trama, de vez en cuando es necesario agitar las cosas para evitar caer en la rutina. Por fortuna, parece que Tekken 7 fue diseñado con esto en mente.

Disponible en arcades japonesas desde 2015, la versión inicial de Tekken 7 implementó inicialmente cuatro nuevos luchadores —Katarina Alves, Claudio Serafino, Lucky Chloe y Shaheen— y dos nuevas mecánicas que incentivaban un estilo de juego más agresivo. La primera adición fueron las Rage Arts, poderosos movimientos que solo pueden realizarse cuando la vida del personaje está por debajo del 30%. La segunda fueron los Power Crush, ataques que conceden armadura al personaje que lo utiliza y le permite resistir los ataques enemigos —mas no anular su daño— para ganar momentum. Sin embargo, estas dos mecánicas no fueron las únicas en arribar a la versión para consolas de Tekken 7.

Un año después, Bandai Namco Entertainment lanzó una versión actualizada del juego para arcades titulada Tekken 7: Fated Retribution. Esta no solo añadió a Akuma como personaje invitado, además de otros muchos que ya habían aparecido previamente en la franquicia, sino que implementó una nueva mecánica. Esta consistió en los Rage Drives, ataques únicos de cada luchador que poseen aplicaciones muy específicas. El utilizar esta habilidad implica sacrificar la posibilidad de realizar Rage Arts, las cuales fueron rebalanceadas de tal forma que su daño fuera inversamente proporcional a la vida del jugador. En otras palabras, harán daño máximo si al jugador solo le queda un mínimo porcentaje de vida.

Estas tres mecánicas —Rage Arts, Power Crush y Rage Drives— están presentes en la versión para consolas de Tekken 7 y logran distinguir al juego de sus predecesores. Si bien ya se mencionó que estas mecánicas incentivan un estilo de juego más agresivo, cabe mencionar que también implican una serie de riesgos. Por un lado, los Power Crush de todos los personajes pueden castigarse si se dominan los pasos laterales y se sabe identificar la animación específica del ataque contrario. No obstante, esto no evita que la técnica pueda ser abusada, sobre todo al tener en cuenta el estilo de juego que incentiva Tekken 7. Si la animación del Power Crush comienza antes de que impacte el ataque contrario, el primero dará de lleno y —dado que cuenta como un contraataque— causará más daño.

Tekken 7 - Yoshimitsu

Por otro lado, mientras que los Rage Drives son técnicas con aplicaciones muy específicas, las Rage Arts tienen como única finalidad cambiar el rumbo de la batalla. Dado que están disponibles cuando el personaje tiene menos del 30% de su vida, el ritmo del combate suele cambiar cuando uno o los dos jugadores tienen poca vida. Es gracias a ese escenario que comienza un metajuego en el que el objetivo es hacer que el oponente se descuide y deje su guardia abierta para realizar exitosamente una Rage Art.

Con excepción de las tres nuevas mecánicas, aquellos que hayan jugado Tekken 6 y Tekken Tag Tournament 2 sabrán cómo desenvolverse en la última entrega de la saga. Al fin y al cabo, como en anteriores entradas de la serie, los 38 personajes controlables de Tekken 7 cuentan con decenas de movimientos con aplicaciones específicas. En esto último radica la clave para volverse bueno en la escena competitiva: identificar las ventajas y falencias de todos los personajes para saber cómo evitarlas y explotarlas, respectivamente.

Ya que se ha dedicado una buena porción de la presenta reseña a explicar los cambios en la jugabilidad, el resto se encargará de cubrir lo que son las modalidades de juego. Por supuesto, dada su relevancia en la publicidad de Tekken 7, se comenzará hablando del modo historia.

Tekken 7 - Paul & Law

A diferencia de anteriores juegos de la franquicia, Tekken 7 abandona el formato tradicional de contar historias individuales por medio de los finales de cada personaje en el modo arcade. Si bien esta modalidad aún está presente, ya no tiene relevancia narrativa. En esta ocasión, la trama es narrada por episodios y desde el punto de vista de un periodista que investiga la historia de la familia Mishima. Aunque las experiencias de este nuevo personaje son el hilo conductor de la trama, ésta no tarda en presentar directamente los eventos ocurridos después de que Jin Kazama derrotara a Azazel en Tekken 6. Desaparecido tras su combate con el demonio, el conglomerado Mishima queda sin un líder en medio de un enfrentamiento abierto con la Corporación G, dirigida por Kazuya Mishima. Sin embargo, el resurgimiento de Heihachi Mishima da inicio a un nuevo enfrentamiento entre padre e hijo que sumirá al mundo en el caos.

A medida que se avance en la historia principal, se desbloquearán episodios de personajes. Estos consisten en batallas individuales protagonizadas por aquellos personajes que no tienen un papel activo ni relevancia en la trama principal. Cada uno de estos combates comienzan con un pequeño contexto del luchador y concluye con una escena cinematográfica. Mientras que algunas resultan simpáticas y/o aportan a la mitología del universo de Tekken, otras resultan completamente irrelevantes dentro de la trama general.

Ya sea en la historia principal o en los episodios de personaje, los jugadores novatos pueden acceder a un atajo de técnicas que facilitará el combate. De esa forma podrán disfrutar de la trama, que destaca principalmente por el peso de la rivalidad entre Kazuya y Heihachi, además de los combates en los que participa Akuma. Con la excepción de contados momentos, la trama de Tekken 7 pasa como aceptable debido a que no se siente como el fin de un arco argumental. Esto se debe en buena medida a que se dejan múltiples cabos sueltos, además de uno que otro hueco argumental, que claramente se retomarán en una secuela. Aun así, sobre todo si se es un fanático de la serie, el enfrentamiento final entre Kazuya y Heihachi carga con suficiente peso como para perdérselo.

Tekken 7 - Akuma

Si después de superar el modo historia hay jugadores que se sientan perdidos con respecto a la historia de la franquicia, Tekken 7 posee una galería con conceptos de arte, escenas cinematográficas y resúmenes animados de cada juego de la serie. No obstante, estos videos e imágenes deben comprarse con dinero in-game. Por fortuna, este se puede conseguir fácilmente por medio de ‘combate por tesoros’. Si bien cualquier pelea —ya sea en línea o local— concede dinero y experiencia para subir de rango, esta nueva modalidad consiste en enfrentamientos consecutivos que recompensan al jugador con dinero e items personalizables.

¿Items personalizable? Así es, ya que en Tekken 7 permite personalizar a todos los luchadores con decenas de trajes, peinados y accesorios. Por supuesto, estos objetos no poseen efectos dentro del combate y únicamente tienen como fin incentivar la creatividad del jugador. Cabe aclarar que la apariencia de los luchadores no es lo único que se puede personalizar, ya que el HUD —la barra de vida y la tarjeta de jugador, para ser más específico— puede modificarse con diferentes modelos. Adicionalmente, se puede determinar qué melodía se reproduce en un escenario específico. Esto último no resultaría tan especial de no ser porque Tekken 7 contiene toda la música de los anteriores juegos de la serie.

Tekken 7 - Bryan

En lo que respecta al combate en línea, este es el principal punto negativo de Tekken 7. Aunque puede corregirse con un parche, el netcode del último juego de la franquicia actualmente no está a la altura de otros títulos del género como Injustice 2 y Guilty Gear Xrd REV 2. Al unirse a una partida clasificada o de jugador, será ocurrencia general que se cancelen espontáneamente los combates o la conexión de los jugadores no se sincronice en lo absoluto. La única modalidad en línea que funciona consistentemente es el modo torneo. Sin embargo, el lag está presente en la mayoría de las partidas y a veces se vuelve injugable el modo en línea.

Para finalizar, está el modo entrenamiento. A diferencia de otros juegos de pelea recientes, que le dan prioridad a que el jugador domine las mecánicas básicas al incluir tutoriales, el de Tekken 7 actúa como un modo que posibilita probar múltiples escenarios y así refinar estrategias. Lo que carece en tutoriales, lo compensa con las opciones de personalización para la inteligencia artificial.

Tekken 7
8/10 Nota
En resumen
No se puede afirmar con total certeza que es el mejor juego de peleas de esta generación, pero Tekken 7 es sin duda un título infaltable para los fanáticos de la franquicia y aquellos que busquen un juego con un sistema de combate más complejo. Aunque por el momento no es recomendable para aquellos que disfruten luchar en línea, las modalidades locales y las múltiples opciones de personalización lo hacen un título perfectamente agradable en compañía de un amigo. Una vez Bandai Namco Entertainment refine el netcode, Tekken 7 podría alzarse como una de las mejores entradas de la franquicia. Hay que disfrutar del presente, pero también es prudente esperar qué depara el futuro de la serie…

Reseña hecha con una copia digital de Tekken 7 para PlayStation 4 brindada por Bandai Namco Latinoamérica.

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