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Iceman, homosexualidad en cómics y la importancia de la representación

Ya nos enteramos, Iceman es gay. ¿Son importantes este tipo de representaciones en el entretenimiento?

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Hace unas semanas vimos una noticia que quizás causó más revuelo del que debería. Todo viene del #40 de All New X-Men, donde fue revelado que Iceman, uno de los fundadores del grupo de mutantes, es homosexual. Las páginas de este cómic y el hecho que mostraba aparecieron en cuanto sitio web relacionado con el tema puedan imaginar y, por supuesto, los enérgicos reclamos de los fans no se hicieron esperar.

Es normal que las voces de queja aparezcan con una noticia de este estilo; después de todo vivimos en una sociedad a la que le cuesta aceptar lo diferente y ver que cada persona encierra un mundo distinto. Por un lado estos reclamos surgen de la homofobia, que ataca a personas –y personajes como Iceman– defendiendo ideas religiosas o políticas (muchas veces injustificadas) que buscan mantener el status quo, aunque esto signifique afectar el bienestar de un individuo o grupo. Se reza que un hombre debe estar con una mujer y priorizar la procreación de nuevas generaciones mientras se niega la existencia de personas que simplemente no podemos encajar en ese molde; es por esto que hacer visibles a distintas personalidades, reales o ficticias como Iceman, es importante para recordarle al planeta que la vida no funciona en línea recta, con un pensamiento uniforme entre las personas y donde el arcoíris solo tiene un par de colores.

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Otros detractores de la homosexualidad de Iceman basan sus argumentos en lo que muchos llaman “agenda gay”, un término peyorativo para restar importancia a los esfuerzos para visibilizar a las personas LGBTI y su participación en este sistema conocido como “humanidad”. Afirman que ahondar en las orientaciones sexuales y hacerlas públicas no es más que un dispositivo bien para propagar una ideología homosexual (que no existe) o para subirse a un tren publicitario que usa la diversidad sexual como un anzuelo para ganar más consumidores y aunque este último argumento no es del todo falso, tampoco se trata de algo negativo. Los detractores de la revelación de Iceman la cuestionan basándose en su pasado y en las relaciones que ha tenido a lo largo de los cómics, pero lo que en verdad importa es darle al público una imagen positiva de lo que significa ser homosexual o cualquier otra de las variaciones en orientación y género, y de paso otorgar poder a quienes hacemos parte de esta población.

Con poder no me refiero a la capacidad de forzar ideas y acciones en quienes y en lo que deseemos, sino a empoderarnos de nuestra participación en las muchas expresiones que derivan de la vida humana, y como resultado saber que tenemos un lugar en el mundo. El entretenimiento, al igual que la política, es una de las mejores formas de crear en las personas un sentido de identidad, no solo hacia una bandera o un grupo, sino también a sí mismas, pues nos muestra que no estamos solos y que existen otros enfrentando los mismos conflictos que presenta la vida. Esta es la importancia de Iceman como superhéroe homosexual, pues sirve como recordatorio de la extensa diversidad presente entre la raza humana y, aunque se trate de un sujeto vestido con spandex, es un reflejo de la experiencia humana, al igual que las vidas de los demás personajes en cómics, películas, videojuegos, etcétera.

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En X-Men, por ejemplo, siempre tuvimos la analogía de los mutantes que deben ocultar y sobrellevar las habilidades especiales que poseen, enfrentándose no solamente a los típicos villanos sino a quienes que se niegan a entender y aceptar sus diferencias. Gracias a esto muchos lectores que no encajan con las normas sociales que a veces quieren hacerse pasar como universales, pudieron identificarse con un personaje o una historia y saber que seguramente hay muchos otros viviendo situaciones similares. El mismo Iceman, durante la escena en la que nos enteramos de su orientación sexual, habla sobre esta situación, comentando que su versión del futuro fue un personaje que nunca demostró su verdadero ser “porque quizás no pudo apañarse con ser mutante y gay en una sociedad que tiene problemas con ambos”.

Para quienes se encuentren en un proceso de descubrimiento o aceptación, ver que uno de los personajes más conocidos de un cómic, una película o un videojuego enfrenta una situación similar funciona como un punto de apoyo para entenderse mejor a sí mismo y saber que a pesar de todos los obstáculos puede llevar una vida satisfactoria y feliz. Es así que los ejemplos positivos de lo que significa tener una sexualidad o género diversos se convierten incluso en un asunto de salud pública, pues le muestra a la gente que los estereotipos no aplican en muchas ocasiones, evitando que los involucrados tomen decisiones equivocadas sobre su existencia, como el suicidio, o adquieran un estilo de vida que no va de la mano con su bienestar.

Estos buenos ejemplos existen en X-Men más allá de Iceman y de mucho tiempo atrás. En 1992 Marvel reveló que Northstar, héroe con velocidad superhumana y capaz de generar fuertes destellos de luz, era gay, todo en un intento de recordarle a los espectadores –dentro y fuera del cómic– la existencia del VIH/SIDA y cómo prevenirlo, en una historia que envolvía la muerte de un bebé infectado en el vientre de su madre con este virus. Veinte años después, en 2012, la famosa compañía de cómics nos mostraba a Northstar proponiendo matrimonio a su novio de muchos años, Kyle Jinadu, quien a su vez es afrodescendiente. A diferencia de otros superhéroes que estuvieron por casarse (Alan Scott/Linterna Verde, te estoy mirando), Northstar y Kyle celebran su matrimonio en el #51 Astonishing X-Men. Esta historia fue producto de la legalización para el matrimonio de parejas del mismo sexo en Nueva York y, según declaraciones de Marvel, sus cómics siempre intentan responder y reflejar lo que sucede en el mundo real.

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No se trata solamente de representar a la población LGBTI, sino de reflejar en su totalidad la diversidad humana, representada en distintas creencias religiosas, lugares de origen y etnias y, por supuesto, el género, de las que es muy importante tener muestras adecuadas en el entretenimiento. Con esto me refiero a mostrar en las páginas o en la pantalla estilos de vida sanos que puedan inspirar al espectador y enseñarle acerca de lo amplia y compleja que resulta la existencia humana, y no reducir a quienes tienen una sexualidad diversa a papeles poco importantes, o incluso a simplemente ser un alivio cómico. Kyle Jinadu, esposo de Northstar, aplica como un hombre afroamericano, que a la vez es homosexual, mostrando dos espectros de minorías que usualmente no cuentan con una representación correcta.

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Kamala Khan, Ms. Marvel

Afortunadamente en Marvel podemos encontrar varios personajes que abarcan un buen terreno en cuanto a diversidad se trata, como Kamala Khan (Ms. Marvel), una adolescente pakistaní-americana y musulmana protagonista de su propia serie de cómics, además de ser un miembro de The Avengers; Miles Morales (Ultimate Spider-Man) es otro personaje importante que no se ubica dentro del estereotipo de héroe blanco heterosexual, pues se trata de un joven con ascendencia negra y latina que se encarga del típico trabajo del personaje arácnido: derrotar temibles villanos y ser un estudiante “común”.

Pero no solo estamos hablando de Marvel, la otra gran compañía de cómics, DC, también tiene algunos casos de personajes diversos. Barbara Gordon, gran ejemplo de una persona en condición de discapacidad, queda paralítica a causa de un disparo de parte del Joker, así abandona su labor como Batichica, pero no de superheroína, pues pasará a ser conocida como Oráculo y continuará apoyando a Batman, creando uno de los sistemas informáticos más poderosos del mundo. Otro personaje del universo del Caballero Oscuro, Batwoman, es lesbiana y tiene una relación de mucho tiempo con Maggie Sawyer; su amor era tal que los escritores del cómic intentaron casar a los dos personajes, algo que los editores no permitieron. DC argumenta que esta decisión no se basó en la sexualidad del personaje, sino en cómo un matrimonio podría interferir en posibles historias a futuro. Esto lo dice una de las compañías que ha reiniciado su universo general un par de veces, y quienes además casaron a Superman. De cualquier manera, es bueno que tengan algo de diversidad dentro de su catálogo de personajes.

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La representación en distintos medios del entretenimiento es importante porque hace parte de la actividad política del hombre, solo que de una manera mucho más cercana; algunos podrían tildar a estas formas de expresión como contenido ligero, pero su papel en la formación de la sociedad tiene un impacto bastante importante, precisamente porque es más accesible al público general. Esta es la razón detrás de la búsqueda por buenos modelos a seguir, no solo en cómics, sino en toda la industria del entretenimiento, pues son capaces de forjar una idea en la mentalidad colectiva con la misma fuerza que da vida a los estereotipos –ideas que pocas veces llevan a resultados positivos. En un mundo ideal que se revelara la homosexualidad de un personaje o una persona real no debería causar mayores reacciones, pero lamentablemente no vivimos en esa realidad; sin embargo, son de agradecer los esfuerzos que vemos ahora con más frecuencia, como es el caso de Iceman.

 

2 Comentarios

2 Comments

  1. Sir Laguna

    30 de abril del 2015 at 15:45 pm

    Muy buen artículo. me recordó también que hace poco revelaron que Catwoman era bisexual (sorprendiendo a absolutamente a nadie). Pero dado que el lesbianismo y bisexualidad es «aceptado como algo sexy» no levanta la misma ampolla que ejemplos como los que da aqui de Iceman o de Northstar

    En fin, para complementar con mi artículo: https://gamerfocus.co/cinetv/stormtroopers-negros-y-cazafantasmas-mujeres-por-que-tanta-rabia-por-eso/

    • toraplu

      2 de mayo del 2015 at 7:44 am

      ¡Gracias! Y sì, es una triste realidad eso de ver a las lesbianas o bisexuales como un elemento erótico. Algo así pasó con Batwoman y Maggie Sawyer porque todo estuvo bien mientras las tenían dándose besos y siendo sensuales, pero cuando los escritores quisieron darle algo más serio a la relación, DC dio su rotundo «no».

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