Activision va de escándalo en escándalo.
No ha terminado enero y más de 5000 trabajadores de la industria de los videojuegos perdieron sus trabajos.
Tampoco se niega a una adquisición de Microsoft en el futuro.
Hora de expandir nuestras memorias de almacenamiento...
Un movimiento audaz de cara al próximo año fiscal.
Todo está consumado.
Lo único que no se le pierde a Activision es el absurdo sueldo de Bobby Kotick.
A pesar de lo que dice la empresa, parece que sería el final de la liga.
Pero el Reino Unido se sigue oponiendo.
Por una módica suma pueden saber dónde están sus enemigos.
Block of Duty.
Esa compra parece cada vez más lejos de hacerse realidad.