En un momento durante el largo periodo de desarrollo de Cyberpunk 2077, CD Projekt Red anunció que no solo pensaba lanzar el juego, sino también un ‘anime’ basado en este. No era raro oír sobre proyectos transmedia, pero estos solían ser cancelados en silencio. No le dimos demasiada importancia, pero en este caso sí se hizo realidad. El ‘anime’ Cyberpunk: Edgerunners ya está en Netflix y para nuestra sorpresa, es mucho mejor de lo que esperábamos de una obra inspirada un videojuego.
Esta serie de 10 episodios no es exactamente una adaptación del popular e infame título de 2020. Se trata de una historia diferente a la de V, pero desarrollada en el mismo mundo. Toma tanto elementos tanto del videojuego como del juego de rol de mesa, pero es posible disfrutarla aunque no se conozca nada de la franquicia.
En lugar de V tenemos a David Martinez. Este joven de clase baja asiste a una escuela de la alta sociedad de Night City gracias a los esfuerzos de su madre, que siempre se ha sacrificado para asegurarse que su hijo “llegue lo más alto posible”. Pero un terrible accidente y los problemas económicos que se acumulan hacen que este chico no tenga más remedio que volverse parte del mundo criminal.
Igual que otros ‘anime’ del afamado Studio Trigger —como Kill La Kill, Promare y la también disponible en Netflix Little Witch Academia— Cyberpunk: Edgerunners entra por los ojos. En este caso se debe especialmente al uso del color. El neón que tanto representa a este subgénero se refleja con mucha belleza en los personajes, además es usado como un perfecto indicador de tono. El “amarillo chillón” que tanto identificó al juego está presente en el protagonista y le da mucha personalidad a la introducción de cada capítulo.
Como era de esperarse, la acción es dinámica y muy intensa. Aprovechan bien los efectos de los implantes cibernéticos —’cromos’— de los personajes para crear efectos muy vistosos y secuencias de máxima brutalidad. Esta es una obra extremadamente violenta. Una gran parte del ‘gore’ y la sangre parece gratuita y solo está allí para crear impacto. Pero no se puede negar que funciona y llama la atención.
Algo similar se puede decir de las escenas de sexo. Hay algunos momentos que no parecen ser más que ‘fanservice’, pero la desnudez sí juega un rol importante en la historia para representar intimidad, vulnerabilidad y definir cuerpos que son “menos humanos” a medida que se llenan de ‘cromo’.
Es alrededor de esto que gira la temática del ‘anime’. Aquellos que estén familiarizados con el videojuego y los juegos de rol de mesa conocen la ciberpsicosis, una enfermedad mental disociativa causada por las mejoras cibernéticas en el cuerpo. La serie maneja bastante bien la amenaza de sufrir esta condición que pende sobre las cabezas de los protagonistas. Tristemente, no se dedica a analizar qué significa que las personas se vean en necesidad de recurrir a los ‘cromos’ a pesar del peligro que representan.
Inicialmente, esta parece una serie de ‘anime’ de acción como tantas otras, solo que en escenarios que algunos van a reconocer de un videojuego. Durante los primeros episodios reconocimos varios clichés sobre el protagonista, su mundo ‘cyberpunk’ y los compañeros de la pandilla a la que eventualmente se une. Pero a medida que avanzan los capítulos la serie se va convirtiendo en “algo más”.
Nunca abandona completamente los arquetipos del género e incluso cae en algunos tropos aburridos, como el de la damisela en apuros, pero la trama sí madura bastante. Todo desemboca en una batalla épica de dos episodios de duración que nos dejó impresionados. Además, cuenta con la aparición de un personaje muy temido de los juegos.
David Martinez, el protagonista de Cyberpunk: Edgerunner, es un gran personaje. Inicialmente es fácil simpatizar con él debido a lo mucho que sufre por culpa de un capitalismo desmedido que no se diferencia mucho del nuestro. Parece el típico novato torpe pero que se sale con la suya porque “es especial”, pero evoluciona mucho a lo largo de los diez capítulos.
David se sumerge más y más en el infierno criminal de Night City y observamos preocupados cómo pierde su humanidad poco a poco. A su lado está Lucy, una bella y misteriosa ‘netrunner’ que parece ser la ‘femme fatale’ de turno —pasado trágico incluido— pero termina siendo un tipo de persona muy diferente gracias a su relación con el protagonista.
Los demás personajes cuentan con diseños increíbles y están muy bien trabajados en cuanto a personalidad, pero hubiéramos agradecido algo más de trasfondo. Podemos asumir cómo fue el pasado de alguno de ellos, como Maine, gracias a algunas secuencias sin contexto y diálogos sueltos. Pero los demás no reciben ni siquiera ese beneficio. Falco, que resulta de vital importancia en los últimos episodios, ni siquiera tiene una presentación adecuada.
Ya que hablamos de los personajes, hay que mencionar el fantástico trabajo de doblaje al español latino que tiene esta serie. Sí, las voces en japonés son excelentes y la presencia de nombres populares como Matthew Mercer y Giancarlo Esposito llaman la atención sobre la versión en inglés, pero vale la pena escucharla en nuestro idioma, así sea solo para escuchar cómo se insultan los personajes.
Por todo esto Cyberpunk: Edgerunners es uno de esos ‘anime’ en los que queremos empezar un episodio tan pronto termina el anterior, por eso es bueno que estrenaron todos los capítulos al mismo tiempo en Netflix.
La música de la serie también es sensacional. Seguramente esperan escuchar algo mucho ‘synthwave’, ya que es el tipo de música que suele acompañar a las obras ‘cyberpunk’. Se van a llevar una sorpresa cuando escuchen This fire de la banda de rock británica Franz Ferdinand como ‘opening’. El compositor de la banda sonora es Akira Yamaoka y aunque no falta la música “pesada” de sintetizador, no faltan melodías más lentas y ambientales que no estarían fuera de lugar en un Silent Hill.
Sabemos que el videojuego Cyberpunk 2077 decepcionó a muchos en su lanzamiento, aunque ha mejorado mucho desde entonces. Pero no importa si no les gustó o si nunca lo jugaron. La verdad es que Cyberpunk: Edgerunners es un ‘anime’ de Netflix muy emocionante, visualmente muy atractivo y que pueden disfrutar incluso si no son amantes de este subgénero de la ciencia ficción.
[rwp-review id=»0″]
Descubre más desde GamerFocus
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Cyberpunk: es una de las mejores series que he visto, me encantaría una segunda parte