Ha pasado mucho tiempo desde que vimos a Tanjiro, Nezuko, Inosuke y Zenitsu abordar el tren que los llevaría a nuevas aventuras en el final de la primera temporada del ‘anime’ Kimetsu no Yaiba (Demon Slayer, también conocido como Guardianes de la noche en España). La espera fue larga, pero la continuación de la historia finalmente llegó a los cines de Colombia en la forma de la película El tren infinito.
Esto es inusual. Por lo general, las películas basadas en series de ‘anime’ son independientes de la trama principal y no siempre son parte del canon. En este caso, esta película es obligatoria para todos aquellos que quieran seguir viendo la ya anunciada segunda temporada. ¿Pero esta historia es realmente tan buena como para justificar su llegada a la pantalla grande? Vamos a descubrirlo en esta reseña.
Kimetsu no Yaiba (Demon Slayer) la película: el tren infinito es una adaptación de los capítulos del 54 al 69 del ‘manga’. Tanjiro y sus amigos se unen a Kyojuro Rengoku, el pilar del fuego, en un tren en el que han desaparecido múltiples personas debido a las acciones de un demonio. El responsable es Enmu, una de las ‘lunas menguantes’ al servicio de Kibutsuji que tiene la habilidad de manipular los sueños. Los protagonistas se ven atrapados en sueños felices mientras corren el riesgo de ver destruidas sus almas por los secuaces del demonio.
¿Pilar del fuego? ¿Lunas menguantes? Si no saben de qué estamos hablando es porque no han visto la primera temporada del ‘anime’. En ese caso, no les recomendamos que vayan al cine a ver esta película. Aunque van a disfrutar de un par de intensas secuencias de acción e interesantes diseños de personajes, no van a entender mucho de la historia. Parte del núcleo emocional de la película gira en torno a lo que le ocurre a la familia de Tanjiro al comienzo de la serie y no va a tener el mismo efecto en quienes no hayan visto esos episodios.
Pero los fanáticos de Kimetsu no Yaiba (Demon Slayer) que se encuentren al día con la serie sí van a disfrutar mucho con lo que les ofrece la película El tren infinito. Kyojuro Rengoku es un gran personaje con una personalidad muy divertida. Verlo en acción es supremamente satisfactorio. Por su parte, Tanjiro evoluciona como personaje al tener que confrontar su trágico pasado mediante sueños y presenciar el poder de los enemigos que enfrentará en el futuro.
Tristemente, no todos los personajes reciben la misma atención. Los sueños de Inosuke y Zenitsu no nos enseñan nada nuevo sobre esos personajes o sus trasfondos. En su lugar, prefieren profundizar en los elementos cómicos de sus personalidades de una forma no muy original. Afortunadamente para los fanáticos del ‘cabeza de jabalí’, él participa de forma activa en la batalla contra Enmu al lado de Tanjiro, pero quienes quieran ver en acción a Nezuko y Zenitsu van a quedar decepcionados. Su participación en combate es muy breve.
Pero volvamos a la pregunta inicial. ¿Qué hace tan especial a Kimetsu no Yaiba (Demon Slayer): el tren infinito como para que sus creadores decidieran hacer una película en vez de capítulos regulares de la serie? Honestamente, nada. Es verdad que este filme cuenta con una animación más pulida que la de la serie, efectos CGI y una ostentosa banda sonora que se salen del presupuesto de un episodio normal. Pero no es nada que no se hubiera podido presentar de la forma usual. No hay realmente una razón de peso por la que esta historia tuviera que ser un largometraje en lugar de cuatro o cinco episodios de la serie.
La única explicación es que quisieron aprovechar la enorme popularidad de la serie para llevar a los fanáticos a las salas de cine. Para bien o para mal, el experimento dio resultado. A pesar de la pandemia del COVID-19, este filme ya se convirtió en una de las producciones japonesas más taquilleras de todos los tiempos.
Eso sí, no podemos negar que ver en la pantalla grande un evento como la pelea de Rengoku contra el demonio Akaza es una gran experiencia. Este es, sin duda, el combate más impresionante del ‘anime’ hasta el momento. Resulta curioso que la mejor secuencia de la película resulte algo forzada en la historia. Verán, Akaza aparece de la nada y sin mucha justificación cuando los personajes ya derrotaron al villano principal. Este es un cliché común del ‘shonen’, pero no podemos negar que resulta torpe a nivel narrativo. Afortunadamente, este enfrentamiento es tan emocionante que es fácil perdonar ese pequeño pecado.
Si de verdad están interesados en ver Kimetsu no Yaiba (Demon Slayer) la película: el tren infinito en cines, pero no han visto la serie, les recomendamos hacer una pequeña maratón del ‘anime’ aprovechando que la primera temporada de 26 episodios está disponible en Netflix. Aunque no es una historia muy original y sigue la estructura a la que nos tienen familiarizados muchos otros ‘shonen’, está llena de personajes carismáticos y buenos combates.
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