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Ad Astra: Hacia las estrellas – Reseña

¡Brad Pitt en el espaaaaaaciooooooo!

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Cuando pensamos en aventuras espaciales, nuestra mente suele dirigirse a historias que están más cerca de la fantasía que de la ciencia ficción. Pensamos en Star Wars, Alien, Viaje a las estrellas e incluso Guardianes de la Galaxia.

Pero una aventura espacial también puede existir en prestigiosos dramas. Películas como Apollo 13, Interestelar, El Marciano y Solaris han demostrado que los viajes por fuera de la Tierra pueden ser ‘serios’ y aspirar a ser mencionados en las grandes entregas de premios. Ad Astra: Hacia las estrellas pertenece a este tipo de filmes.

El protagonismo de esta cinta le pertenece a Brad Pitt y no cabe duda que él es su principal atractivo. Este talentoso actor interpreta a Roy McBride, un miembro de la división espacial del ejército de Estados Unidos. En el futuro, misteriosas descargas eléctricas comienzan a causar caos en la Tierra. A McBride se le informa que su padre, que lo abandonó hace treinta años para partir en busca de inteligencia extraterrestre, podría estar vivo en una estación cerca a Neptuno y ser responsable de las descargas. Le piden que viaje a Marte para intentar contactarlo desde allí y buscar la forma de detener la amenaza. Igual que Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, Ad Astra parece estar basada en el libro El Corazón de las Tinieblas, de Joseph Conrad.

Lo que sigue a continuación es una película de viaje. Un road trip por el sistema solar en el que Roy encuentra diferentes peligros y personajes que van creando un universo donde el viaje espacial se ha vuelto algo relativamente común. Esto se presta para elementos muy interesantes, como una visita a una estación lunar llena de tiendas y restaurantes de comida rápida, una persecución en la luna con disparos de armas láser, un ataque animal en una nave abandonada, peleas de astronautas con cuchillos y hasta algo que solo se podría describir como ‘surfear’ un campo de asteroides.

Si esto suena a la clase de acción que veríamos en una película de ciencia ficción serie-B o en la adaptación de una novela ‘pulp’, es porque en el fondo eso es lo que Ad Astra es. Sin embargo, el guionista y director James Gray viste todo esto con el tono de un drama ‘serio e importante’. Todo está narrado con tomas muy cercanas y primeros planos en los que la acción es lo de menos, solo importa la mirada de Pitt. 

Es lo mismo que ocurrió con la anterior película del mismo director, Z: la ciudad perdida. Allí también se tomó un concepto digno de un filme de aventuras a lo Indiana Jones, pero se negó a dotarlo de humor o acción para enfocarse solo en el drama y evolución personal del protagonista. No son películas para divertirse.

Como tal, Ad Astra es totalmente dedicada al personaje de Brad. El mayor McBride es un hombre que lleva viviendo décadas con el trauma del abandono de su padre, lo que le ha impedido desarrollarse emocionalmente. La noticia de que podría estar vivo despierta en él la posibilidad de obtener respuestas y curar sus heridas psicológicas.

En el fondo, más que un viaje espacial, esta película es un viaje emocional. Es interesante, pero puede resultar increíblemente aburrida en ocasiones. La mayoría de momentos de acción fallan en generar tensión o emoción. También se comete el terrible error de poner una voz en off que explica los eventos, como si consideraran que la audiencia es demasiado torpe para entender el lenguaje corporal de los actores. Hay un momento en que un personaje gira el rostro nervioso y tartamudea ante la perspectiva de una caminata espacial. A pesar de ser bastante claro lo que ocurre, la voz en off de inmediato nos explica que el personaje siente miedo. Es vergonzoso.

Lo que sí es digno de apreciar es la fantástica fotografía y diseño de escenarios. El trabajo de iluminación y el uso de la oscuridad son realmente evocadores y llenos de significados. En algunos momentos pueden recordar incluso a la fantástica 2001: Odisea del espacio. Los efectos especiales también son increíbles.

La actuación de Brad Pitt también es digna de mención. Aunque la mayor parte del tiempo se la pasa con un rostro serio y carente de emociones, los momentos en que estas finalmente florecen dejan ver el impresionante talento de este actor.

Si deciden ver Ad Astra, esperamos que sea porque están interesados en el drama de la evolución emocional de un personaje que debe dejar atrás años de trauma. Si quieren hacerlo por el tema espacial, es posible que se vean decepcionados. En ese sentido, otras películas ‘serias’ similares —como Gravedad e Interestelar tienen muchas más posibilidades de satisfacerlos que esta.

Ad Astra: Hacia las estrellas
3.1/5 Nota
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