Agentes 355 – Reseña

LLas películas de acción sobre espías que salvan el mundo al más puro estilo de James Bond no escasean. Parece que cada semana tenemos un nuevo filme de este estilo en cines o Netflix y los pocos que logran resaltar usualmente lo hacen porque satirizan el género o tuercen sus reglas para hacer algo novedoso. Agentes 355 tiene un elenco de lujo, ¿pero es eso suficiente para resultar interesante?

Saber cuál es la película anterior del director hace que no tengamos muchas esperanzas en que este sea un buen filme.

La trama de esta película gira en torno a un disco duro con herramientas de ‘hackeo’ tan sofisticadas que pueden lograr casi cualquier cosa, desde hacer explotar un avión a mitad de su vuelo hasta dejar a toda una ciudad sin energía eléctrica. Estamos acostumbrados a esta clase de McGuffins —los hemos visto en películas de James Bond, Misión Imposible, Rápidos y Furiosos y muchas más— y sabemos que en realidad no son importantes. Son solo una excusa para hacer avanzar la historia.

En el caso de Agentes 355, lo importante es el grupo de protagonistas que se unen para detener la amenaza de este dispositivo de ‘super hackeo’. Ellas son miembros o exmiembros de agencias de inteligencia de diferentes países. La forma en que trabajan juntas y la relación que surge entre ellas es el corazón de esta película.

Súper chicas

No hay forma de ocultar la verdad. Agentes 355 es una película de espías genérica, pero hay algo que la salva de la mediocridad: sus protagonistas. Jessica Chastain, Lupita Nyong’O, Diane Kruger, Penelope Cruz y Fan Bingbing son algunas de las mejores actrices en el negocio del cine. Ellas hacen todo lo posible por elevar esta obra por encima de la media. A veces lo logran. En otras ocasiones, las estupideces del guion y la cámara son tales que simplemente no había salvación.

Cada una de las protagonistas cumple un rol claro. «Mace» (Chastain) es la clásica super agente de la CIA que no se rinde ante nada; Khadijah (Nyong’O), la ‘hacker’; Marie (Kruger), la feroz guerrera que ataca antes de pensar; Graciela (Cruz), una psicóloga; y Lin Mi (Bingbing), la artista marcial con importantes recursos de su gobierno. Esta variedad de habilidades se presta para las dinámicas usuales en las escenas de acción, pero resalta a la hora de profundizar en las relaciones entre ellas a medida que comparten sus traumas del pasado y chocan por sus diferencias. El filme pone mucho énfasis en la forma cómo sus trabajos afectan sus vidas personales y la rabia que sienten al descubrir que son usadas y engañadas por agencias corruptas.

Esto no es nada nuevo, pero el talento de las actrices lo hace funcionar muy bien. Si fueran protagonistas de un ‘anime’ en lugar de una película desechable hollywoodense, ya habrían fanfics y fanart ‘shippeandolas’ por montones.

¡Sostengan la cámara, por favor!

Agentes 355 sufre de un mal que plaga a muchas películas de acción del presente siglo: la cámara temblorosa. Esta técnica —supuestamente usada para dotar las escenas de «energía», pero comúnmente empleada para ocultar que no son realmente los actores quienes pelean— sigue resultando tan molesta y confusa como siempre. No dejan disfrutar las coreografías de combate ni los tiroteos. Otro problema que tienen estas secuencias es la edición rápida. Algunas de las escenas de acción tienen tantos cortes que es fácil perder el hilo de los acontecimientos. 

Afortunadamente, los mejores momentos de la película son las operaciones especiales al estilo de Misión Imposible en las que la tensión se debe al peligro de ser descubiertas y no los golpes o disparos. Aunque estas escenas no son especialmente innovadoras, resultan entretenidas y dejan que el carisma de las protagonistas brille.

Los clichés y la representación colombiana

Por supuesto, una de las razones por las que nos llama la atención esta película es la presencia de un personaje de nuestro país. Graciela Rivera, interpretada por Penelope Cruz, es una psicóloga del DNI (Dirección Nacional de Inteligencia) de Colombia. Como bien sabemos, Cruz es española, no colombiana. Eso desató críticas.

Colombia es un elemento importante de la trama de Agentes 355. El «disco duro mágico» que buscan las protagonistas fue creado por un ‘hacker’ de este país que es hijo de un capo del narcotráfico, obviamente. Este es robado por un soldado interpretado por Edgar Ramírez y Graciela parte en su búsqueda. Resulta curioso que ella diga que se unió al DNI porque “quería ayudar a los soldados que sacaron a Colombia de la guerra”, algo que desató risas incómodas en la sala de cine.

Las escenas en Colombia muestran lo mismo que otras películas hollywoodenses, la mansión de un criminal en medio de la selva y una ciudad rodeada por montañas. Ya estamos tan acostumbrados a esto que ni nos molesta.

Pero nuestro país no es la víctima de los peores clichés de esta película. Ese honor es de China. El personaje de Fan Bingbing “casualmente” es una experta en las propiedades curativas del té y la voz que le pusieron en el doblaje latinoamericano tiene un acento tan marcado que resulta incómodo.

¿Vale la pena ver Agentes 355?

Si son fanáticos de alguna de las actrices protagonistas, definitivamente vale la pena. Todas ellas hacen un gran trabajo y lucen fantásticas. Llenan la pantalla con su belleza y personalidad. Quienes estén interesados en temas de vestuarios y maquillaje también van a encontrar mucho de interés aquí.

Es triste que tanto talento se desaproveche con una trama predecible y escenas de acción confusas. Agentes 355 no es una mala película, pero sí una muy genérica. Al menos los va a mantener entretenidos durante casi dos horas.