Black Widow (Viuda Negra) – Reseña

Black Widow se encuentra en una posición algo incómoda dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. Para comenzar, es la primera película de éste en llegar a los cines en más de dos años. Además, su ubicación en la cronología puede ser confusa para aquellos que no prestan total atención al canon de la saga. Pero lo peor de todo es que, tal como vimos en Avengers: Endgame, su personaje principal está muerto.

La verdad es que Marvel Studios “nos debía” una película de Black Widow desde hace mucho tiempo. El personaje interpretado por Scarlett Johansson se volvió popular de inmediato cuando la conocimos en Iron Man 2. Su misterioso pasado e increíbles habilidades —que le permitían luchar como una igual al lado de dioses, super soldados y monstruos— nos intrigaban y siempre quisimos saber más sobre ella. Su muerte nos dolió mucho y es una lástima que la historia que finalmente explora su pasado y emociones llegue tan tarde. Afortunadamente, es un muy buen filme con la calidad a la que nos tiene acostumbrados el estudio.

Black Widow se desarrolla entre Capitán América: Civil War y Avengers: Infinity War. Los Avengers son prófugos de la justicia y Natasha es perseguida incesantemente por el General Thaddeus Ross. Justo cuando cree estar a salvo y poder relajarse un poco, su pasado la alcanza. Tras un reencuentro con su ‘hermana’ Yelena Belova, descubre que la Habitación Roja —el programa que secuestra niñas para entrenarlas, lavar su cerebro y convertirlas en las asesinas y espías conocidas como ‘Widows’— sigue activo. Es hora de acabar con ese horror de una vez por todas. Pero para lograrlo va a tener que encontrarse con su vieja ‘familia’.

Aunque es verdad que las películas de Marvel son bastante variadas en cuanto a géneros cinematográficos, todas siguen conservando el ADN de las historias de superhéroes. Black Widow es una de las que más se aleja de eso, pues tiene más elementos en común con las películas de James Bond, Misión Imposible y hasta Rápidos y Furiosos que con Avengers o Capitana Marvel. Es verdad que no es la primera vez que la saga juega a presentarnos un ‘thriller’ de espionaje —tenemos Capitán América: El soldado del invierno como ejemplo— pero sí es la única vez que no ha dejado que el elemento superheróico interfiera con sus principales ideas.

Como siempre, tenemos una gran cantidad de escenas de acción. Estas son en su mayoría excelentes y dejan que Scarlett Johansson (y su doble de acción) se luzcan con movimientos acrobáticos y elaboradas coreografías de combate, muchas de las cuales no estarían fuera de lugar en John Wick. También tenemos emocionantes persecuciones de autos, montones de explosiones y hasta un combate aéreo con los personajes cayendo desde una gran altura.

Esta película pudo haber sido solo acción, pero entre disparos y golpes encuentra muy buenos espacios para dedicarse a explorar el trasfondo y emociones de los personajes. 25 años atrás, y al más puro estilo de la serie The Americans, Natasha fue parte de una ‘falsa familia’ infiltrada en la sociedad estadounidense junto a Yelena Belova (Florence Pugh), Alexei Shostakov (David Harbour) y Melina Vostokoff (Rachel Weisz). Aunque no fue más que una misión, es claro que esa experiencia marcó para siempre la vida de estas personas rotas, atrapadas en un mundo de violencia que nunca tuvieron una familia real. Se aferraron a esa fantasía.

La dinámica fraternal entre Natasha y Yelena es uno de los mejores elementos de la película y en esta podemos encontrar el infaltable humor Marvel. La forma en que la “hermana menor” se burla de la otra por sus actividades de superheroína no son solo graciosas, sino que esconden de forma sutil el rencor que siente por haberla abandonado.

Alexei, que en el pasado fue Red Guardian —básicamente, el Capitán América soviético—, es una amalgama de todos los estereotipos rusos posibles y resulta hilarante. Algunos fanáticos ya están pidiendo una película en solitario para él. No llegamos a ese punto, pero sí nos encantaría verlo como personaje secundario en futuras producciones. Por su parte, Melina está tristemente desaprovechada. No pueden traer una actriz del nivel de Rachel Weisz y darle tan poco qué hacer.

Por el lado de los villanos tenemos al líder de la Habitación Roja: el General Dreykov (Ray Winstone). Carece de trasfondo, su personalidad es bastante estereotípica y sus planes resultan bastante familiares. Sin embargo, este señor logra convertirse con facilidad en uno de los ‘malos’ más desagradables y detestados de todo el universo Marvel. Él es básicamente una representación directa del abuso institucional contra las mujeres, capaz de decirle a la pantalla que secuestrar y abusar de niñas pequeñas está bien porque le trae beneficios a la compañía. 

Taskmaster es completamente decepcionante. Esta versión del personaje conserva su poder de imitar las técnicas de sus rivales, pero no es más que un secuaz mudo y sin personalidad. Su diseño tampoco es especialmente llamativo y perdió todo lo que hacía interesante al personaje de los cómics sin ganar nada a cambio. Hay un misterio sobre su identidad, pero la revelación no es sorprendente y es bastante fácil adivinar quién es. Da gusto verle pelear, pero tampoco se le saca el máximo provecho posible a su habilidad.

Volvamos a nuestra querida Black Widow. Natasha se encuentra en un punto difícil a nivel emocional. Aprendemos mucho sobre cómo ve ella a sus compañeros Avengers y la forma en que lidia con sus acciones del pasado. Aunque ella tuvo un buen desarrollo a lo largo de las demás películas, este nivel de profundidad era algo que el personaje necesitaba con urgencia. Verla hacer las paces con su pasado y comprender mejor su forma de ser (además de descubrir por fin qué fue lo que pasó con Hawkeye en Budapest) ayuda a que podamos reconciliarnos con su trágica muerte. También puede hacer que nos duela más.

Efectivamente, Black Widow se encuentra en una posición incómoda dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. No cambia el destino de su protagonista, pero la convierte en uno mucho más completo. Planta semillas de tramas muy interesantes que se resolverán en las series de Disney, pero su lugar en el canon impide que tenga grandes significados o cambios para el resto de la franquicia. En general, parece un filme de la Fase 1. Uno muy bueno, pero que carga con muchos de los mismos defectos que tenían esos, incluyendo villanos que no aprovechan su potencial.

Por si se lo están preguntando: sí hay una escena después de créditos y vale la pena quedarse a verla.