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Castlevania (temporada 3) – Impresiones

A pesar de sus mejores intenciones y fortalezas, la tercera temporada de Castlevania palidece con respecto a sus predecesoras.

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Hace casi tres años, la primera temporada de Castlevania demostró que era posible hacer una buena serie basada en un videojuego. La segunda temporada —estrenada un año después— fue una carta de amor a la franquicia gótica de Konami, pero una que no temía bifurcarse con respecto al material original en un esfuerzo de tener una identidad propia. Con estos antecedentes, las expectativas alrededor de la tercera temporada estaban por los aires. Las fichas estaban en su lugar. Solo restaba ver cómo se desenvolvería el inevitable conflicto tras la muerte de Drácula a manos de Alucard, Trevor Belmont y Sypha Belnades.

Desafortunadamente, la temporada 3 de Castlevania termina siendo la más débil hasta la fecha. Las razones son múltiples y serán listadas en este artículo. No obstante, me gustaría señalar a su longitud como principal culpable. Aunque el anuncio de que la tercera temporada tendría diez episodios en un principio fue causa de alegría, no tardó en convertirse en una de sus principales falencias a medida que pasaban los capítulos.

Repasemos la historia antes de analizar por qué la longitud de la temporada 3 es un problema. Tras la muerte de Drácula, Trevor y Sypha han decidido recorrer Valaquia por su cuenta para acabar con las criaturas de la noche. Alucard ha quedado solo en el castillo de su padre, claramente afectado por la ausencia de sus amigos. Al otro lado del mapa se encuentra Hector, ahora esclavo de Carmilla y su Consejo de Hermanas. Eso no es todo: Isaac y un ejército de demonios va a por Carmilla y Hector para hacerlos pagar por su traición a Drácula.

Como podrán apreciar, la tercera temporada de Castlevania maneja múltiples subtramas. A primera vista, esto justificaría los diez episodios de esta temporada. Desafortunadamente, esta longitud prueba ser una desventaja a largo plazo. No solo porque la temporada 3 podría haberse contado en seis o siete capítulos, sino porque la duración de esta termina perjudicando una de las mayores fortalezas de la serie: su animación.

Aunque detalles sobre el presupuesto de la temporada 3 son desconocidos, la animación comienza a sufrir desde el séptimo episodio. Desde el uso de planos estáticos con mínima animación, una estrategia muy empleada en la industria del ‘anime’ para ahorrar presupuesto, hasta animaciones bruscas o incompletas. Si bien esto no quiere decir que la tercera temporada luzca atroz, no tiene escena alguna que se acerque a la calidad de la pelea entre Trevor y Alucard de la temporada 1 o el enfrentamiento contra Drácula en la temporada 2.

Esto podría haberse solucionado si la tercera temporada hubiera sido más compacta. Por ejemplo, podría haberse omitido por completo al personaje de Saint Germain y no dar tanta relevancia al Corredor infinito. Aunque estos dos elementos son simpáticos guiños a Castlevania: Curse of Darkness (2005), al final del día no influyen en el desarrollo de la historia general. También se hubiera podido acortar la subtrama de Isaac y retirar algunos diálogos expositivos, sobre todo en la subtrama de Trevor y Sypha.

Castlevania - Temporada 3

Más allá de cómo la animación pudo haber sido afectada por la cantidad de episodios, resulta necesario hablar de la ejecución de estas subtramas a lo largo de los diez capítulos. Si bien la tercera temporada de Castlevania no tiene mal ritmo ni resulta confusa —de hecho, la mayoría de episodios logran combinar y contrastar todas las subtramas de forma armoniosa—, brilla por lo innecesariamente violenta, absurda y ‘edgy’ que puede llegar a ser.

Aunque la primera y segunda temporada tenían sus momentos de violencia gratuita —no olviden la escena del callejón en la primera temporada—, esta generalmente era reservada para momentos apropiados. Incluso en esos momentos, la violencia no era tan explícita y servía como una catarsis. En la temporada 3, la serie se regocija en el ‘gore’ que representa. Decapitaciones, empalamientos, despellejamientos… no hay un episodio en el que alguien no sea brutalmente herido o asesinado. Aún peor, personajes que no son caracterizados como sádicos —tales como Sypha y Alucard— forman parte de esa violencia injustificada y sin filtros.

Hablemos un poco de Alucard y su respectiva subtrama, ya que tengo sentimientos encontrados con respecto a la dirección que planean llevar al personaje. Esta supone el debut de dos personajes originales: Sumi y Taka, dos hermanos dedicados a la caza de vampiros. Sin embargo, estos no quieren acabar con Alucard. En cambio, desean aprender de él. Ante la ausencia de Trevor y Sypha, este accede y les deja vivir en su castillo.

Con el fin de evitar ‘spoilers’, omitiré aspectos puntuales de la subtrama de Alucard. Sin embargo, esta establece paralelos entre este y su padre. ¿Acaso Warren Ellis planea convertir a Alucard en el nuevo Drácula? Es una posibilidad y ciertamente evitaría que futuras temporadas revivieran a Drácula y de esta forma redujeran el impacto emocional de la segunda temporada. Sin embargo, esto probablemente no sentará bien a ciertos fanáticos de la franquicia. Como si eso no fuera suficiente, el final de la subtrama de Alucard es un completo sinsentido.

Terminemos este artículo en una nota positiva. El punto alto de esta temporada es la subtrama de Hector. Esta supone la introducción de una nueva facción: el Consejo de Hermanas, liderado por Carmilla. Además de que este grupo apunta a ser el próximo gran antagonista de la serie, sus integrantes resultan carismáticas por mérito propio. Incluso si el tráiler de la temporada 3 hizo evidente cómo se desenvolvería la relación entre Hector y la vampiresa Lenor, resulta una de las relaciones más entretenidas de la temporada.

Si bien palidece con respecto a sus predecesoras, la tercera temporada de Castlevania aún hace gala de momentos épicos, graciosos y enternecedores protagonizados por personajes carismáticos. Por desgracia, esto no evita que la ejecución de esta temporada se sienta algo torpe. A pesar de que sus esfuerzos para hacer malabares con tantos personajes y subtramas son admirables, la temporada 3 resulta incapaz de hacerle justicia a todo lo que se propone. Si sale una cuarta temporada, lo mejor quizás sea delimitar la cantidad de historias y episodios.

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