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Doctor Strange – La reseña

El hechicero supremo hace su aparición en el universo de Marvel. Con altas expectativas, Doctor Strange logra su cometido.

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Los Vengadores protegen el mundo de las amenazas físicas, es momento de conocer otras amenazas que solo unos pocos han atestiguado. Los hechiceros se han encargado de proteger el mundo por siglos, pero ahora un arrogante neurocirujano se convertirá en el hechicero supremo de la Tierra. Es momento que la magia y el “multiverso” se tomen el Universo Cinematográfico de Marvel.

Stephen Strange es un personaje que siempre ha causado curiosidad, no solo por la clase de «héroe» que es sino por el vasto poder que posee. Varias veces en los cómics se ha hecho énfasis en las grandes habilidades que posee Strange no solo como médico, sino como hechicero, en parte gracias al Ojo de Agamotto. Recientemente en los cómics de The Last Days of Magic muchos personajes del multiverso aseguran que Stephen es un hechicero bastante poderoso y para algunas personas también muy temido.

Doctor Strange nos presenta al exitoso Doctor Stephen Strange. Un neurocirujano egocéntrico, prepotente y muy exitoso que ha salvado cantidades de vidas. La suya da un giro inesperado cuando sufre un accidente que lesiona gravemente sus manos. Luego de intentar curarlas por todos los medios humanos posibles y fallar, termina en Nepal, donde su mundo cambia completamente.

Durante su viaje a Nepal, encuentra un templo llamado Kamar-Taj, allí gracias al hechicero Mordo conoce al “Ancestral” (The Ancient One en su versión en inglés) que lo entrena en las artes místicas y donde comienza su camino como hechicero supremo de la Tierra.

Esa es la premisa de la película, al ser una historia de origen conocemos a Strange e incluso en la primera parte trata de mostrarnos que en efecto es un personaje egocéntrico y le podemos tomar cierto fastidio; conforme la historia avanza lo conocemos un poco más y nuestra opinión sobre él cambia.

Desde el inicio la trama nos recuerda que Strange está destinado a ser un gran hechicero. Esto es obvio ya que la película lleva su nombre, pero el guión insiste en recordarnos eso muy seguido, lo cual se vuelve molesto aunque traten de justificarlo con la memoria fotográfica del personaje y sus grandes habilidades como médico. Es inevitable sentirlo forzado en diversos momentos.

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Cuando inicia su entrenamiento, parece un personaje vulnerable, lo cual es agradable en términos narrativos, pero rápidamente esa vulnerabilidad pierde fuerza con lo rápido que Strange aprende a usar la magia, teniendo en cuenta que durante la historia no se sabe con exactitud cuánto tiempo pasó desde su accidente y su estadía en Nepal.

En la película – como se pudo ver en los tráilers – se enfrentan a Kaecilius, un viejo aprendiz de la Ancestral que ha robado un misterioso ritual de ‘El libro de Cagliostro’, elemento místico que por variar podría acabar con la vida en la Tierra. Lamentablemente de nuevo Marvel ha fallado y este “villano” interpretado por Mads Mikkelsen entra al panteón de los olvidados como Malekith, Ronan y recientemente Yellowjacket.

El problema principal del villano es que la motivación es interesante, pero no hay nada que haga que al espectador le importe. Muchas veces Kaecilius menciona que llegó “roto” a entrenar con la Ancestral, pero nunca vemos nada de esa etapa. El villano quiere que la tierra entre a la Dimensión Oscura (en un momento ahondaremos en eso) y… ya. Entonces para lo único que importa es en el enfrentamiento final.

Es triste que Marvel haga películas tan interesantes, pero que en los villanos aún no logre uno realmente destacable. Loki tuvo prácticamente tres películas, mientras que el Coronel Helmut Zemo logró un daño mayor y sin poderes, frente a otros villanos. De resto, nada remotamente interesante.

Ya que hablamos de las dimensiones, Doctor Strange nos presenta de manera muy leve el multiverso del MCU. Nos cuenta que existe un infinito número de dimensiones a las cuales un buen hechicero podría viajar; posiblemente para no confundir a las personas que no son tan amigas de los cómics, deciden presentar solo dos en esta película.

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Además de nuestra realidad según el MCU (Tierra-199999 en la numerología de Marvel) existe la dimensión espejo y la dimensión oscura. Toda la parte visual tipo Inception que vemos en los tráilers ocurre en la dimensión espejo. Esta le permite a los hechiceros practicar diferentes hechizos sin alterar nada presente en el mundo real a manera de proteger a los humanos. La Ancestral lo plantea como una dimensión que siempre está ahí, pero que solo algunas personas tienen acceso a ella.

La otra es la dimensión oscura, un lugar donde el tiempo no existe, hogar de una misteriosa y poderosa entidad que busca atacar la tierra. En esa dimensión se ahonda poco y al igual que el «microverso» que vimos en Ant-Man, se nota que es el preámbulo de algo mucho más grande, que Marvel podría tener entre manos luego del final de la Fase 3 con Avengers: Infinity War.

En las actuaciones, los elogios se los llevan Benedict Cumberbatch y Tilda Swinton. El primero siempre estuvo entre los rumores para ser el hechicero supremo y lo logra de maravilla. De una manera parecida aunque no tan marcada como en Sherlock, vemos al doctor egocéntrico muy bien representado. Es inevitable pensar que al igual que Robert Downey Jr. con Tony Stark, Cumberbatch es el actor ideal para interpretar a Stephen Strange, indudablemente logra un trabajo increíble y por suerte volveremos a verlo más pronto de lo pensado.

A pesar del polémico “whitewashing”, donde escogieron a la actriz inglesa Tilda Swinton como la Ancestral, ella hace un muy buen trabajo y además mucho más ligero que su contraparte en el cómic, que es mucho más serio (y del cual se ve un guiño en la película al estilo Mandarín). Sin duda Marvel de nuevo hizo una gran elección y eso lo vemos reflejado en pantalla.

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Personajes como Christine, Mordo o Wong, tienen un buen momento en pantalla, pero no hacen nada que resalte. El personaje interpretado por Rachel McAdams es más un interés romántico de Strange, mientras que Mordo (inspirado en el Barón Mordo de los cómics) pues solo se limita a entrenar poco a poco al doctor. Wong, que en los cómics es el fiel vigilante del Sanctum Sanctorum, es el bibliotecario de Kamar-Taj y no tiene mayor participación en la película.

Scott Derrickson, director que es conocido por películas como El Exorcismo de Emily Rose y Sinister, logra un dedicado trabajo en esta película que se aleja bastante de su género. Sin duda Marvel aún tiene un muy buen ojo para los directores, que en muchos casos pueden ser desconocidos. Ojalá Jon Watts brille una vez Spider Man: Homecoming llegue a los cines en el 2017.

La parte en la que más brilla Doctor Strange, como es de esperarse, es en el aspecto visual. El viaje psicodélico que prometieron desde el inicio es cierto y para ser una película que requiere tanto del CGI, la mayoría se ve impecable. En muchos aspectos la cinta es muy colorida y estas gamas de color refuerzan la idea psicodélica.

La dirección de arte también es espectacular, todo lo que se encuentra en el Sanctum Sanctorum es tal a como lo vimos en los cómics. La elección de vestuario y espacios que vemos durante la narrativa son sencillamente brillantes. Además que debido a su temática, tiende a ser más alejada de muchas de las películas de Marvel que hemos visto anteriormente.

Doctor Strange nos presenta un posible mundo ‘post-Fase 3’ y todo lo que nos espera una vez Thanos llegue a la Tierra en Infinity War. A pesar de no ser una de las mejores películas de Marvel, logra ser una interesante adición al MCU y alguien que esperamos seguir viendo más adelante en el universo fílmico. La película posee dos escenas post-créditos (una a mitad de los créditos), mientras que para ver la siguiente tendrán que esperar hasta el final. Doctor Strange llega a los cines colombianos el 3 de noviembre.

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