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Game of Thrones 8×01: cómo entrenar a tu dragón

Comenzamos una serie en la que recapitularemos y analizaremos todos los episodios de la última temporada de Game of Thrones.

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¡Por fin! Los 636 días de espera han terminado. Game of Thrones está de regreso. Con tanto tiempo entre episodios, era inevitable que las expectativas subieran a niveles estratosféricos y muchos llegaron a temer que el regreso de GoT a la pantalla chica no dejara satisfechos a los fanáticos que han seguido esta serie durante siete temporadas.

Sin embargo, el primer capítulo de la octava temporada —titulado simplemente ‘Winterfell’ (Invernalia)— no solo dejó a la mayoría de espectadores contentos y con ansias de más, sino que arregló muchos de los problemas que esta serie creó en las dos anteriores temporadas.

La última temporada de GoT comenzó de una forma calmada, al menos para los estándares de esta serie. No se mostraron batallas, muertes importantes ni se hicieron grandes revelaciones, lo que causó  que algunos se quejaran de que «no pasó nada en todo el capítulo». En su lugar, se presentó una narrativa mucho más contenida, dedicada a poner en su lugar a los jugadores, listos para los importantes movimientos que van a ocurrir en los próximos episodios.

Arya observa los dragones.

Algo que llegó a molestar mucho a los televidentes en anteriores temporadas era la forma en que los personajes parecían teletransportarse a través de Westeros y Essos. Aparentemente, solo les tomaba unas pocas horas realizar un viaje que en el pasado tomaba días o semanas. Ahora, por fin vimos un paso coherente del tiempo. Es claro que ha pasado tiempo desde el final de la séptima temporada y los personajes se han asentado en su lugar.

Lo que todos esperábamos ver eran los reencuentros. Algunos personajes llevaban varias temporadas sin estar juntos en la misma escena y es satisfactorio ver a Jon y Arya abrazarse de nuevo; escuchar la cordial, pero tensa reunión de Tyrion con Sansa; y ver como Arya parece coquetear un poco con Gendry. ¿Surgirá una relación romántica entre ambos?

Ya que hablamos de relaciones, hay que mencionar que estas fueron el corazón de este episodio. Sobre todo la de Jon y Daenerys. Ellos dos parecen bastante felices con el amor que han encontrado y es enternecedor verlos en situaciones que parecen salidas de una película de Disney, como esa escena en que ella lo fuerza a aprender a montar un dragón. Es triste saber que la tragedia se cierne inevitablemente sobre ellos.

Por un lado, la reina Targaryen no es bienvenida en Winterfell. No es solo porque es una extranjera, sino porque Jon renunció a su título de ‘Rey en el norte’ para convertirse en su súbdito. Este es uno de los temas más interesantes de Game of Thrones: la absurda importancia que se da a los títulos nobiliarios. Es claro que Jon lo hizo por ayudar a su tierra, pero muchos de sus aliados lo ven como una muestra de debilidad o incluso una traición al poder que le dieron. A las ideas monárquicas les importa más la tradición que la supervivencia.

Daenerys y Jon, muy románticos bajo la atenta mirada de los dragones.

Por otra parte, está el gran secreto de la historia de GoT. Jon es descendiente de Rhaegar Targaryen. Eso lo convierte en el legítimo heredero del Trono de Hierro y en familiar de su nueva amante, específicamente en su sobrino.

Jon se entera de esta verdad casi al final del episodio y apenas podemos imaginar cómo va a reaccionar. Es claro que a él no le importan los títulos y que no siente ningún deseo de convertirse en el soberano de los Siete Reinos, pero eso lo pondría en una posición única para defender el mundo de la amenaza de los caminantes blancos. ¿Qué hará? ¿Guardará el secreto? ¿Acabará su relación con Daenerys? De su decisión depende la conclusión de la serie.

Jon no es el único con dilemas. A medio mundo de distancia se encuentra la reina Cersei, que planea aprovechar el caos que causarán los caminantes blancos para acabar con sus enemigos. Ahora cuenta con un nuevo ejército: la Compañía Dorada de Essos —que, para su tristeza, no trajo a sus legendarios elefantes— y ha contratado a Bronn para que acabe con sus hermanos.

Sus planes parecen estar saliendo bien, pero también le han dejado ver lo sola que está. Cuando Euron Greyjoy le ‘propone amablemente’ una noche de pasión, inicialmente lo rechaza. Pronto se da cuenta que no tiene a nadie más en el mundo, que podría perder parte de su ejército si dice que no y que tiene que buscar un nuevo padre para el niño que lleva en su vientre y que Jaime ha rechazado, por lo que lo recibe en su lecho. Cersei puede ser la reina, pero el poder parece haberla vuelto aún más infeliz.

Las acciones tienen consecuencias. Eso es algo que Game of Thrones olvidó por varios años y que está recuperando de nuevo. No es solo por las decisiones de Cersei, sino por las de todos los demás. Jaime ha llegado a Winterfell y se encuentra frente a frente con los pecados que cometió en el pasado, Daenerys ejecutó a la familia de Samwell y se ha ganado un enemigo que habla directamente al oído de Jon. Este último ha reunido el más grande ejército del mundo, pero podría perder a su familia. Es agradable que esta serie nos emocione mediante ‘pequeños’ momentos que podrían desencadenar catástrofes en el futuro.

Sansa es quien mejor sabe esto y por eso parece actuar con la mayor cautela. La niña ilusa que tanto sufrió en el pasado por su inocencia se ha convertido en alguien que algunos personajes ya reconocen como la persona más sabia e inteligente de todas. Es curioso que, mientras ella se ha vuelto cínica y desconfiada (y pudo oler la traición de Cersei a lo lejos), Tyrion se ha vuelto mucho más confiado e iluso. Siempre van a ser opuestos.

Todo este drama ocurre mientras los ejércitos de los muertos marchan al sur, algo que está astutamente reflejado en los nuevos créditos iniciales de la serie. El Rey de la Noche ha dejado un macabro mensaje a sus enemigos: uno de sus aliados clavado a la pared rodeado de brazos en una macabra obra que haría sentir orgulloso a Hannibal Lecter.

Si no pueden detenerlo, no habrá salvación para nadie en Westeros.

¿Qué les pareció este episodio? ¿Qué creen que va a pasar a continuación? ¿Qué va a hacer Jon con el conocimiento de que es el legítimo rey? Esperamos sus comentarios.

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