Conecta con nosotros

Cine y TV

Había una vez… en Hollywood — Reseña

La novena película de Quentin Tarantino toma a la meca del cine y la convierte en la protagonista de su propia historia.

Publicado

el

¡Quentin Tarantino lo ha vuelto a hacer! El ‘niño terrible’ del cine llega con una impresionante obra en que la descarga sus todas sus obsesiones y deseos. Había una vez… en Hollywood es una película grandiosa sobre el final de la era dorada del séptimo arte. Está llena de personajes entrañables y admiración por el pasado, pero también es una exploración muy personal del director hacia sus pasiones que puede alienar a quienes esperan una historia más tradicional.

Había una vez… en Hollywood es la historia de tres personajes que habitan en Los Ángeles a finales de los sesenta. El primero de ellos es Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), protagonista de una serie de vaqueros que fracasó en su salto a la gran pantalla y ve cómo su carrera está llegando a su final. Lo acompaña Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de acción y mejor amigo. Él es un tipo aparentemente relajado y descomplicado con un pasado oscuro que sigue a Rick en todas sus desventuras. Por último, tenemos a Margot Robbie en el papel de la actriz Sharon Tate.

Para entender el verdadero propósito de esta película es imprescindible conocer la trágica historia real de esta actriz. Sharon Tate estuvo casada con el director Roman Polanski y fue asesinada por seguidores de Charles Manson cuando se encontraba a pocos días de dar a luz. Recomiendo leer sobre este terrible caso antes de ver el filme.

Como es usual en las películas de Tarantino, esta es una obra llena de diálogos. Pero a diferencia de otros trabajos de este director, es bastante ligera en cuanto a acción y violencia. ¡Por supuesto que las tiene! Hay momentos en que la tensión se dispara y la sangre fluye sin restricciones, pero es algo limitado a un par de escenas. El resto del filme se enfoca total y absolutamente en las historias de los tres protagonistas. De hecho, está segmentado por ellas de forma que recuerda ligeramente a la estructura de Pulp Fiction. La trama salta entre un trabajo de actuación que preocupa terriblemente a Rick, los encuentros de Cliff con una joven chica hippie y los ires y venires de Sharon en las fiestas, cines y restaurantes de la ciudad. Todo con ocasionales ‘flashbacks’ que nos ayudan a conocer mejor a este trío.

Esta curiosa estructura hace sentir que ‘no pasa nada’ durante buena parte de Había una vez… en Hollywood. El tiempo se pasa recorriendo las calles de Los Ángeles en autos clásicos al ritmo de rock sesentero, con personajes hablando sobre sus carreras mientras mencionan oscuros filmes y actores olvidados. Incluso las escenas que parecen dirigirse hacia algo ‘grande’ terminan sin mucho drama.

Pero eso no importa mucho. Los personajes están tan bien escritos, son tan complejos y están tan bien interpretados que es un gusto simplemente seguirlos. Nos encontramos rezando por que Rick pueda recordar todas sus líneas a pesar de haberse emborrachado la noche anterior y nos preocupa lo que le pueda pasar a Cliff durante su visita a esa extraña comuna hippie. Las actuaciones de Pitt y DiCaprio son absolutamente perfectas y existe una química maravillosa entre estos dos hombres que son “más que hermanos, pero menos que esposos”. El apoyo y respeto que existe entre ambos, pese a sus diferencias personales y de clase social, es admirable.

Pero si hay que elegir a uno de los dos, nos quedamos con el papel de DiCaprio. Inicialmente, Rick da la impresión de ser un tipo fastidioso y egocéntrico, pero resulta ser un personaje muy emocional y con mucho talento a pesar de su alcoholismo. Leo es capaz de interpretar personajes dentro del personaje, no como él los interpretaría, sino como lo haría Rick. Es algo increíble de presenciar y no sería raro que lo viéramos de nuevo hacerse con un Premio Oscar.

Aunque Rick y Cliff son la base de esta película, Sharon es su alma y corazón. Es verdad que ella no tiene muchos diálogos, pero no los necesita. Su simple presencia es lo importante. Ella es una aspiración, un objeto de adoración. Representa el sueño de Los Ángeles, lo mejor del nuevo Hollywood al que Rick desea tanto pertenecer. El triste destino de la actriz representa para muchos el final de la era dorada de la meca del cine y es en la cercanía de su asesinato donde yace el peso temático de este filme. Las controversiales decisiones tomadas por Tarantino respecto a este evento van a dar mucho de qué hablar, pero no podemos mencionar más aquí sin hacer spoilers.

En el polo contrario se encuentra ‘La Familia’ de Charles Manson. Aquí son representados como villanos banales, vulgares, tontos y anacrónicos. Es más que justa la forma en que Tarantino vilifica a este grupo de asesinos de forma similar a como hizo con los nazis en Bastardos sin Gloria. Lo único que hay para lamentar es que los diálogos alrededor de ellos pueden servir para demonizar a los hippies.

Había una vez… en Hollywood ha sido descrita una y otra vez como “una carta de amor a Hollywood y al cine”. Es cierto, pero es mucho más que eso. Es una oda al trabajo de los actores, una exploración de la cultura cinéfila de los sesenta y un cuento de hadas. También es el cierre de la trilogía de ‘westerns’ iniciada por Django desencadenado y Los ocho más odiados. No solo por la omnipresencia de películas y series de vaqueros, sino porque la misma película está construida con tomas y desarrollo de personajes que parecen sacados de un filme de Sergio Leone.

Hay otros elementos de esta película que van a ser muy criticados. Su falta de diversidad al mostrar una época en la que el talento de las minorías comenzó a cobrar fuerza en Hollywood, la representación de Bruce Lee y las brutales escenas de violencia contra mujeres jóvenes ya han levantado suspicacias, pero son problemas menores. Había una vez… en Hollywood es una obra maestra que hará las delicias de cinéfilos y conocedores de la historia de la ‘fábrica de sueños’, pero por su misma naturaleza puede confundir e incluso aburrir un poco a la mayoría de audiencias.

Esperamos que compartan el fetiche de Quentin Tarantino por los pies de sus actrices, porque aquí da rienda suelta a esa particular obsesión.

Había una vez... en Hollywood
4.4/5 Nota
Haga clic para comentar

Deja tu comentario

Además no te pierdas