LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza – La reseña

Sin duda es una ardua tarea encontrar a alguien que no disfrute de las películas de Star Wars, por lo menos las tres primeras, e incluso más difícil sería hallar a una persona que no le guste los LEGO. Ese debió ser el tren de pensamiento cuando Traveller’s Tales creó LEGO Star Wars: The Video Game, título que debutó en Xbox, PlayStation 2 y Gamecube el 29 de marzo del 2005. El juego fue todo un éxito comercial y posibilitó el desarrollo de más títulos basados en la premisa de LEGO durante más de una década. Sin embargo, con el estreno de El Despertar de la Fuerza, el séptimo episodio de la legendaria franquicia de ciencia ficción, solo era cuestión de tiempo para que Traveller’s Tales volviera a sus raíces y creara un nuevo juego de LEGO Star Wars.

Al igual que los primeros dos juegos, LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza relata fielmente la historia de la cinta del mismo nombre, pero añade alguna que otra variación en favor de un humor infantil; no obstante, que el juego esté dirigido a un público específico no impide que todos puedan disfrutarlo por la forma en la que cuenta la trama. Aunque la carga argumental puede parecer escasa en comparación con la de LEGO Star Wars: The Video Game y la de su secuela, el último título aprovecha para introducir pequeñas historias —las cuales no poseen relevancia alguna dentro del canon de Star Wars, pero son entretenidas y cumplen su propósito de otorgarle más horas de juego al usuario— ambientadas entre El Retorno del Jedi y El Despertar de la Fuerza.

Todos sabían qué esperar con respecto a la trama de este juego; al fin y al cabo, es una adaptación de la séptima película. Sin embargo, nos preguntábamos cómo iba a innovar Traveller’s Tales en lo que se refiere a jugabilidad. Por fortuna LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza implementa nuevas mecánicas que, muy probablemente, estarán presentes en los futuros títulos basados en LEGO y demuestran el por qué la franquicia de Traveller’s Tales ha perdurado tantos años.

Comencemos hablando de la más importante e interesante: la multiconstrucción. ¿En qué consiste? En pocas palabras, podremos construir una cosa y luego destruirla para hacer otra y así abrir nuevos caminos que nos permitirán avanzar la historia o, preferiblemente, nos llevarán a items coleccionables, tales como los típicos bloques rojos y los minikits. Esta mecánica no solo contribuye a la rejugabilidad del título, sino que es un concepto fresco que puede perfeccionarse y ampliarse al tener en cuenta lo mucho que se podría hacer con las mismas piezas. En algunos momentos puede ser algo predecible por las opciones que ofrece, pero es una bocanada de aire fresco en términos de jugabilidad.

Por otro lado, tenemos que hablar de las secciones de tiroteo. Claramente inspirado por la saga de Uncharted, estas escenas implementan las típicas mecánicas de un Third Person Shooter; en otras palabras, podrás cubrirte y apuntar a enemigos. El único problema es que la mira se fija automáticamente en los enemigos, lo cual impide que haya un verdadero reto. La mayoría de las secciones se reducen a salir de la cubierta cuando dejen de disparar y machacar el botón «cuadrado»/»X» hasta que vuelvan a abrir fuego. No obstante, al igual que la multiconstrucción, puede pulirse e innovarse en futuros juegos.

Entre otras novedades, LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza adoptó una mecánica interesante, aunque innecesaria: ataques especiales. A diferencia de los anteriores juegos de LEGO, en los cuales los combos servían simplemente como un multiplicador temporal de monedas, en este juego funcionan al estilo Devil May Cry; es decir, deberás conectar varios golpes para que una barra ubicada en la esquina superior izquierda se llene. Una vez esta barra llegue al nivel cuatro o superior, podrá activarse un ataque especial que acabará con todos los enemigos en la pantalla.

Por supuesto, al igual que todos los juegos basados en LEGO, todos los personajes —más de 160; algunos conocidos además de los protagonistas, tales como el general Ackbar y Wedge Antilles, y otros que no lo son tanto, como es el caso de Monn Tatth y Quinar— poseen habilidades especiales, mas no únicas, que servirán para abrir caminos bloqueados en los 18 capítulos del modo historia —en el cual podremos jugar con los personajes que queramos después de superar una vez los capítulos y desbloquear el modo libre— y en los mundos abiertos.

Cabe agregar que estos últimos son masivos y en ellos se podrá comprar personajes desbloqueados y obtener más coleccionables —ladrillos de carbonita, los cuales desbloquearán personajes icónicos de la saga; emblemas y bloques dorados, los cuales permitirán acceder a niveles secretos que complementan la historia—. Por supuesto, tal como se mencionó, se necesitarán las habilidades de personajes específicos para conseguir algunos de estos objetos, aunque en otras ocasiones solo podrán obtenerse tras completar misiones impuestas por los habitantes de los planetas y algunas de estas solo estarán disponibles para personajes específicos.

Los aspectos mencionados son los que logran que LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza sea una experiencia divertida de principio a fin, ofreciendo variedad por medio de sus diferentes modalidades de juego, entre las cuales se encuentra el infaltable modo cooperativo. Por otro lado, presenta nuevas mecánicas que podrán perfeccionarse en el futuro y, por ende, garantizarán la existencia de juegos de este tipo por muchos años en el futuro. Puede que no sea el título de Star Wars que los fanáticos están esperando, pero no es un mal sustituto.

Reseña realizada con una copia de LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza otorgada por Warner Bros. Games