Jordan Peele se ha convertido rápidamente en uno de los directores más interesantes de Hollywood. A pesar de ser inicialmente reconocido por su trabajo en la comedia —o tal vez precisamente por eso— es en el género del terror que realmente se ha destacado. ¡Huye! (Get Out), su película de 2017, nos abrió los ojos ante una nueva forma de impactar a la audiencia mostrando una variante del racismo de la que rara vez hablamos. Su siguiente obra, Nosotros (Us), fue más divisiva, pero igualmente intrigante. En esta reseña de su tercera película, ¡Nop! (Nope) vamos a descubrir si este cineasta ya quemó su talento o si podemos declararlo ya como un nuevo maestro del terror.
Esta película nos intrigó desde que vimos por primera vez el misterioso afiche con una nube muy particular. Su curioso título tampoco dejó nada claro y el primer tráiler no reveló realmente cuál era el horror del que huían los protagonistas. Es una lástima que algunos de los avances que le siguieron mostraran «demasiado», ya que las sorpresas que este filme guarda tienen mucho más impacto cuando se presentan en el contexto adecuado.
Tras la muerte de su padre en un extraño accidente, OJ Haywood quedó prácticamente solo a cargo de un rancho de caballos, dedicado a entrenar esos animales para producciones de Hollywood. Su hermana Emerald no parece interesada en el negocio y las cosas van muy mal económicamente. Pero comienzan a pasar cosas extrañas y la pareja de hermanos cree que esta puede ser la oportunidad que esperaban para conseguir fama y fortuna.
Como en los anteriores trabajos de este director, ¡Nop! exige algo de paciencia inicial. Durante más de una hora, la película se dedica a presentar con calma a los personajes, dejar claras sus motivaciones y la naturaleza de las relaciones entre ellos mientras “algo extraño” se desarrolla en segundo plano.
Todo esto es importante para contar una buena historia, pero tenemos que hacer la advertencia porque una parte considerable de la audiencia de películas de terror quiere ver sustos y violencia desde el primer minuto. Este no es uno de esos filmes, pero quienes sepan esperar y puedan apreciar la naturaleza del drama serán muy bien recompensados.
Una vez revelan la aparente naturaleza de esa “cosa extraña”, la película sigue un ritmo más ágil y familiar. No recurre a los sustos ni a la violencia —aunque tiene un poco de ambas cosas— sino que se preocupa más por el manejo de la tensión. Los personajes de esta película enfrentan una amenaza realmente original y desconocida, por lo que descubrimos junto a ellos qué es lo que los acecha y cuáles son sus capacidades. Los fanáticos del horror estamos muy familiarizados con los tropos del género y volvernos a sentir en terreno desconocido es una experiencia realmente fresca.
Este es un tipo de “monstruo” que no vemos muy a menudo. No nos atrevemos a decir que es completamente nuevo, pero se siente como si lo fuera. En cierta forma se puede decir que es un Tremors a la inversa, en el que el peligro viene del cielo, no del suelo.
Pero el “monstruo” no sería tan efectivo si no sintiéramos nada por las personas a las que amenaza. Los hermanos Haywood son interpretados por Daniel Kaluuya (¡Huye!, Pantera Negra) y la bella Keke Palmer. Sus personalidades chocan por completo y ofrecen una divertida dinámica filial en la que, a pesar de todo, el cariño mutuo es palpable. Los acompaña un experto en soporte técnico interpretado por Brandon Perea que hace un buen trabajo aunque a veces parece que sobra. También tenemos al gran Michael Wincott en el rol de un excéntrico cinematógrafo que parece una necesaria parodia de Werner Herzog.
Por otro lado está Steven Yeun (The Walking Dead, Burning) como Ricky «Jupe» Park, dueño de un parque temático del viejo oeste que se rehúsa a separarse del éxito que tuvo años atrás como estrella infantil. Su historia parece algo separada de la trama principal, pero es clave para entender los temas del filme.
¡Nop! comienza mostrando un evento que ocurrió muchos años atrás, en una tragedia ocurrida durante la grabación de una popular comedia familiar. No vamos a revelar los detalles porque vale la pena que cada espectador lo descubra por sí mismo. En muchos sentidos, los ‘flashbacks’ a este evento pueden ser aún más aterradores que los de la historia principal.
Las tragedias están a la orden del día en este filme y Jordan Peele nos presenta una tesis interesante alrededor de ellas. Nos dice que no podemos dejar de mirarlas, que las convertimos en un espectáculo. ¡Nop! parece una fuerte crítica contra este mundo en el que todo debe ser convertido en “contenido”. Hasta las peores partes de nuestras vidas, incluso nuestros traumas, sirven excusa para publicar en Twitter o son convertidos en un video de TikTok.
El filme también habla sobre la relación de los animales con el mundo del espectáculo y el abuso de la clase trabajadora en este. Todo esto, por supuesto, es solo nuestra interpretación de la película. Si ustedes la entendieron de forma diferente, esperamos sus teorías en los comentarios.
Esta también es una obra muy llamativa a nivel visual. La historia se desarrolla principalmente en una zona desértica cerca de Los Angeles, la cual se presta para tomas abiertas que hacen sentir muy pequeños a los personajes, sobre todo considerando la amenaza que enfrentan. Dicha entidad también resulta impactante, sobre todo en el último acto. Los espectadores más ‘geeks’ también disfrutarán mucho con un par de referencias visuales al mundo del ‘anime’.
¡Nop! Es una película que recomendamos de todo corazón. Si van a verla buscando terror puro, puede que queden un poco decepcionados —sobre todo a causa de su “lento” acto inicial— pero de todos modos ofrece una historia profunda y un “monstruo” que va a resultar difícil de olvidar.
Es probable que, pese a sus múltiples fortalezas, esta película se quede viviendo a la sombra de la gran ¡Huye! Pero no dudamos en sumarnos a las voces que declaran que Jordan Peele es un verdadero maestro del horror.
[rwp-review id=»0″]