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Power Rangers – Reseña

¡Después de 22 años, los Power Rangers regresan a la gran pantalla! ¿Será que Dean Israelite podrá establecer una franquicia cinematográfica?

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Conocida por muchos, reverenciada por pocos, Power Rangers es una franquicia que ha estado presente desde hace más de dos décadas y sigue dando de qué hablar. Con 23 temporadas concluidas y una actualmente en transmisión, todos aquellos nacidos de los ochenta para adelante muy posiblemente estén familiarizados con alguna de las muchas encarnaciones del grupo de superhéroes. Sin embargo, aunque las preferencias pueden variar, los fanáticos recuerdan con especial afecto la serie que lo inició todo: Mighty Morphin Power Rangers.

Originalmente planeada como una adaptación de Kyōryu Sentai Zyuranger —decimosexta entrada de Super Sentai, franquicia japonesa producida por Toei que inició en 1975—, Mighty Morphin Power Rangers se estrenó en 1993 y estaba compuesta de escenas recicladas del programa mencionado y otras nuevas protagonizadas por actores occidentales. No obstante, a partir de la segunda temporada, Saban Entertainment empezó a tomar más riesgos al introducir personajes completamente nuevos  —como Lord Zedd y el Ranger blanco, aunque el traje de este último provenía de la siguiente temporada de Super Sentai— y depender menos de lo que ya había filmado Toei. Aunque esto continuó evidenciándose en las siguientes temporadas, no fue sino hasta 1995 que los Power Rangers contaron con una producción 100% original.

Producto de la colaboración entre Saban Entertainment y 20th Century Fox, Mighty Morphin Power Rangers: The Movie contó con todo el elenco la serie original y efectos especiales mejorados al no tener que depender de escenas recicladas. Si bien fue un éxito comercial y demostraba de principio a fin lo que hacía que la serie original fuera tan entretenida, no aprovechó el medio cinematográfico para salir del formato “monstruo de la semana” y brindar algo con más sustancia. Por no mencionar que los terribles efectos especiales del acto final siguen funcionando como recordatorio de que todo tiempo pasado no fue necesariamente mejor.

Quizás como un testamento al seguimiento de culto que posee la serie, los rumores sobre una nueva adaptación cinematográfica de Mighty Morphin Power Rangers comenzaron a circular años antes de que fuera anunciada oficialmente a principios del 2015. Sin embargo, no fue hasta el 30 de abril de ese mismo año que Dean Israelite sería el encargado de encabezar la película. El historial del director generó cierto escepticismo entre los fanáticos, cuyas reacciones no mejoraron ante la posterior revelación del aspecto de Rita Repulsa y el primer tráiler.

Aunque el propio Bryan Cranston —encargado de interpretar a Zordon— ya había dado a conocer que la nueva película le daría bastante importancia a los problemas personales de los protagonistas, ese fue el primer video que presentó el tono maduro que manejaría la cinta. Como era de esperarse, una buena parte de los fanáticos no tardó en manifestar su disgusto ante una reinterpretación que estaba tratando de enriquecer el concepto original. Por fortuna, los siguientes tráileres —que presentaron a los Rangers y sus Zords, dándole más énfasis a la acción y la comedia— se encargaron de modificar las primeras impresiones de muchos.

No obstante, lo anterior abrió paso a una nueva incertidumbre: ¿pueden dos tonos temáticos tan distintos convivir y complementarse en una película basada en Mighty Morphin Power Rangers? Aunque difícil de creer, la última película basada en el grupo de superhéroes demuestra que sí es posible.

Power Rangers
Power Rangers utiliza la premisa de la serie original, pero la enriquece substancialmente al deshacerse de las personalidades bidimensionales de los protagonistas de antaño. Tal como sugirió Cranston, la humanización de los personajes principales se logró al atribuirles algunos de los problemas que sufren los adolescentes hoy en día. Sin embargo, esta modificación no serviría de nada si los protagonistas no reaccionaran de forma realista. Por fortuna, el elenco principal cuenta con personalidades bien definidas por sus dilemas. Irónicamente, lo que sería un impedimento a la hora de crear una amistad entre cinco perfectos desconocidos se volverá el catalizador para formar el equipo definitivo de superhéroes.

No falta ser un fanático concienzudo para saber que el fuerte de Mighty Morphin Power Rangers nunca fue el desarrollo de personajes. Si bien había un buen sentido de compañerismo entre los protagonistas, el origen de este fue completamente omitido. Mighty Morphin Power Rangers: The Movie tampoco tuvo que preocuparse por ello al ser una continuación semicanónica de la serie. Sin embargo, Power Rangers presenta una reinterpretación de los personajes y su contexto. Esto es aprovechado por el equipo de Israelite para construir orgánicamente la relación de camaradería entre Kimberly (Naomi Scott), Trini (Becky G.), Billy (RJ Cyler), Zack (Ludi Lin) y Jason (Dacre Montgomery). Lo anterior tan solo funcionaría en papel de no ser por las interpretaciones de los actores mencionados, que comparten una excelente química en todas las escenas.

Power Rangers
Por supuesto, los Rangers no son los únicos personajes destacados en la película. La relación entre Zordon y Rita Repulsa —interpretados Bryan Cranston y Elizabeth Banks, respectivamente— es modificada de tal forma que amplía la mitología de la franquicia. En vez de presentarlos como simples personificaciones del bien y el mal, Power Rangers establece a los dos personajes como antiguos compañeros. Sin embargo, la cinta no especifica exactamente qué fue lo que causó que Rita se volviera malvada y tan solo cuentan con una interacción a lo largo de la cinta. Aunque Cranston presenta una versión interesante y no tan idealizada del mentor de los Rangers, la actuación de Banks como Rita Repulsa es una de las más destacadas en la película.

Si bien no se parece físicamente a la villana original, Elizabeth Banks brinda un memorable papel que logra equilibrar lo ridículo y amenazante. De cierta forma, esta interpretación resume el tono de la película. Parecido a lo que hacen las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, Power Rangers no aparta la vista de ciertos temas de corte más maduro. No obstante, el reconocimiento de esos temas no implica inmediatamente que el mundo sea un lugar oscuro. Que la historia esté centrada en el crecimiento de cinco adolescentes no implica que no pueda haber risas durante el recorrido. En otras palabras, no es la película adulta que algunos creían que sería.

Si hay algo que siempre ha cautivado a los fanáticos de la serie original es la acción. Sin embargo, este aspecto queda en un segundo plano durante gran parte de la película para darle más espacio al mencionado desarrollo de personaje. Aunque el acto final compensa la falta de acción, cabe aclarar que las típicas peleas cuerpo a cuerpo son mínimas. Afortunadamente, en esas pocas escenas Power Rangers logra mezclar adecuadamente los efectos prácticos y los generados por computador para mantener la ilusión del realismo. Por supuesto, varios elementos están hechos 100% en computador, pero lucen espectaculares en acción. Un buen ejemplo de ello son los Zords, verdaderos protagonistas de un clímax que dejará contenta a la mayoría —aunque especialmente a los fanáticos de los mechas— y cierra con broche de oro un interesante desarrollo de personajes.

Contra todo pronóstico, Power Rangers logra contar una historia que dejará satisfechos tanto a los fanáticos de la franquicia como a aquellos que simplemente buscan una entretenida película de acción. Gracias a las excelentes actuaciones de todo el elenco, que inyectan vida nueva a los personajes de antaño, el futuro de los Power Rangers en la gran pantalla se ve más brillante que nunca. Si bien la acción debería tener un papel más preponderante en la secuela, tampoco debe descuidar los personajes que ha creado ni dejar de expandir la mitología de la franquicia.

Power Rangers (2017)
3.5/5 Nota
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