Conecta con nosotros

Cine y TV

Raya y el último dragón – Reseña

¡Que comiencen las nuevas guerras del ‘shipping’!

Publicado

el

No hemos podido sacar de nuestras cabezas el trascendental viaje del pianista de jazz Joe Gardner en Soul y ya tenemos disponible una nueva joya del cine de animación, tanto en los pocos teatros que están abiertos como en el servicio de ‘streaming’ Disney+ (si pagamos primero el ‘Premier Access’). Su nombre es Raya y el último dragón.

Como es costumbre con los filmes modernos de Walt Disney Animation Studios, la película está llena de personajes carismáticos, un trabajo de animación casi perfecto y un bonito mensaje para el mundo. Pero esta vez no se limitaron solo a eso. Nos presentan un mundo y una mitología supremamente detallados y ambiciosos. Tal vez demasiado ambiciosos para su propio bien.

En Raya y el último dragón visitamos Kumandra, una tierra claramente inspirada en la cultura y mitología de las naciones del sudeste asiático. Hace 500 años, los humanos y dragones vivían allí en armonía, hasta que sufrieron la invasión de aterradoras criaturas conocidas como Druun, las cuales eran capaces de convertir en piedra cualquier ser vivo que tocaran. Los dragones se sacrificaron para acabar con estos seres y dejaron atrás un Cristal con el último rastro de su magia.

Los deseos de apoderarse del Cristal causaron que la humanidad se dividiera en cinco naciones: Colmillo, Garra, Corazón, Columna y Cola. Cada una de estas tierras desconfía de las demás y hará lo que sea por quedarse con el Cristal. La falta de unidad de la humanidad causa el regreso de los Druun. La princesa guerrera de Corazón, Raya, tiene como misión encontrar al último dragón que queda con vida para pedirle que salve a Kumandra. Pero ese es solo el comienzo de su aventura.

El mundo creado por Disney para esta historia es absolutamente fascinante. Cada una de las naciones tiene su propia cultura, estilo visual, armamento y hasta comida típica. No nos extrañaría descubrir que entre de las inspiraciones para esta obra se encuentran Avatar: la leyenda de Aang y La leyenda de Korra. Hay muchos elementos narrativos y estilísticos que comparte con esas queridas caricaturas de Nickelodeon. Es un mundo que pide a gritos ser explorado.

Raya y el último dragón Reseña crítica análisis mapa Kumandra

Aunque ese nivel de detalle en el trasfondo y la mitología de Raya y el último dragón nos atrapa de inmediato, también es su más grande debilidad. Los poco más de 100 minutos de duración de esta película le quedan pequeños a su mundo y personajes principales. Cuando los créditos comienzan, nos damos cuenta que solo le dimos una pequeña mirada al mundo de Raya. Es una lástima que el formato no le permita a este filme explorar mejor la maravillosa tierra que creó. Esperamos ver a Kumandra y sus habitantes de regreso en otra película, serie, cómic o videojuego. De verdad nos morimos por conocer más de este universo.

Eso no significa que este filme sea malo o decepcionante. Al contrario, es una excelente historia que nos deja con ganas de más. Un buen ejemplo de esto es la relación de Raya con la antagonista: Namaari. Las conocemos de niñas, luego damos un salto en el tiempo y ambas son adultas. Se sugiere que han tenido muchos encuentros a lo largo de los años, pero no nos muestran nada de eso a pesar de lo importante e intrigante que es. Esto probablemente lo hicieron a propósito. Disney conoce bien el nuevo tipo de fanáticos que van a llenar esos huecos en la trama con ‘fanfics’ y mucho ‘shipping’.

A causa de esto, los personajes resultan un poco menos detallados de lo usual. Raya está bien definida gracias a lo que vemos de su pasado y a la desconfianza que muestra hacia el resto del mundo, lo cual determina su arco de personaje. Kelly Marie Tran (Rose en Star Wars: los últimos Jedi) le da mucha personalidad con su trabajo de voz, pero nos queda la sensación de que “le falta algo”. Lo mismo se puede decir de la antagonista y los compañeros que se unen a su misión a lo largo del camino. Todos tienen mucho carisma, pero no los terminamos de conocer. La trama se mueve demasiado rápido y no da mucho tiempo para presentar los detalles que les terminarían de dar vida.

Raya y el último dragón Reseña crítica análisis sisu and the last dragon

El único personaje que escapa a esta descripción es Sisu, el último dragón del título. Ella nos recuerda mucho al Genio de Robin Williams en la versión animada de Aladdin. Es un ser lleno de energía, alegría y magia que nos hace sonreír (y entristecer) muchas veces a lo largo del filme. Su fe infinita en la humanidad y creencia de que las peores cosas que creemos sobre los demás no son más que feos estereotipos es digna de admirar, aunque parezca un poco ingenua al comienzo. La actriz Awkwafina, con su curiosa voz ronca, le da el toque cómico perfecto.

Un personaje como este es casi obligatorio dentro de una película de Disney, igual que las mascotas adorables que van a vender millones de peluches (¿quién no querría su propio Tuk Tuk tamaño real?). Pero hay otros elementos que se alejan de lo común. Uno de los más notables es la ausencia total de canciones. Esto seguramente hará felices a algunos espectadores, pero tomando en cuenta la calidad de lo que escuchamos en películas como Moana y Frozen 2, sentimos que nos perdimos de partituras posiblemente excelentes que le podían haber dado a los personajes algo de la profundidad que necesitaban.

En lugar de canciones, Raya y el último dragón tiene escenas de acción de un nivel que no estamos acostumbrados a ver en esta clase de películas. Los combates cuerpo a cuerpo, especialmente entre Raya y Namaari, son encuentros brutales. Los personajes se lucen con movimientos de artes marciales y el uso de armas inusuales. La vistosa ‘espada-látigo’ de Raya —que parece sacada de un videojuego— es un urumi. Este es un tipo de arma usada principalmente en la región Kerala de India.

Raya y el último dragón Reseña crítica análisis namaari

Volviendo al mensaje de la película, tenemos sentimientos encontrados respecto a su efectividad. Aunque al final es claro lo que quiere decir sobre la importancia de unirnos sin importar las diferencias de nación o raza, a lo largo de la aventura de Raya también vemos muchas razones por las que no deberíamos confiar tan fácilmente en los demás. La historia no logra reconciliar bien estos elementos. También resulta curioso que la invasión de los Druun y el mundo cuasi-post-apocalíptico que presenta, en el que la gente prácticamente se ha cuarentenado en sus regiones, tiene algunos paralelos con la actual pandemia del COVID-19. Es coincidencia, ya que esta película lleva varios años en producción, pero es imposible no pensar en ello.

Raya y el último dragón es una gran película que le recomendamos a grandes y chicos. No carece de defectos, pero estos no le quitan encanto ni entretenimiento. Si no quieren arriesgarse a ir a un teatro o pagar el Premier Access ($50.000 pesos en Colombia), solo tienen que esperar hasta el 23 de abril de 2021, cuando será agregada al catálogo normal de Disney+.

Raya y el último dragón
3.9/5 Nota
Haga clic para comentar

Deja tu comentario

Además no te pierdas