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Así fue el episodio de Los Simpson que parodió a League of Legends

¿Merece este episodio el GG?

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Es prácticamente una obligación comenzar este artículo dejando claro algo que ya todos sabemos, pero que hay que repetir cada vez que se toca el tema: Los Simpson ya no son tan geniales como antes. Ocasionalmente hay uno que otro episodio bueno, pero la gracia que destilaban sus viejos capítulos lleva más de 15 años desaparecida.

Algo en lo que se nota mucho este cambio es en la insistencia de tocar ‘los temas de moda’. La necesidad de estar ‘al día’ con las noticias y tendencias es lo que ha hecho que esta serie pierda gran parte de esa gracia. Lo que era gracioso cuando un capítulo se estrena es olvidado pocos meses después, causando que no ‘envejezcan’ nada bien.

En esta ocasión, el tema son los esports. Las competencias profesionales de videojuegos llevan varios años en el centro de la cultura popular, ganan cada vez más espectadores y se han convertido en un negocio multimillonario. Sin embargo, el ‘gran público’ sigue ignorándolos y esto se refleja un poco en este episodio, curiosamente titulado E my sports (una referencia a la famosa frase de Bart, “eat my shorts”).

Todo comienza cuando Homero le compra a Bart un PC de alta gama para videojuegos con la condición de que deje tranquila a la familia. Esto hace que Bart se dedique en cuerpo y alma a un videojuego en línea llamado Conflict of Enemies, el cual es una clara parodia de League of Legends, un videojuego con una de las más populares y exitosas ligas de esports.

Los Simpson - League of Legends

Aquí es donde se nota la ayuda que prestó Riot Games con el desarrollo del episodio, pues representa bastante bien lo que sería un juego real del género MOBA. La imagen de cada jugador incluye barras de salud, magia y los ataques de los que dispone. Vemos un mapa con una sola línea y una pequeña ventana de chat. El estilo visual de dicho mapa recuerda a ‘la grieta del invocador’ de League of Legends y sus avatares están claramente basados en personajes de ese juego. El personaje de Bart sería Olaf, Nelson controla a Trundle, Milhouse a Fizz, Martin a Sion y Sophie a Janna.

Resulta que Bart y sus amigos son jugadores bastante buenos y se preparan para disputar un torneo donde pueden ganar 1000 dólares. Esto llama de inmediato la atención de Homero. Tras la obvia broma sobre un adulto confundido por la idea de ganar dinero jugando videojuegos, él decide convertirse en el manejador del equipo.

Este grupo, llamado ‘Los terrores de Evergreen’, gana el torneo ante la confusión del director Skinner, que simplemente no comprende lo que ocurre en la pantalla. La posibilidad de continuar ganando sumas exageradas de dinero anima a Homero a vivir sus sueños de gloria deportiva a través de su hijo.

Este es un tema bastante cliché que ya hemos visto antes en decenas de comedias y dramas. Se presta para un par de bromas fáciles sobre crianza abusiva y para un número musical con los padres de varios deportistas famosos, pero no tiene mucha gracia.

Homero contrata a ‘El Detonador’, un jugador profesional, para que entrene al equipo. Esta es probablemente la mejor parte del episodio, pues este personaje se presta para hacer una sátira bastante graciosa sobre la cultura de Twitch, la narración de torneos, la terminología ‘gamer’ y la ridículamente corta vida profesional de un experto en videojuegos. A pesar de todo, el entrenamiento funciona y los chicos ganan contra un equipo canadiense, clasificando al campeonato mundial en Corea del sur.

Los Simpson - League of Legends

Hasta este punto, el episodio es bastante divertido, con buenos chistes y una parodia bastante certera de algunos aspectos de la cultura videojugadora. Pero llega Lisa y todo se va al carajo. Este personaje, que en el pasado era el centro moral e intelectual de la familia, se ha convertido en una ‘hipster’ caprichosa y elitista. Envidiosa del tiempo que su padre y su hermano están pasando juntos, se obsesiona con acompañarlos a Corea. Allí, lleva a sus padres a un templo a realizar mandalas de sal y enseñarles a desprenderse de los apegos materiales.

Homero, tan influenciable como siempre, alcanza el ‘estado zen’ fácilmente y decide abandonar sus deseos terrenales, incluyendo la victoria de su hijo. Siguiendo este objetivo, sabotea la electricidad del estadio de esports donde ellos están a punto de ganar el campeonato, causando caos absoluto.

En general, este no es un buen episodio. El tema de los esports, que se presta para buenos momentos durante la primera parte del capítulo, pasa a un segundo plano en favor de una subtrama poco interesante y salida de la nada. El mayor problema es que la historia decide seguir a Homero en lugar de a Bart o alguno de sus compañeros de equipo. Esto hace que no pueda explorarse bien la vida de un jugador profesional. El otro problema es uno que lleva años afectando la serie: la forma en que las tramas principales pierden importancia y se les da una conclusión insatisfactoria.

En este caso, el final no refleja cómo funciona realmente un torneo de esports y tampoco cierra bien la historia de Homero buscando convertir a su hijo en una estrella. Las bromas finales que sí se relacionan con los esports, como un torpe comentario sobre las jugadoras famosas y el cambio de Milhouse por otro jugador —que algunos dicen que podría ser una referencia a Faker, el jugador de League of Legends más famoso del mundo— no hacen reír.

Los Simpson - League of Legends

A pesar de todo, E my Sports tiene algunos elementos muy buenos. La primera mitad del episodio está llena de momentos divertidos con los que los conocedores del mundo de los esports se verán identificados. Tampoco se puede negar que este capítulo servirá para popularizar un poco más la escena de las competencias profesionales de videojuegos. Es una lástima que al final no esté a la altura de lo que propone.

Después de todo, Los Simpson ya no son lo que eran.

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