A pescar que el mundo se va a acabar.
Cobrar impuestos y hacer sacrificios a los dioses oscuros. Una ciudad normal.
Prisionero del hielo.
Un final secreto algo decepcionante.
Ojalá hubieran sido zombis.
Una desgarradora espiral de horror corporal y psicológico.
Sor Presa
"Di su nombre".
Si no asusta, no es cyberpunk.
Desde el elegante horror gótico hasta las pesadillas biomecánicas del horror corporal.
Para cobardes como yo.
Ya que no tendremos un nuevo Silent Hill, no podemos esperar por su nueva obra.