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Anthem – Reseña

El mundo de Anthem esconde algunos secretos agradables… y otros que no lo son tanto. Agarra tu alabarda y compruébalo por tí mismo.

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Aunque no hay un reporte oficial, no resultaría irrazonable de mi parte clamar que Anthem es el proyecto más costoso en el que ha trabajado BioWare. Bueno, quizás solo detrás del multijugador masivo en línea Star Wars: The Old Republic.

Esto puede evidenciarse por su escala, su presentación y su naturaleza como un juego como servicio. Por desgracia, a pesar de la importancia de estos aspectos, no son sustituto para lo más importante dentro de un título de este tipo. Por supuesto, con esto me refiero al diseño general… o el cómo hacer que los usuarios sigan jugando.

Seré honesto: Anthem es un título con un gran potencial, pero su ejecución lo ha condenado a recibir una no tan cálida bienvenida. No obstante, gracias la mencionada naturaleza de juego como servicio, este tiene la oportunidad de evolucionar. Es por ello que la intención de esta reseña es señalar aquellos aspectos que podrían pulirse para ofrecer una mejor experiencia, una que convenza a todos de hacerse con su alabarda y explorar el amplio reino de Bastion.

Lo primero que podrá evidenciarse al iniciar el juego es su espectacular presentación visual. Aunque no es el primer título que emplea el poderoso motor Frostbite, ciertamente luce mucho mejor que Mass Effect: Andromeda. Esto no solo se puede evidenciar en el detalle de los modelos de personajes —la mayoría mucho más expresivos que en el pasado juego de BioWare—, sino por la iluminación y múltiples efectos visuales, los cuales relucen especialmente en los combates.

En lo que respecta a lo sonoro, es un aspecto que palidece frente a la presentación gráfica. Aunque hay un par de melodías memorables y la edición de sonido brilla especialmente en la realización de combos, aspecto del que se hablará posteriormente, el apartado sonoro pasa sin pena ni gloria.

Por desgracia, estos dos se ven percudidos por constantes bugs que hacen de la experiencia menos pulida e inmersiva. Algunas partes de Bastion que se ven más descuidadas que otras, modelos de enemigos que se quedan posando después de ser derrotados, NPC teletransportándose de un lado a otro y secciones en las que el audio se explota o entrecorta son algunos de los errores que se presentaron en mi aventura.

El sistema de combate de Anthem se consolida como un arma de doble filo. Por un lado, sufre debido a la poca variedad de las armas y su ineficiencia en dificultades superiores. Con la excepción de su cadencia que fuego, todas las armas se sienten iguales. Esto resulta aún más grave al tener en cuenta que el conseguir armas más «poderosas» es uno de los principales objetivos tras concluir la campaña principal.

Por otro lado, el sistema de combate cuenta con elementos que evitan que las batallas se sientan repetitivas. Entre estos destaca las marcadas diferencias entre todas las alabardas, los trajes utilizados por los llamados «libranceros». Aunque en un principio podrá elegirse una de las cuatro alabardas, podrán desbloquearse las demás a medida que se suba de nivel. Cada una de estas cuenta con habilidades y estadísticas diferentes, las cuales dan una sensación diferente a cada armadura. Sin embargo, ahí no acaban diferencias. A medida que se juega, pueden desbloquearse habilidades con atributos elementales. Es aquí donde entra el sistema de combos.

Si bien cada habilidad puede emplearse individualmente, es cuando se utilizan en conjunto que los combates de Anthem resultan espectaculares y divertidos. Una vez sean destruidos los escudos de un enemigo, estos podrán ser afectados por los llamados «ataques de revestimiento». Estos ataques, que podrán distinguirse por un símbolo circular con un punto en el medio, harán que los enemigos entren en un estado relacionado con el elemento del ataque utilizado. Mientras se encuentren en ese estado, tanto el jugador como sus compañeros podrán utilizar un ataque detonante para realizar un combo. Aunque este causará daño masivo, las propiedades del combo cambiarán dependiendo de la alabarda que realice el ataque detonante. Esto último dota al combate de Anthem de una diversidad táctica.

Además del sistema de combos, otra fortaleza de los combates en Anthem es el énfasis en la movilidad. Esto aplica incluso al pesado Coloso, la más lenta de las alabardas. Esto se debe a la capacidad de vuelo de las alabardas, habilidad cuyas utilidades van más allá del simple desplazamiento. El reposicionamiento, ya sea para esquivar ataques o regenerar vida/escudos, será vital a la hora de hacer frente y sobrevivir a las misiones más difíciles del juego.

Hablando de misiones, ¿qué clase de actividades ofrece Anthem? ¿De qué forma mantiene a los jugadores enganchados? Además de la campaña principal, de la cual se hablará posteriormente, los jugadores podrán hacer lo siguiente:

  • Juego Libre. Tal como implica su nombre, en esta modalidad podrá recorrerse libremente el reino de Bastion para recolectar materiales, realizar eventos públicos, encontrar documentos y descubrir secretos. Aunque recorrer Bastion es una delicia gracias a la habilidad de volar, realmente no hay un buen incentivo para hacerlo a menos de querer completar todo al 100%.
  • Contratos. Algunas de estas misiones estarán relacionadas con subtramas que se desarrollarán dentro del Fuerte Tarsis, la base de operaciones de los jugadores, y servirán especialmente para subir de nivel.
  • Baluartes. Misiones prolongadas que activamente requerirán del trabajo en equipo entre los diferentes libranceros. Ofrecen las armas y habilidades más poderosas.

En la medida que se hagan dificultades más difíciles, estas actividades ofrecerán mejores diferencia. Sin embargo, es en estas dificultades que brilla el mencionado desbalanceo de las armas y otros problemas que afectan la rejugabilidad del título.

Más allá de estas actividades, los jugadores también podrán realizar desafíos. Estos se dividen en diarios, semanales, mensuales y de los legionarios, pero estos últimos se desbloquean tras completar la campaña. Al completarse estos desafíos, los libranceros ganarán monedas que podrán invertir en elementos estéticos.

Ahora, esta no es la única forma de ganar monedas. El simple hecho de jugar con otros jugadores hará que el nivel de su respectiva Alianza aumente y, a medida que lo haga, los usuarios recibirán más recompensas.

Como se mencionó, las monedas son necesarias para comprar diferentes objetos estéticos: piezas de armadura, gestos y texturas. Sin embargo, es aquí donde entramos a la bolsa mixta que es el manejo de este aspecto. Esto se debe a que las tiendas en el Fuerte Tarsis, los únicos lugares en los que se pueden comprar estos objetos, renuevan su inventario cada 2 o 3 días.

Por un lado, esto puede incentivar a los jugadores a hacer todas las actividades y así conseguir la mayor cantidad de monedas. Por otro lado, el precio de estos artículos es tan costoso que algunas veces resulta imposible recolectar el dinero suficiente para comprarlos. A esto se suma que esta limitación de objetos estéticos merma lo que es la personalización de las alabardas. Aun así, he de admitir que lo que es la selección de colores y texturas es extremadamente elevada desde el principio del juego.

¿Por qué no concluir esta reseña con uno de los aspectos que mejor refleja el potencial desperdiciado de juego? Por supuesto, me refiero a la historia.

La trama de Anthem gira alrededor del librancero protagonista tratando de detener los planes del Dominio en hacerse con el poder del Himno de la Creación. Esta comienza con una misión fallida en el Corazón de la Furia, la cual causa sin explicación alguna que los libranceros se separen y caigan en desgracia. Este evento es seguido de decenas de interacciones, las cuales no logran desarrollar a los diferentes personajes ni establecer a los antagonistas como una amenaza, que concluyen en un punto de giro predecible y un final bastante anti-climático.

Curiosamente, lo anterior no significa que el universo de Anthem esté mal construido. Como es típico de BioWare, la historia de este mundo está contenida en documentos —los cuales podrán encontrarse en el Fuerte Tarsis y a lo largo de Bastion— y las conversaciones con los NPC. Si bien estas oscilan entre aburridas y aceptables, por no mencionar que la gran mayoría no tienen consecuencia en la historia, sí dejan ver varios elementos que dotan al mundo de realismo. Entre estos destacan las «radionovelas» más populares de Bastion y los esfuerzos de un jefe de limpieza por mantener la seguridad en el Fuerte.

Anthem
6.6/10 Nota
Lo que nos gustó
- La personalización de habilidades y el sistema de combos evitan que los combates se vuelvan monótonos.
- Documentos y diálogos contribuyen a la construcción de un mundo verosímil.
- El volar sobre Bastion siempre resulta espectacular.
Lo que no nos gustó
- Con la excepción de la cadencia de fuego, todas las armas se sienten exactamente iguales.
- La historia no hace un buen trabajo estableciendo a sus antagonistas ni transmitiendo la situación tan desesperanzadora de la humanidad.
- Una gran cantidad de bugs.
En resumen
Anthem tiene aspectos positivos y negativos. Es un juego aceptable. Por desgracia, tal adjetivo no le hace justicia al legado de BioWare. Sin embargo, dada su naturaleza de juego como servicio, Anthem tiene la oportunidad de evolucionar. Dependiendo del apoyo de Electronic Arts y BioWare, este título puede pulirse e innovarse. ¿Quién sabe? Puede que en un año o menos Anthem se convierta en un producto diferente... uno a la altura de su legado.

Reseña hecha con copia digital de Anthem para PS4 provista por Electronic Arts.

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