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Blue Reflection: Second Light – Reseña

Blue Reflection: Second Light es una prueba de que una secuela puede corregir los errores del pasado. ¿Pero puede pulir sus fortalezas?

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Desarrollada por Gust como parte del proyecto Beautiful Girls Festival, Blue Reflection es una de las propiedades intelectuales más recientes de Koei Tecmo. A pesar de que un JRPG con un elenco mayoritariamente femenino no era algo novedoso en ese entonces, Blue Reflection contaba con algo peculiar. Por supuesto, nos referimos a la influencia del subgénero ‘mahō shōjo’ o ‘Magical Girl’. Y si bien las series de chicas mágicas no escasean —basta con ver las inspiraciones citadas por el productor Junzo Hosoi, tales como Las guerreras mágicas y Sailor Moon—, juegos protagonizados por este tipo de heroínas son una historia diferente.

Aunque la recepción crítica del juego fue mixta, las ventas finalmente fueron positivas. Recordemos que se trataba de una nueva propiedad intelectual. Cuando se suma este relativo éxito a su dedicada fanaticada, tiene sentido que Koei Tecmo anunciara a principios de este año que las aventuras de las Reflectoras continuarían por medio de una trilogía transmedia. Esta se compone de Blue Reflection Ray, serie animada por el estudio J.C.Staff y que puede verse vía Funimation; Blue Reflection Sun, juego para dispositivos móviles y PC; y Second Light, juego para consolas y PC. Este último es el objeto de análisis de esta reseña.

Primero que nada, cabe aclarar que Blue Reflection: Second Light es una secuela de las anteriores entregas de la franquicia. Eventos del juego original y el ‘anime’ son referenciados a lo largo de la historia. Adicionalmente, Second Light supone el regreso de varios personajes que debutaron en dichos productos. A pesar de que el título en cierta forma confía en que los jugadores ya están familiarizados con la propiedad y funciona como cierre de una saga, el hilo conductor que emplea para contar su historia permite que incluso los primerizos la entiendan y disfruten.

La historia de Blue Reflection: Second Light gira alrededor de Ao Hoshizaki, una estudiante de secundaria que es transportada junto con otras chicas a una academia en medio de un océano infinito. Con la excepción de Ao, las demás han perdido todas sus memorias. Sin embargo, eso cambia cuando de la nada aparece un camino hacia una misteriosa locación repleta de peligrosas criaturas. Por fortuna para las chicas, los misteriosos anillos que llevan les permiten transformarse en Reflectoras.

Eventualmente, el grupo descubre que dichas locaciones son producto de sus recuerdos y emociones. De esa forma, las protagonistas deducen que deben explorarlas para recuperar sus memorias. Con cada descubrimiento, las chicas se acercan a la verdad detrás del misterioso mundo que habitan y su verdadera misión como Reflectoras. Gracias a este hilo conductor, incluso los que no hayan jugado el primer juego o visto el ‘anime’ pueden entender lo que está pasando. Aunque esto viene de la mano con el riesgo de que la historia sea muy expositiva, está justificado dada la naturaleza del elenco como sucedáneo de la audiencia y expositor. Aún mejor, la falta de conocimiento puede aumentar el impacto de ciertos puntos de giro.

Blue Reflection Second Light reseña review crítica análisis

A pesar de la cantidad de personajes que componen la ‘party’, la historia se enfoca en el desarrollo de la mencionada Ao Hoshizaki. Al fin y al cabo, varias de las chicas ya tuvieron sus respectivos arcos en el primer juego y el ‘anime’. Al contrario que la protagonista del juego original, Ao desea tener algo especial. Esto es reiterado a través del contraste con sus compañeras, que buscan sus memorias más preciadas. Si bien el juego ocasionalmente explora la envidia de Ao, este aspecto termina desaprovechado en favor de una típica historia en la que debe aprender a liderar a las otras chicas. Lo anterior no quiere decir que la historia de Blue Reflection: Second Light sea mala. Al contrario, ya que maneja un misterio interesante y la forma en la que constantemente revela nueva información dota a la trama de un buen ritmo.

Hablando de la historia, el progreso de esta depende en buena medida del apartado de construcción. Si bien esta característica no es nueva, ha sido ampliada. Por un lado, los efectos de los objetos son determinados según los materiales utilizados y los miembros de la ‘party’ que participen en el proceso. De tal forma, este apartado resulta mucho más versátil e incentiva la experimentación. Por otro lado, la construcción de edificaciones a lo largo de la academia es lo que impulsa la trama. Estas son las que permiten que las chicas accedan a sus memorias sobre otras Reflectoras. Aun así, es una lástima que el apartado de personalización de la academia sea muy limitado. Más allá de avanzar la trama, conceder ciertos bonos y ser la ubicación de varias interacciones, estas estructuras no sirven de mucho.

Una vez desbloqueada una nueva locación, un grupo de 4 chicas puede investigarla. Aunque la exploración funciona de forma muy similar a la del primer juego —con la excepción de un “modo sigilo”, que despliega la visión de los enemigos—, el sistema de combate ha recibido varios cambios. El de Blue Reflection funciona de forma similar al de la mayoría de entregas de la franquicia Atelier, en la que las batallas son por turnos. No obstante, son dictados por la posición de los personajes en una línea de tiempo. Esta última sigue presente en Second Light, pero también representa el medidor de Energía Éter. Esto se debe a que las peleas ahora son en tiempo real.

A lo largo de los combates, los íconos de las Reflectoras se deslizan de izquierda a derecha hasta llegar al máximo de Puntos Éter. En un principio, estos son 1000. Sin embargo, el uso de habilidades permite que las protagonistas «suban de nivel» y puedan utilizar más Puntos Éter. Una vez lleguen a nivel 3, se transforman automáticamente en Reflectoras y pueden emplear nuevas habilidades. Al contrario, los enemigos se deslizan de derecha a izquierda en la línea de tiempo. Una vez lleguen al otro extremo, pueden actuar. Por fortuna, los jugadores pueden «retrasar» su turno atacándolos con sus debilidades o empleando dolencias como parálisis.

Estos cambios permiten que los combates sean mucho más frenéticos sin volverse monótonos ni perder profundidad. Los jugadores pueden optar por habilidades de bajo costo para mantener a los oponentes a raya o aumentar el contador de combos. También pueden «ahorrar» Puntos Éter para utilizar técnicas más potentes o emplear habilidades en sucesión. Otras novedades incluyen los combates 1 contra 1, que permiten causar daño masivo a jefes tras destruir sus defensas, y Marea de Ether, un ataque definitivo que requiere un combo de 15 golpes y 3000 Puntos Éter. Tampoco ha de olvidarse que la cuarta integrante de la ‘party’ puede activar bonos pasivos.

Blue Reflection Second Light reseña review crítica análisis

El ganar combates permite que las chicas suban de nivel y sus estadísticas mejoren, pero la única forma de adquirir nuevas habilidades es a través de las interacciones entre las protagonistas. Al cumplir misiones secundarias y avanzar en la trama, Ao puede tener Citas con sus compañeras. Estos eventos no solo conceden Puntos de Talentos, que sirven para conseguir nuevas habilidades, sino Fragmentos. Al igual que en el el primer juego, estos pueden equiparse para recibir efectos pasivos.

Pongamos fin a esta reseña hablando de la presentación de Blue Reflection: Second Light. Tanto el arte como la música —de nuevo en manos de Mel Kishida y Hayato Asano, respectivamente— son fortalezas. No obstante, Second Light prescinde de las locaciones cotidianas del juego original para ofrecer escenarios de ensueño. Estos son debidamente ambientados por relajantes melodías compuestas en buena medida por instrumentos de cuerda y sonidos de ambiente. Por supuesto, los combates gozan de ritmos mucho más animados que hacen un mayor uso de instrumentos electrónicos.

Blue Reflection: Second Light
7.9/10 Nota
Lo que nos gustó
- La presentación visual y musical es tan bella como memorable.
- El sistema de combate es frenético, pero no por ello monótono o menos profundo.
- La historia ofrece un misterio interesante con varias sorpresas.
- Un versátil modo fotografía.
Lo que no nos gustó
- El personaje de Ao pudo haber sido más interesante. La historia desaprovecha su potencial en favor de un arco más genérico.
- El apartado de personalización de la academia puede sentirse algo desaprovechado.
En resumen
En múltiples aspectos, Blue Reflection: Second Light es superior a su antecesor. El tosco sistema de pelea e historia torpemente ejecutada han sido sustituidos por el sistema de pelea más frenético creado por Gust y un misterio competentemente narrado por su debida integración a las mecánicas de juego. Aunque esta entrega actúa como una suerte de cierre para la franquicia, aquellos que no tengan idea de Blue Reflection pueden entenderla y disfrutarla de todas formas. Aun así, hubiera sido bueno que el apartado de personalización de la academia fuera más flexible y la historia explorara el lado oscuro de su protagonista.

Reseña hecha con una copia digital de Blue Reflection: Second Light para PS4 brindada por Koei Tecmo.

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