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Call of Duty: WWII – Reseña

Una entrega que vuelve a las raíces de Call of Duty. ¿Será la panacea que necesita la franquicia? ¿O será más de lo mismo?

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Tras la pésima recepción que tuvo Call of Duty: Infinite Warfare y el buen recibimiento de Battlefield, Activision tomó la decisión de que el próximo título de la franquicia volviera a las raíces. Con Sledgehammer Games ya designado como el estudio responsable del desarrollo, la compañía comenzó a compartir pistas sobre el proyecto. Meses antes de que se compartiera el tráiler de anuncio, varios fanáticos ya sospechaban que la próxima entrega se ambientaría en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, aunque los posteriores videos reiterarían que el título tendría un carácter más crudo que el de sus antecesores, el cambio probaría no ser exclusivamente temático. Cuando Activision habilitó la beta cerrada de Call of Duty: WWII a finales de agosto, los participantes pudieron distinguir un regreso a las raíces en materia de jugabilidad. Por supuesto, lo anterior no implica que la desarrolladora no introdujera algunos elementos contemporáneos para entregar lo mejor de dos mundos.

Si bien las pruebas beta dejaron un buen sabor de boca a la mayoría de los fanáticos, seguía siendo una pequeña muestra de lo que sería el producto final. Por fortuna, tras dos meses de espera, la última entrega de Call of Duty ya está disponible. ¿Ha recibido el odio que tuvo Infinite Warfare? Para nada, pero está lejos de ser un título perfecto. De hecho, sería más apropiado el calificarlo como una bolsa mixta. Y es justamente por ello que existe esta reseña: para dividir y analizar los aspectos negativos y positivos del último juego de Sledgehammer Games. Solo así se sabrá si el regreso a las raíces es el camino correcto para la serie.

Primero lo primero: WWII exige la instalación de un parche de 10GB para reproducirse. De no instalarlo, el disco en sí es inútil. Por fortuna, una vez instalada la actualización, se puede acceder sin problema alguno a todas las modalidades que no requieran estar en línea. En otras palabras, las tres modalidades principales pueden disfrutarse de forma local.

Aunque el multijugador siempre ha sido una parte importante de la franquicia, la publicidad de Call of Duty: WWII hizo especial énfasis en su campaña. Al fin y al cabo, el estudio dio a conocer su deseo de no alejarse de los aspectos más crueles del conflicto más famoso de la historia. De la mano con ese tono maduro, también vendría un elemento humano que había estado ausente en la serie desde hace algún tiempo. ¿Acaso la campaña de WWII entrega una historia humana llena de drama? Si bien es difícil dudar de las buenas intenciones de Sledgehammer Games, el resultado final no es tan impactante como uno pensaría.

Call of Duty: WW2

El modo historia de Call of Duty: WWII gira alrededor de Ronald “Red” Daniels, un joven recluta en la primera División de Infantería, y el resto de su escuadrón mientras se abren paso hasta el corazón de Alemania para ponerle fin a la guerra. Aunque todos los miembros del elenco principal son agradables, los únicos personajes que son desarrollados en cierta medida son el propio Daniels, su buen amigo Robert Zussman y el sargento William Pierson. La premisa de estos personajes y sus interacciones son interesantes, pero la corta duración de la campaña impide un verdadero desarrollo de los personajes. Sin embargo, lo que más perjudica a la campaña es lo predecible que puede llegar a ser su trama. WWII intenta mostrar el lado más crudo del conflicto, pero en ningún momento llega a ser más impactante que anteriores títulos de la franquicia. Al final del día, si bien no glorifica a los estadounidenses ni demoniza a los alemanes, termina siendo una típica historia de la Segunda Guerra Mundial.

Si bien un alto porcentaje de la campaña consiste en la típica acción en primera persona —complementada por la gran cantidad de armas y las aptitudes de pelotón, habilidades de los NPC aliados que se recargan a medida que se acaben con soldados enemigos—, Call of Duty: WWII evita que la experiencia se vuelva monótona por medio de la introducción de secciones en las que la jugabilidad cambia radicalmente. Por ejemplo, hay segmentos de conducción, de infiltración y de sigilo. Además de la variedad en materia de jugabilidad, la presentación del modo historia evidencia una excelente dirección cinematográfica. Esto último no se limita a lo visual o sonoro, ya que el juego aprovecha estas secciones únicas para establecer tensión.

Es hora de hablar del multijugador. Al igual que en las pruebas beta, los jugadores comenzarán escogiendo una de cinco clases: Infantería, Aérea, Armada, Montaña y Expedición. Cada una de estas posee una serie de habilidades únicas, las cuales pueden mejorarse a medida que se aumente el prestigio de la clase. Además de estas especialidades, los jugadores pueden aumentar su rango en línea —lo cual los recompensará con fichas de rango, las cuales pueden emplearse para acceder a nuevas armas y las demás clases— y aumentar el nivel de sus armas equipadas para desbloquear nuevas piezas que mejorarán sus estadísticas. Como en anteriores entregas, los jugadores podrán utilizar armas especiales por medio de rachas de puntos.

¿Qué novedades hay en el multijugador con respecto a la beta cerrada? Primero y más que nada, el espacio social. Reminiscente al presente en Destiny y su secuela, en este los jugadores podrán aceptar toda clase de misiones. Por un lado están los Desafíos del Multijugador, que conceden tarjetas de visita animadas, por otro lado se encuentran las Misiones Diarias y Semanales. En cuanto a estas últimas dos, cada jugador podrá aceptar un máximo de tres de cada clase. No tienen plazo de caducidad y recompensan con dinero —el cual puede emplearse para comprar objetos a la Intendente—, experiencia y cajas de botín. Como en muchos otros FPS, estas ofrecen toda clase de recompensas. Algunas de estas pueden desbalancear el multijugador, incluso en comparación con anteriores entregas.

En lo que respecta a zombis nazis, una de las modalidades más queridas por los fanáticos de Call of Duty desde su implementación en World at War, no hay demasiadas novedades. Como anteriores iteraciones, este consiste en un modo horda en el que los jugadores podrán ir acumulando puntos a medida que acaben con muertos vivientes. Estos podrán invertirse en armas, mejoras, habilidades y la apertura secciones del mapa. Esto último servirá para cumplir la lista de objetivos de cada mapa. Si bien todos los personajes cuentan con las mismas habilidades básicas, cada jugador puede asumir un rol que le otorgará habilidades únicas.

Aunque ofrece variedad, Call of Duty: WWII no es un paquete tan substancioso como anteriores entregas de la franquicia. Incluso si la campaña incentiva rejugabilidad por medio de múltiples coleccionables y zombis nazis puede suponer un reto duradero, solo aquellos que posean una conexión estable a Internet podrán sacar buen provecho al último título de Sledgehammer Games. En lo que respecta al multijugador en línea, a pesar de su simplicidad en materia de mecánicas, la gran cantidad de modos y recompensas estéticas convierten al último juego de la serie en uno de los más completos a nivel competitivo.

Reseña hecha con un copia física de Call of Duty: WWII para PlayStation 4 provista por Activision.

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