Desde la misma concepción de los videojuegos, la sociedad, mayoritariamente conservadora, siempre ha tenido un concepto de que estos dispositivos electrónicos son juguetes dirigidos para los niños. Algunos desarrolladores quisieron romper este paradigma, demostrando que los juegos podían ser dirigidos a personas de todas las edades. Comenzaron a incluir elementos sugestivos como sexo y violencia explícita en sus títulos, para así atraer a un público adulto sin ningún tipo de clasificación.
Juegos como DOOM, Night Trap y Mortal Kombat empezaron a romper las barreras de lo que se consideraba como decencia en los años noventa. Tal fue la sorpresa y escándalo de los legisladores encontrar a menores de edad jugando este tipo de juegos, que sin mucho problema afirmaron que su comportamiento estaba fuertemente vinculado a la violencia que se mostraba en dichas imágenes digitales.
De esta manera nació el Comité de Clasificación para Software de Entretenimiento (ESRB en inglés). Un cuerpo de voluntarios que revisaría los contenidos de cada juego antes de salir al mercado y daría una clasificación dirigida a un público que cumpla cierto rango de edad para adquirirlo. Así, los juegos con alto contenido inapropiado podrían ser separados de los títulos para niños con la clasificación ‘Mature’, y los padres podrían tener una mayor seguridad al comprarlos. En Colombia, los distribuidores de cadena se rigen por este sistema.
Si este contenido queda designado en la clasificación ‘Mature’, entonces ¿Cuál es la gracia de la clasificación ‘Adults Only’?
¿Un sello de la vergüenza?
La clasificación ‘Adults Only’ generalmente es reservada para el contenido sumamente reprobable, incluso para los estándares aceptables de una sociedad adulta y madura. Algo que puede ser comparado a la clasificación NC-17 en el sistema de películas de Estados Unidos o la infame lista de «Video Nasties» en el Reino Unido.
Aunque aplica para extremas muestras de violencia injustificada, esta clasificación es usada generalmente para el contenido pornográfico. En su mayoría, los juegos eróticos japoneses —o eroge— salen al mercado con esta clasificación porque sus desarrolladores saben que fueron creados para este propósito. En un caso curioso, Leisure Suit Larry, la franquicia considerada como la más «picante» de la industria, nunca alcanzó esta clasificación.
Sin embargo, la industria critica mucho el sistema debido a la autocensura que los desarrolladores deben aplicar en su contenido con el fin de no quedar marcados por esta «letra escarlata», que les impide legalmente vender sus títulos en almacenes de cadena, significando grandes pérdidas. Por lo tanto, la libertad creativa se ve limitada a seguir un código de ética que se niega a evolucionar, a medida que las épocas y comportamientos lo van haciendo.
Marcados por indecentes
A diferencia de los “juegos traviesos”, en toda la historia de la ESRB solo tres títulos han sido clasificados AO por su excesivo contenido de violencia. Dos de ellos son de desarrolladores Triple A.
Thrill Kill
Desarrollado por Paradox Development y distribuido por Virgin Interactive, este juego de combate de hasta 4 jugadores se destacaba por sus brutales ejecuciones y temáticas de sadomasoquismo. Después de recibir la clasificación AO, el juego fue cancelado por Electronic Arts luego de la adquisición de Westwood Studios, el cual incluía a la firma distribuidora. Algunos empleados que trabajaron en el juego filtraron un prototipo que estaba casi al 100% de desarrollo y se vendió por medio de copias piratas en todo el mundo.
Manhunt 2
Luego de su controversial predecesor, Rockstar Games decidió hacer más presión en la llaga y lanzar su secuela con muertes y ejecuciones mucho más explícitas que en el juego original. Incluso el juego tuvo el escarnio público por parte de la entonces senadora, Hillary Clinton, por el temor de que los niños imitaran las secuencias de ejecución con los controles del Wii. El juego fue clasificado AO para PC y tuvo que ser reeditado para consolas con el fin de reducir su nivel de contenido a M.
Hatred
Creado por Destructive Creations, el jugador toma el rol de un personaje misántropo que comienza a matar personas inocentes indiscriminadamente, otorgando bonificaciones por los que quedan incapacitados para responder. De acuerdo a los desarrolladores, el juego fue creado en respuesta a la tendencia de la corrección política que surgió en la última década. Hatred fue retirado del programa Steam Greenlight (ahora Steam Direct) por su contenido, pero luego fue reinstaurado con una disculpa del director de Valve, Gabe Newell. Este es de los juegos que porta su sello AO con orgullo.
El caso ‘Hot Coffee‘
Con el lanzamiento de Grand Theft Auto: San Andreas, el juego estaba disfrutando de un buen momento de fama, hasta que una comunidad de ‘modders’ descubrió un minijuego con contenido sexual sin terminar que había dejado Rockstar North. El desarrollador inicialmente argumentó que el contenido fue agregado por estos ‘modders’, pero luego se probó que el modo ‘Hot Coffee‘ también estaba incluido en las versiones de consola mediante dispositivos de trampas.
Los legisladores estaban furiosos con la ESRB y exigieron que el juego fuera retirado del mercado. El ente cambió la clasificación de ‘Mature’ a ‘Adults Only’ y prohibió su venta en locales de distribución. Rockstar se comprometió a retirar el contenido y luego de verificar que Hot Coffee ya no estaba dentro del código del juego, GTA: San Andreas volvió a su estado normal.
Esto marcó un precedente en el que la clasificación puede cambiarse en cualquier momento si se detecta algún contenido no apropiado para su nivel, incluso si solo puede accederse desde dispositivos no autorizados.
¿Consideran que el sistema de clasificación está bien o debe revisarse? Cuéntenos su opinión en los comentarios o en nuestras redes sociales.