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Dynasty Warriors y el simple encanto de los ‘beat ‘em up’ multitudinarios

Han pasado 20 años desde que esta franquicia se convirtió en pionera dentro de los juegos de acción. Es hora de recordar cómo lo hizo.

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Hoy en día resulta muy sencillo dar por sentada la franquicia Dynasty Warriors y su lugar en la industria de los videojuegos. No es de extrañar. Al fin y al cabo, si se excluye el primer juego, pronto cumplirá veinte años. Desde el lanzamiento de Dynasty Warriors 2, esta serie se ha vuelto la más lucrativa económicamente para Koei Tecmo. Para bien o mal, esto ha impulsado a la compañía japonesa a exprimir la fórmula popularizada por el juego del año 2000 a tal grado que las posteriores entregas de la franquicia Musou —como es conocida por algunos— son percibidas como repetitivas y poco innovadoras en materia de jugabilidad.

Por supuesto, toda serie siempre tendrá sus defensores. Incluso si concuerdo con que la repetitividad es una seña de identidad de la franquicia, los ‘beat ‘em up’ multitudinarios de Omega Force satisfacen una necesidad que ningún otro juego ha logrado calmar. A pesar de ello, mentiría si no dijera que de cierta forma subestimaba al estudio japonés y su franquicia.

Eso era antes de que jugara Tokyo Ghoul:re [Call to Exist]aquí pueden leer mi reseña— y me diera cuenta de que no cualquiera puede replicar la formula creada por Omega Force. El «imitador» que más ha tenido éxito ha sido Capcom con la franquicia Sengoku Basara. También podría incluirse a Bandai Namco con la saga Kamen Rider: Battride War.

En fin, la pésima experiencia con Tokyo Ghoul:re [Call to Exist] me motivó a volver a jugar una de las más recientes entregas de la serie Musou: Warriors Orochi 4.

Dynasty Warriors - Musou

Si bien las críticas y alabanzas que hice en mi reseña se mantienen, durante el último mes he estado jugando este título con una nueva apreciación. Por supuesto, esto va más allá de las novedades que Warriors Orochi 4 introdujo. En este artículo resaltaré las fortalezas de la franquicia Dynasty Warriors y explicaré por qué se ha mantenido vigente por dos décadas.

«¿De qué trata la serie Musou y juegos similares?», preguntarán algunos. Aunque la historia varía dependiendo de la saga, todos los títulos permiten elegir entre múltiples personajes que deben hacer frente a hordas de enemigos mientras cumplen diferentes objetivos. Si bien cada guerrero cuenta con aptitudes únicas, todos poseen comandos universales. Estos comprenden un ataque débil, uno fuerte y una técnica definitiva. Aunque limitadas, la correcta combinación de estas habilidades permite realizar prolongados combos.

Para los lectores más jóvenes o que no hayan tenido contacto alguno con la franquicia Dynasty Warriors, esta descripción puede resultar genérica e incluso autodestructiva. Hoy en día, muchos juegos de acción hacen gala de combates multitudinarios. Basta con ver Astral Chain y Kingdom Hearts III. Sin embargo, no ha de olvidarse que Dynasty Warriors 2 fue uno de los primeros títulos en hacerlo y de forma espectacular. ¡No solo permitía avasallar a cientos de enemigos sin mucha dificultad, sino recorrer libremente un campo de batalla abierto!

La combinación de estos dos elementos —escenarios abiertos y hordas de enemigos que los recorren— es lo que hace que los juegos de la serie Musou aún se distingan entre otros títulos de acción. ¿Qué otra franquicia permite que los jugadores se sientan como guerreros imparables sin la necesidad de poseer gran destreza a la hora de jugar?

Dynasty Warriors - Musou

Irónicamente, la característica más famosa de la serie Musou también es su talón de Aquiles. Tras jugar múltiples niveles que se sienten iguales, a pesar de sus diferencias geográficas, resultará evidente el por qué Dynasty Warriors 2 y sus secuelas gozan de una mala reputación por su repetitividad. Sin importar las novedades en materia de jugabilidad, el exterminar enemigos con pobre IA por dos horas o más termina siendo agotador. No obstante, esta falencia no evita que estos títulos sean entretenidos de jugar durante sesiones cortas.

Más allá de la gratificación que pueden conceder la libertad a la hora de explorar y el empoderamiento de los personajes en estos juegos, la franquicia Musou también brilla por la responsividad de sus controles. De hecho, esta se relaciona directamente con la sensación de poder que generan estos títulos. De poco sirve tener control de un personaje poderoso si no puede manejarse debidamente. Por desgracia, esta característica no pude apreciarla hasta después de jugar Tokyo Ghoul:re [Call to Exist] y sufrir con sus terribles controles.

A pesar de lo que se ha hablado, los combates multitudinarios no son lo único en la franquicia Dynasty Warriors. De hecho, por irónico que resulte, el acabar con hordas de enemigos normalmente no es el enfoque principal de los juegos. Dado que la saga principal comenzó adaptando combates reales de Los Tres Reinos, muchas entregas cuentan con un elemento «estratégico». Este consiste en una serie de condiciones que deben cumplirse para ganar el combate y muchas veces requieren el evitar enfocarse exclusivamente en el combate. Por supuesto, esto puede variar dependiendo del juego. Por ejemplo, la gran mayoría de escenarios de Fist of the North Star: Ken’s Rage giran alrededor de acabar con todos los enemigos.

Si bien la presencia de condiciones de victoria ayuda a que los niveles no se sientan tan repetitivos, no hay algo mejor que hacer frente a hordas de enemigos en compañía de un amigo. El multijugador cooperativo fue introducido en Dynasty Warriors 3 (2001) y desde ese entonces ha estado presente en casi todas las entregas de la serie. ¿Lo mejor? Incluso con el auge del multijugador en línea, los títulos más recientes cuentan con pantalla dividida.

Dynasty Warriors - Musou

A lo largo de este artículo, he señalado las fortalezas generales de la franquicia Dynasty Warriors. ¿Pero qué es lo que hace que sea tan longeva dentro de la industria? Más allá de su innegable éxito comercial y la experiencia única que aún ofrece, me atrevería a decir que la razón por la cual la serie Musou perdura es por su versatilidad. La simplicidad de su fórmula permite que sea aplicada a casi cualquier franquicia. Algunas de las afortunadas han sido One Piece, Gundam, Dragon Quest, Berserk, The Legend of Zelda, Fire Emblem, Hokuto no Ken y Persona 5. Tampoco ha de olvidarse que Hisashi Koinuma, presidente de Koei Tecmo, ha mencionado en varias ocasiones que le gustaría hacer un juego Musou basado en Star Wars.

En fin, esos son los motivos por los que soy un fanático de la franquicia Dynasty Warriors. De ser un amante de estos juegos, ¿cuáles son tus aspectos favoritos de la serie? ¿Qué propiedad intelectual te gustaría ver adoptando la fórmula Musou? De no ser fanático, ¿qué es lo que no te atrae de esta franquicia o lo que podría mejorarse? ¡Hazlo saber en los comentarios!

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