Debo confesar que no conocía prácticamente nada sobre la versión original de este juego. Sabía que salió en 2014 para PlayStation Vita (una consola que nunca tuve) y alguna vez leí que lo comparaban con Monster Hunter, pero eso es todo. Finalmente pude probarlo en la forma del nuevo Freedom Wars Remastered y la verdad es que inicialmente me sentía muy interesado en él. Después de todo, soy fanático de la franqujicia de Capcom y este título me estaba presentando una de mis ambientaciones favoritas: una distopia crítica del autoritarismo.
La experiencia fue agridulce. Aunque es un buen juego, muchos de sus sistemas resultan anticuados. Su historia parece ambiciosa, pero tiene poco que decir sobre los temas sociales que trata. A pesar de eso, puede resultar bastante divertido, sobre todo cuando se disfruta en compañía.
La trama se desarrolla en un futuro distante en el que los recursos del planeta están completamente agotados. La humanidad se encuentra recluida en ciudades autoritarias llamadas Panopticons donde la mayoría de personas son ‘Condenados’ sin derechos. Ellos son obligados a combatir contra los Condenados de otros Panopticons para ganar pequeñas libertades e ir bajando poco a poco sus condenas de cientos de miles de años.
Tras ser herido en una misión, nuestro Condenado o Condenada pierde la memoria. Eso causa que le quiten todas las libertades que había ganado y que su condena sea aumentada a un millón de años, pero también comienza a ser visitado en sueños por una misteriosa mujer que le dice que se acerca “la gran transformación” y el fin de este terrible régimen.
En el mundo en que yo vivo siempre hay cuatro esquinas
Hay algo que me encantó de Freedom Wars Remastered y es la forma en que su mundo autoritario y distópico se refleja en la jugabilidad. Somos Condenados sin derechos y en consecuencia, cualquier cosa que hagamos se ve reflejada en un aumento de nuestra pena. ¿Te mueves por más de cinco segundos seguidos? Toma 20 años más en prisión. ¿Te recuestas para descansar? 10 años más. ¿Preguntas algo que no debes? Ten 30 años.
Poco a poco ganaremos pequeñas libertades que nos permiten realizar más acciones en el Panopticon, pero el comienzo del juego —en el que tememos realizar cualquier movimiento— es una genialidad.


Este sistema resultaría perfecto para un juego que analiza las ideologías detrás del autoritarismo, la forma en que se controla a la población y la separación de clases. Freedom Wars hace algunos comentarios ligeros al respecto, pero no se compromete con esos temas. Rápidamente desvía su atención hacia la guerra entre Panopticons y hacia ideas sobrenaturales con otras dimensiones, dejando que el tema de rebelión y libertad se vuelva secundario.
Compañeros de prisión, gente de todas las clases
Pero la mayoría de la gente no juega esta clase de títulos por su historia, sino por su jugabilidad. Como en los Monster Hunter con los que es comparado, tenemos que salir en misiones de “cacería” en las que debemos derrotar a los enormes Abductores de otros Panopticons y rescatar ciudadanos. Para hacer esto contamos con diferentes tipos de armas de fuego y cuerpo a cuerpo que podemos mejorar y personalizar, así como con una ‘Espina’ —básicamente un gancho que nos permite más movilidad y ataques especiales— que define nuestro rol como atacante, sanador o defensor.
Los combates son divertidos y pueden llegar a ser emocionantes e intensos, pero Freedom Wars Remastered carece de la gran variedad de armas y enemigos que ofrecen otros juegos similares y eso hace que se vuelva repetitivo con más facilidad. Por si fuera poco, el “farmeo” de los objetos necesarios para mejorar el equipo puede hacerse largo y pesado, sobre todo si no contamos con un equipo de amigos con los cuales jugar.

Hablando de jugar con otras personas, este juego tiene un excelente sistema de emparejamiento y durante el periodo en que lo estuve probando no tuve ningún problema a la hora de encontrar partidas con extraños. También tiene buenas herramientas para elegir la clase de lobbies a los que queremos unirnos y a la hora de crear uno nosotros. Hay sistemas de clasificación entre Panopticons y duelos competitivos que le dan aún más vida al multijugador, pero aportan un tema de tribalismo que no encaja en los propósitos narrativos del juego.
Solo, con mi pena. Solo, es mi condena
Pero incluso si no tienen amigos con qué jugar, Freedom Wars Remastered se puede disfrutar perfectamente en solitario. A la hora de ir a misiones, podemos elegir un equipo con algunos NPC y además siempre vamos a estar acompañados de un ‘Accesorio’: un guardia robot que nos vigila y que también se une a los combates. Los Accesorios también pueden ser personalizados a nuestro gusto e incluso podemos crear expresiones de voz para ellos… pero esto resultó algo controversial y más adelante explicaré por qué.
Los acompañantes controlados por inteligencia artificial son usualmente competentes y saben bien cuándo atacar, cuándo curarnos y cuándo intentar rescatar ciudadanos. Aunque no se pueden comparar con jugadores reales, es viable jugar con ellos. Si a pesar de eso necesitamos una ayuda más específica, podemos dar órdenes a nuestro Accesorio. Eso hace que las batallas tengan un lado estratégico que resulta interesante al comienzo, pero eventualmente resulta opacado por la jugabilidad repetitiva.




Los jugadores más dedicados encontrarán un posjuego muy nutrido que hace que Freedom Wars Remastered sea potencialmente infinito. Si disfrutan del ‘farmeo’ de objetos, la personalización de equipo y creación de un ‘build’ se van a sentir muy bien jugando partida tras otra y haciéndose cada vez más poderosos. Sin embargo, hay otros juegos modernos que ofrecen la misma experiencia de forma más pulida. Eso hace que me preocupe por el futuro del juego en línea.
Oye, te hablo desde la prisión
Por lo que he leído sobre la versión original del juego, uno de sus ‘gimmicks’ más llamativos era el uso de un procesador de voz que permitía crear frases personalizadas para los Accesorios. Este sistema no estaba disponible en la versión occidental entonces, pero sí lo está en la versión remasterizada… y es terrible.
No son sólo las líneas de diálogo que nosotros creamos. Todos los diálogos del Accesorio, que es el personaje que más habla en el juego, están creadas con este sistema automatizado que realmente arruina la ambientación. Entiendo por qué está ahí. Después de todo, estos personajes son máquinas y está bien que suenen como máquinas. Pero en un mundo en el que hay actores tan talentosos capaces de crear grandes personalidades para robots (como hizo Ellen McClain como GlaDOS en la saga Portal) y en que hay tanta controversia por la generación de voces por IA, usar este sistema que ya no resulta novedoso se siente mal.

Las voces de los demás personajes, interpretados por actores reales, está bien. Muchos de ellos no logran hacernos creer que son prisioneros que están condenados por cientos de miles de años. Tienen actitudes demasiado animadas.
Condenado para siempre, en esta horrible celda
Freedom Wars Remastered es un buen juego y gracias a él pude participar en algunas partidas muy emocionantes, pero no imagino un mundo en el que prefiera jugarlo por encima de un Monster Hunter. Su ambientación y mundo totalitario era una carta muy fuerte que presenta con mucha promesa, pero finalmente no supo cómo usar y desaprovecha su jugada.
Tampoco podemos olvidar que este es un juego hecho originalmente para PS Vita, que tiene una década de edad y que no es un remake sino una simple remasterización. Visualmente no es feo pero se siente la edad en sus gráficos y sufre de otros problemas como tiempos de carga muy lentos. Puede ser una buena alternativa para aquellos que busquen un título multijugador diferente y que no disfruten de los juegos de cacería, pero la verdad es que le va a costar brillar en 2025.
Reseña hecha con una copia digital de Freedom Wars Remastered para PS5 brindada por Bandai Namco Entertainment. Este juego también se encuentra disponible para PS4, Nintendo Switch y para PC mediante Steam.
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