2024 ha sido un año para los juegos de estrategia y simulación, han llegado nuevas propuestas o se han anunciado las nuevas ediciones de otras. Frostpunk , lanzado en 2018 y desarrollado por 11 Bit Studios, estudio con sede en Polonia, logró sobresalir y no era novedad la espera de muchos fanáticos por la segunda entrega. Su secuela trae mecánicas interesantes no solamente pensadas en los jugadores que ya jugaron el juego original si no también, para los nuevos jugadores que quieren saber porque es Frost y porque Punk (ok, un mal chiste).
Aunque nunca se haya jugado el primer Frostpunk, la premisa de esta secuela resulta intrigante: tomar el papel de líder en una ciudad al borde del colapso en un entorno helado y hostil. No es una situación completamente distópica en épocas del calentamiento global, así que de alguna forma es válido preguntarse, ¿qué tan complejo y cruel puede ser un simulador de ciudad en un apocalipsis de hielo eterno? La respuesta: mucho.
Etiquetar este título resulta difícil, en primer lugar, el primero podía pensarse como un City simulator con tintes de RTS (estrategia en tiempo real), este título nos recuerda mucho a los juegos de estrategia 4X (explorar, expandir, explotar y exterminar) aunque sin el proceso de turnos como lo es la franquicia Civilization.
Simulador de ciudad… y crueldad
Para quienes se acercan por primera vez a la franquicia, Frostpunk 2 se sitúa 30 años después del primer juego, en un mundo donde una catástrofe climática ha dejado a la humanidad atrapada en un invierno permanente. En este contexto, el jugador se convierte en el líder de Nueva Londres, una ciudad en ruinas que lucha por sobrevivir mediante la explotación de recursos y la exploración de las tierras congeladas.
No, este juego no es otro Sim City donde o Cities Skylines donde pueden haber temporadas frías o heladas, no es un típico simulador de construcción. La verdadera experiencia radica en equilibrar la supervivencia de la población y tomar decisiones morales que constantemente pondrán a prueba la ética y la planificación a corto, mediano y largo plazo no solamente de la ciudad, si no y principalmente de la supervivencia.
Desde el principio, se percibe la tensión de mantener a la población cálida, alimentada y saludable, mientras se gestiona la producción y los recursos esenciales como carbón, madera y alimentos. Para los jugadores familiarizados con la primera entrega Frostpunk 2 introduce la creación de distritos especializados y la expansión a asentamientos secundarios, que le agregan complejidad a un juego de por si, complejo. Para un jugador nuevo, este título tiene varias capas de complejidad. Van desde la construcción, la comodidad, la política interna, leyes y claro, la supervivencia en condiciones extremas
La exploración es igualmente importante, con un mapa extenso lleno de regiones por descubrir y explotar. Visualmente, el juego conserva la estética retrofuturista del siglo XIX, con edificios de tonos naranjas y cobrizos que destacan sobre el entorno azul gélido. Esta atmósfera sombría refuerza la sensación de que cada decisión y recurso son vitales para la supervivencia. Afortunadamente la acción en tiempo real se puede pausar o diminuir (o aumentar) la velocidad en la que pasa a tiempo, funciona muy bien para tomarse un pequeño break y pensar las cosas mejor.
El frío no es el único enemigo
En Frostpunk 2, el verdadero reto no es solo resistir el frío, sino también gestionar las necesidades de la población y mantener la estabilidad política. A diferencia de la primera entrega, donde las decisiones afectaban principalmente la moral colectiva, ahora existe un complejo sistema de facciones con ideologías y prioridades propias. Las decisiones políticas y sociales influyen directamente en el equilibrio del asentamiento. Cada ley o política que se implementa tiene un impacto inmediato en la lealtad y cooperación de estos grupos.
El Árbol de Ideas y las mejoras tecnológicas permiten desarrollar nuevas formas de afrontar las duras condiciones y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, aunque cada elección implica un costo. Las facciones juegan un papel fundamental, ya que pueden apoyar o sabotear los avances según sus intereses. Esto crea una dinámica en la que no hay soluciones fáciles, ya que lo que beneficia a algunos puede generar conflictos con otros. La música y los efectos de sonido realzan esta tensión constante, sumergiendo al jugador en un entorno donde cualquier error puede desencadenar una crisis.
El juego también introduce la posibilidad de expandirse a otros asentamientos, añadiendo más complejidad a sus mecánicas. La gestión de múltiples asentamientos, con la supervisión y el movimiento constante de recursos, puede ser una tarea tediosa pues en algún momento se vuelve casí que jugar 2 partidas al tiempo.
Dificultad máxima
Se puede pensar que Frostpunk es un juego abierto para jugar a nuestro gusto. En realidad es toda una historia con una campaña que en las dificultades más sencillas es igual difícil, por eso, para un novato en este juego, Frostpunk 2 puede ser una experiencia abrumadora. Aunque cuenta con un tutorial expandido y niveles de dificultad ajustables, la gestión de la ciudad, los recursos y las facciones requiere una atención continua ya que cualquier desatención puede generar el perder la partida y es lo que sucederá la mayoría de las veces.
El modo historia se divide en secciones que se desbloquean al alcanzar ciertos objetivos, como encontrar fuentes de combustible alternativas o evitar que la población caiga en el caos. Sin embargo, estos desafíos son solo el comienzo, ya que la verdadera dificultad radica en equilibrar estos objetivos con las demandas diarias y los conflictos sociales. El puesto como líder siempre cuelga de un hilo y ya sea porque los ciudadanos te hicieron golpe de estado, los mató una tormenta de frio y la ciudad no estaba preparada o se murieron de hambre, este juego reta constantemente al jugador en buscar una solución óptima, o mas bien, viable, a los problemas que aparecen del día a día.
Por eso, no es un juego para cualquiera, al igual que los juegos tipo souls, que requieren práctica de ensayo y error, este título tiene algo simular. no solo tiene una curva de aprendizaje pronunciada. Frostpunk 2 obliga al jugador a aprender de sus errores y a planificar meticulosamente cada paso en cada una de las misiones de la campaña.
Un desafío absorbente y brutal
De lo más interesante de Frostpunk 2 es su capacidad para generar historias a través de sus sistemas y mecánicas de juego. Las decisiones se tema todo el tiempo, de forma sutil o de forma directa y todas, incluso las más pequeñas, pueden desencadenar eventos inesperados que crean una narrativa emergente y única en cada partida dentro de la campaña.
Desde permitir que padres acompañen a sus hijos en cuarentena hasta priorizar la exploración por encima de la seguridad, cada elección aporta un toque personal y profundamente inmersivo a la partida de cada jugador. Hay decisiones que definitivamente son crueles y pueden jugar con nuestra moralidad y color político. Al juego no le avergüénza sugerirnos en que convertirnos en unos líderes fascistas ayuda a la supervivencia a Nueva Londrés y su gente, tampoco en que deberíamos bajar impuestos y llenar de subsidios a la población cuando el tiempo lo amerita, o que trabajemos en pro de la humanidad, o en pro exclusivamente de la comunidad dejando de lado los outsiders. Todo puede pasar y las decisiones en Frostpunk pueden revolverte las tripas.
El sonido y la ambientación hacen lo suyo, siempre nos sentimos en un ambiente deplorable y lúgubre que nos hace sentir (y pensar) el frio que tienen los habitantes de Nuevo Londres. La dirección de arte refuerza esta idea con ambientes grises y colores opacos y naranjas y amarillos cuando tenemos algo de calor. Cada pequeña victoria (y son muy pocas) se disfruta y el juego con su estilo gráfico nos lo hace saber. La forma de gobernar y la recepción de cada facción se siente en el ambiente, en el sonido y hasta en los diseños. Los desarrolladores encontraron en la presentación y la ambientación la clave para sumergirnos en su propuesta.
Pero reitero, este título no es para todo el mundo y una de sus limitaciones es que se debe leer mucho, leer las decisiones, los tutoriales, las acciones, hasta las mecánicas, parece un juego de los 90 en ese aspecto pero llevado al límite por la gran cantidad de contenido que hay que leer para entenderlo mejor. Afortunadamente y para los que no dominan el inglés, Frostpunk tiene subtítulos al español neutral, al igual que la interface. En la built que jugamos la traducción no estaba completa pues había todavía partes en inglés y polaco en ciertas decisiones. Y hablando de leer, el tutorial debería ser rediseñado, para los novatos puede ser muy agotador entender los sistemas del juego y entrar al tutorial se vuelve una tarea abrumadora.
Juegos reseñado con una copia para Steam provista por 11 bit Studios