La novela visual de Little Bat Games —que reseñamos aquí— ha sido una de las sorpresas de este año. Este pequeño juego en el que tratamos a ayudar a vampiros que necesitan ayuda psicológica nos enamoró con sus personajes y la seriedad con la que trata el tema de las sesiones de terapia sin necesidad de abandonar el humor. Esto nos hizo preguntarnos qué tan realista es y por eso contactamos a una psicóloga amante de los videojuegos para que nos hable más de Vampire Therapist.
Nuestra invitada es Laura Camargo, Psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia con experiencia en las áreas de psicología clínica, educativa y organizacional. Aquí pueden seguirla en Twitter.
GamerFocus: Antes de hablar del tema de la psicología, le pregunto a la Laura «Gamer»: ¿Qué te pareció Vampire Therapist?
Laura Camargo: Me gustó mucho el juego en términos de arte y dinámicas. Sin embargo siento que el tema de los minijuegos era innecesario. La música y las voces fueron maravillosas y le dan un plus, aunque inicialmente pensé que nos darían diversas opciones de que nos diría el paciente si escogemos la distorsión cognitiva equivocada.
Las sesiones de Vampire Therapist se enfocan mucho en ese concepto, las distorsiones cognitivas. ¿Así son también las terapias psicológicas en realidad?
No siempre. Hay que tener en cuenta que existen diferentes enfoques para abordar un proceso psicoterapéutico con un paciente. Puede ser un enfoque sistémico, humanista, psicoanalítico, entre otros. En el caso de Vampire Therapist, toman este concepto de las distorsiones cognitivas como punto de partida, el cual fue propuesto por Aaron T. Beck. Él es más conocido por ser el padre de la terapia cognitiva y terapia cognitivo-conductual, y el creador del inventario de depresión de Beck.
Con esto en mente, la forma en que el juego retrata las sesiones de Sam como terapeuta es netamente conversacional. En otros procesos psicoterapéuticos esto puede ir de la mano con herramientas o actividades que se le brinden al paciente para trabajar sesión a sesión. Depende del enfoque del terapeuta y las necesidades del paciente. A esto le sumo el rol de Andy no solo como mentor y terapeuta de Sam, sino como supervisor clínico asistiéndole durante las sesiones cuando nosotros como jugadores seleccionamos la distorsión cognitiva equivocada (Que me encantó como aparecía, pues nosotros no vamos a tener a alguien invisible poniendo pausa en la sesión para decirnos que hacer, jejeje).

¿Dejando de lado los nombres curiosos que tienen algunas de las distorsiones cognitivas, como “pensamiento nosferatu”, todas ellas existen en realidad?
De hecho me hubiese gustado que no le cambiaran los nombres que Sam le dió, pues siento que le servía como herramienta para explicarse mejor. No obstante, muchas de estas distorsiones existen, como la personalización, la sobregeneralización o la descalificación de lo positivo, entre otras. De hecho el mismo “Pensamiento Nosferatu” es una distorsión cognitiva conocida como “Todo o Nada”. Incluso existen más falacias aparte de la falacia de control que vemos en el juego. Pero, de nuevo, es importante revisarlo en terapia.
¿Qué opinas del uso de vampiros como metáforas de problemas mentales reales? ¿Los problemas que tienen los pacientes del juego son buenas representaciones de ellos?
De hecho, si. Me parece importante resaltar que el mismo Andy como personaje nos explica que el hecho de que tengan 200, 400 o más de 1000 años no significa que estos vampiros no dejen de ser seres moldeados por sus experiencias a lo largo de los siglos. El hecho de que estos personajes crezcan, nieguen, afirmen, o se vean confrontados por Sam sesión tras sesión no dista de lo que ocurre en un proceso psicoterapéutico cuando tú estás de acuerdo, en desacuerdo o te ves confrontado por tu terapeuta. Creo que también ayudó mucho el hecho de que las actuaciones de voz le dieran ese toque especial.
¿Cuál de los cuatro pacientes fue tu favorito?
Esta es la pregunta más difícil. Cada uno tiene elementos de los cuales se puede aprender mucho, como las confrontaciones, la resistencia al proceso, lidiar con comentarios incómodos, entre otros, pero me pareció más interesante Signora, pues es de las pacientes que desde un inicio le crea dudas a Sam de si está haciendo las cosas bien o no, pues por su forma de expresarse logra que Sam ponga un empeño mayor en entenderle sin cambiar su comunicación verbal de por medio.

¿Y cuál fue tu momento favorito del juego?
Las sesiones de Andy con Sam luego de iniciar como terapeuta me fascinaron y eran de mis momentos favoritos, pues me sentí identificada con Sam al momento de iniciar mi proceso como terapeuta independiente. En una parte, Andy le pide a Sam que no sea tan duro consigo mismo, pues al final del día “¿Cómo esperas ayudar a los demás si no te ayudas a ti mismo?”. Ese tipo de detalles me pareció hermoso. Al final del día, el hecho de que seamos psicólogos no nos quita que sigamos siendo personas con sentimientos, pensamientos y acciones. Eso algo que le aplaudo al juego, la verdad.
Al comienzo del juego hay una advertencia que dice que, a pesar de haber consultado con terapeutas licenciados, el juego no debe ser considerado un reemplazo para la terapia. Aún así, ¿crees que el juego pueda dejar algo positivo a una persona con un problema psicológico?
Para empezar, esta advertencia me encantó. Puede resultar fácil para una persona tomar elementos del juego y decir “oiga, ya no necesito ir a terapia porque voy a aprender desde acá y voy a hacer de cuenta que Sam y Andy son mis terapeutas”. Pero ojo, por más bueno que sea el juego, trabajar las distorsiones cognitivas sigue siendo una de múltiples herramientas a tener en cuenta en un proceso terapéutico (bajo la terapia cognitivo conductual), y depende de cada persona. Si las personas toman esto como punto de partida, y terminan preguntándose “¿Qué más me puede servir si voy a terapia?”, animando a esta persona a iniciar un proceso psicoterapéutico, con eso me daría por bien servida.

¿Algún consejo para los jugadores que se puedan sentir interesados en asistir a terapia tras jugar Vampire Therapist?
De hecho, tengo un par. Primero. Si están considerando asistir a un proceso psicoterapéutico, que sea por voluntad y ganas propias de trabajar en pro de su salud mental, no porque alguien les insista o les obligue a ello. Segundo, no siempre el primer terapeuta con quien se encuentren va a ser el que más les guste. Si se logra, maravilloso. Si no, siempre es bueno buscar ese terapeuta con quien uno sienta más afinidad. Y Tercero. A veces van a escuchar cosas en el proceso con lo que podrían sentirse confrontados, pero no está mal, como lo hacía Sam. Tómenlo también como una oportunidad de aprendizaje en su proceso.
Muchas gracias Laura
¡A ti por invitarme! :D