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Killer Queen Black – Reseña

Lleva tu enjambre a la victoria en este interesante título competitivo.

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En 2013, Bumblebear Games presentó al mundo de los arcades un videojuego que se convertiría en un raro título de culto. Su nombre era Killer Queen y no era nada convencional. Estaba conformado por un par de enormes gabinetes, cada uno con monitor y controles para cinco jugadores. Se trataba de un excelente juego competitivo para 10 personas. Quienes lo probaron quedaron fascinados.

Debido al alto costo de la máquina y la naturaleza independiente de Bumblebear Games, Killer Queen nunca fue accesible a la mayoría de los jugadores. Solo 90 máquinas existen y se encuentran repartidas por todo Estados Unidos. Esto ayudó a que creciera su estatus de culto y se convirtiera en una especie de leyenda.

Pero esas oscuras épocas han terminado. Ahora son muchos más los que pueden disfrutar de la acción competitiva de este juego gracias a Killer Queen Black, una versión mejorada del título original que ya se encuentra disponible para Nintendo Switch y PC. Por si fuera poco, próximamente llegará a Xbox One.

Dos equipos de insectos se enfrentan. Uno es azul y el otro es dorado. Cada uno cuenta con una reina y tres trabajadores, uno menos que en la versión de arcade. Lo que hace diferente a este juego de otros títulos competitivos por equipos es que aquí no hay una sola forma de ganar. Podemos alcanzar la victoria de tres maneras.

La primera es la victoria militar. Debemos derrotar tres veces a la reina rival. Inicialmente, solo nuestra reina puede atacar. Sin embargo, nuestros trabajadores pueden convertirse en guerreros que usan armas como espadas y pistolas láser para atacar a la monarca del otro equipo y sus súbditos.

También podemos lograr una victoria económica. En el mapa encontramos una cantidad limitada de frutas que los trabajadores pueden recoger y llevar a la colmena. Podemos ganar al depositar allí un número que cambia en cada escenario

Por último tenemos al caracol. Podemos ganar si usamos un trabajador para montar esta lenta criatura y llevarla a la meta. Esto es muy arriesgado, pues quedamos indefensos ante los ataques, pero es increíblemente satisfactorio lograr una victoria sorpresa mientras los demás se encontraban ocupados peleando o buscando frutos.

Como pueden ver, se trata de un concepto sencillo, pero con mucha profundidad. Las acciones básicas de los personajes se llevan a cabo con dos botones —saltar y atacar, en el caso de los guerreros y la reina—, pero la cantidad de estrategias y variables que podemos encontrar en cada partida la hacen una experiencia única. Podemos agotar las últimas frutas para que nuestro enemigo no pueda lograr una victoria económica, distraer a la reina mientras un compañero monta el caracol o convertir a todos los trabajadores en guerreros y asediar incesantemente a la monarca del otro color.

Todo esto requiere de un equipo bien coordinado y en constante comunicación, algo que no es tan fácil de lograr como en la versión de arcade.

La versión que analizamos para esta reseña es la de Nintendo Switch. Esta permite jugar una partida local hasta para ocho jugadores con dos consolas, con cuatro jugadores en cada una. No comprendemos la razón por la que no se permite jugar a ocho personas con una sola consola. Como siempre ocurre, una partida con personas al lado gritando “¡Caracol! ¡Vayan por el caracol!” resulta mucho más divertida que una con extraños por internet. Si no tenemos tantos amigos u otra consola, podemos llenar el resto de la partida con bots o formar un equipo para jugar en línea.

Jugar solos en línea también es una buena experiencia, pero no resulta tan divertida. El juego soporta el uso de micrófono y audífonos, pero son muy pocos los usuarios de Nintendo Switch que los usan. Otra opción es usar el sistema de expresiones y ping, similar al de Apex Legends. Este resulta útil, pero no muy dinámico.

Otro problema del juego en línea es la inestabilidad en las conexiones. Aunque la mayoría de nuestras partidas funcionaron perfectamente, no era raro encontrarse con jugadores que aparecían y desaparecían o que se encontraban congelados en su sitio. También sufrimos algunas desconexiones. Aunque esto depende de la calidad de la conexión inalámbrica de cada hogar, el mismo juego recomienda usar una conexión cableada, algo a lo que no tiene acceso la mayoría de usuarios de Switch.

También hay cierto retraso en la respuesta del control. Tras presionar un botón, se puede notar que los personajes tardan un instante en realizar la acción. Esta latencia es algo normal, agregada para facilitar el juego en línea. Al comienzo es molesto, pero es fácil acostumbrarse.

Otro problema fue encontrar partidas. Aunque hay una comunidad de jugadores y Killer Queen Black permite el juego cruzado con PC —también lo permitirá con Xbox One cuando salga esa versión—, hubo ocasiones en que pasaban los minutos sin encontrar una sesión. También fuimos arrojados a varias partidas de solo bots y otras que se encontraban a la mitad, algunas de ellas sin esperanza de victoria.

Esta situación puede mejorar a medida que se una más gente al juego o en regiones con más jugadores. Sin embargo, nos preocupa que no vemos mucha gente jugando Killer Queen Black en Twitch, lo cual suele ser un indicador de la salud de la comunidad de un título multijugador.

Al jugar en línea, podemos elegir si deseamos unirnos a un juego rápido o participar del modo competitivo. Tras diez partidas en este último, clasificaremos a una de las diferentes ligas. En estas ganaremos o perderemos puntos de acuerdo a nuestras victorias y derrotas. Es algo triste que a medida que nos movemos por las ligas no vamos desbloqueando apariencias, expresiones o detalles similares. Es un juego que existe simplemente para competir y no se preocupa por esas ‘nimiedades’.

Visualmente, este es un juego muy atractivo. Su arte en pixeles es maravilloso, especialmente en los fondos. Los escenarios están diseñados con gran claridad, de modo que siempre podemos tener claro cuántas vidas le quedan a cada reina, qué tan cerca está una victoria económica y dónde está el caracol. Todo esto es muy importante a la hora de determinar nuestra estrategia. La música solo hace acto de presencia en los menús y al comienzo y final de cada partida, pero es una excelente melodía metalera llena de energía. Lástima que siempre sea la misma.

Killer Queen Black es una excelente apuesta para aquellos enfocados hacia la competencia, con una buena conexión a internet y que busquen ser activos en una comunidad de jugadores. Quienes busquen algo más allá de partidas en internet u ocasionales ‘recochas’ con amigos, aquí no van a encontrar algo que les interese.

En Colombia podemos encontrar Killer Queen Black en la tienda digital de Nintendo, a $67.652 pesos, y Steam, a $31.000 pesos.

Killer Queen Black
6.7/10 Nota
Lo que nos gustó
- Excelentes e innovadores sistemas de juego.
- Hecho para convertirse en un esport.
- Bellos gráficos en pixeles.
- Jugar localmente con muchos amigos es toda una fiesta.
Lo que no nos gustó
- En ocasiones cuesta encontrar partidas en línea.
- No hay modo para un solo jugador más allá del tutorial y partidas con bots.
- El sistema de progresión y clasificación es muy básico.
- Pocos mapas.
En resumen
Killer Queen Black es un juego con mucho potencial gracias a sus sistemas de juego y las múltiples aproximaciones y estrategias que permite. Es perfecto para personas competitivas y que de verdad vean a los videojuegos como un deporte. Eso sí, su potencial solo se deja ver al jugar con amigos y en equipos con buena comunicación. Lastimosamente, la falta de modos de juego y dependencia de la conexión a internet pueden alienar a muchos jugadores potenciales. Ojalá los desarrolladores decidan seguir apoyándolo con paquetes de contenido y novedades.

Reseña hecha con una copia digital de Killer Queen Black para Switch brindada por Nintendo de América.

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