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La ‘Luna de sangre’ de Zelda: Breath of the Wild

No solo la lluvia es uno de los elementos naturales menos queridos en el juego del año 2017 creado por Nintendo.

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Cuando la Tierra se interpone en el camino de la luz solar que alcanza a la luna llena, ésta se desvanece a medida que la sombra de la Tierra la cubre. La luna roja o ‘Luna de sangre’ se debe al efecto visual que se genera cuando la luz solar se filtra en la atmósfera y se proyectan los colores anaranjado y rojo sobre el satélite natural.

Mientras el mundo real atravesaba por una ‘Luna de sangre’ que pudo ser mejor apreciada en países como los de Europa, África, Asia y Oceanía (menos suerte para Latinoamérica excepto parcialmente en Brasil, Uruguay y Argentina), recordamos que el místico fenómeno, al que se le atribuyen toda clase de supersticiones, es mucho más común en el Hyrule de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, contrario a todas las posibilidades cósmicas.

Una vez abandonas la Gran Meseta te encuentras con que en alguna aleatoria noche el cielo empieza a tornarse rojo, mientras cenizas vuelan por el aire dejando ver un ambiente extraño alrededor de Link. Cuando la luna se levanta, es la ‘Luna de sangre’, con resultados mucho más terribles en ese mundo que en el nuestro.

Es la forma más orgánica con la que el juego hace su respawn o reabastecimiento de enemigos y recursos naturales, para el inmenso mundo abierto del cual dispone el jugador en su libre exploración. Todo vuelve de sus cenizas, no solo la maldad implícita (o lo que sería superstición más tangible para los Hylianos), un evento que se torna absurdamente más habitual con el paso del tiempo de juego.

En los anteriores títulos de Zelda bastaba con cambiar de escenario, entrar o salir de un cuarto, para volver a ver a los enemigos previamente derrotados con excepción de los jefes. Sin embargo, volvían tal cual con el mismo poder con el que se habían ido. En el caso de Breath of the Wild, la ‘Luna de sangre’ deja un efecto en los resucitados enemigos a veces imperceptible, y es que estos pueden volver de un color que indique mayor nivel o con mejor armamento. Usualmente de rojo asciende a azul, negro y plateado. No es algo que aplique por completo a todos, pero los ordinarios Bokoblins son el mejor ejemplo.

Por supuesto, esto también juega a favor del jugador, pues entre mayor nivel de criaturas por derrotar mejores son las recompensas. Otro de los beneficios de la ‘Luna de sangre’ en The Legend of Zelda: Breath of the Wild es que los amantes de la cocina reciben un extra en todo lo que cocinen, más corazones de salud o duración de efectos otorgados por los ingredientes de los elixires, por decir algo.

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No existe una forma real de “activar” la temible/amigable ‘Luna de sangre’, pues es un evento cósmico aleatorio que, como mencionábamos, en ocasiones parece ocurrir muy a menudo en Hyrule. Pero al final de cuentas la experiencia en cada partida es diferente y eso también aplica a la rojiza luna, una que podría resultar más esquiva para otros héroes del reino.

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