Lamplight City (Switch) – Reseña

Resolver misterios como un astuto detective es una de las tantas fantasías que podemos vivir gracias a los videojuegos. Pero hay un problema con la mayoría de estos: no nos dan la libertad de equivocarnos. Casi siempre tienen una linealidad hacia la ‘respuesta correcta’ y tenemos que intentarlo de nuevo si fallamos en llegar a ella. Afortunadamente, hay juegos que saben que el riesgo de llegar a la conclusión equivocada tiene su encanto, como el bizarro Paradise Killer, cuya reseña pueden leer aquí, o Lamplight City.

Este juego del diseñador Francisco González (Grundislav Games) no es nuevo. Fue lanzado originalmente en 2018 para PC. Finalmente está disponible para Nintendo Switch y esa es la versión de la que vamos a hablar.

Lamplight City nos lleva a una historia alterna a mediados del siglo XIX. La revolución industrial en el Nuevo Mundo llevó al desarrollo de nuevas e impresionantes tecnologías basadas en vapor y a la investigación de una nueva fuente de energía basada en el ether. Este es un juego ‘steampunk’, pero no van a encontrar la vistosa estética de prótesis mecánicas y sombreros de copa que se ha vuelto icónica en la cultura popular. En lugar de eso se enfoca en los temas sociales y filosóficos de ese subgénero de la ficción que suelen quedar opacados. Estos avances tecnológicos abrieron una enorme brecha económica que, como un reflejo de nuestra realidad, aumentaron las tensiones entre clases sociales.

Nuestro protagonista es el detective Miles Fordham. Después de perder a su compañero Bill Leger en medio de un caso, renuncia a la fuerza policial. Ahora se dedica a resolver crímenes por cuenta propia mientras su vida personal se desmorona. Lo peor de todo es que la voz de su fallecido amigo lo acompaña a cada momento y no lo va a dejar en paz hasta que capture al culpable de su muerte.

A simple vista, Lamplight City parece una aventura gráfica ‘point & click’ como tantas otras. Su estilo visual nos recordó mucho a Unavowed, uno de los mejores exponentes modernos del género y cuya reseña de la versión para Switch encontrarán aquí. Pero toma algunas medidas para alejarse del género. Para comenzar, no tiene un sistema de inventario tradicional.

El conocimiento de nuevas pistas, testimonios y sospechosos es lo que usamos para avanzar en los cinco casos disponibles. Debido a esto, su desarrollo termina pareciéndose al de las novelas visuales. Tiene más en común con los juegos de Ace Attorney que con juegos de detectives más tradicionales.

Lo novedoso del asunto es que cada caso tiene varias posibles líneas de investigación que llevan a diferentes descubrimientos y nuevos sospechosos. Aunque la investigación como tal es lineal —debemos interactuar con el objeto X para que la persona Y nos de una pista sobre Z—, podemos llegar a diferentes conclusiones. Dependiendo de nuestras acciones y elecciones de diálogos podemos perder pistas importantes.

No todo es tan fluido. El juego a veces nos pide «cazar pixeles» en buscar del algo interactivo o visitar todas las locaciones disponibles a ver si algo ha cambiado. Tenemos un cuaderno que nos guía un poco a la hora de saber con quién hablar o qué buscar, pero no siempre es de ayuda.

Eso significa que podemos acusar de un crimen a alguien inocente o llevar un caso a un estado en que es imposible de resolver. Pero la historia sigue adelante de todos modos. Esto causa una sensación de inseguridad respecto a nuestras decisiones que le agrega a Lamplight City emociones que no están presentes en otros juegos de detectives. Nosotros terminamos uno de los casos sin descubrir una línea de investigación completa que pudo haber cambiado nuestra percepción del crimen.

Pero el potencial de estas interesantes ideas no se aprovecha al máximo. Los diferentes espacios para salvar partida permiten probar diferentes opciones y luego cargar una partida anterior para deshacer cualquier “error”. Esto está bien porque sabemos que muchos jugadores quieren explorar y descubrir todo el contenido posible, pero sentimos que lastima la narrativa. Ojalá más desarrolladores perdieran el “miedo” a que el público no lo descubra todo.

Pero también debemos aceptar que, por más que nos hubiera gustado que el juego “obligara” al jugador a continuar el juego con las consecuencias de sus actos, las historias de cada caso son muy buenas. Es compresible querer explorar todas las posibilidades. Incluso cuando seguimos pistas falsas, llegamos a enterarnos de detalles interesantes sobre este mundo y sus habitantes.

Esos detalles son importantes porque son le dan sabor al juego. Sí, los misterios de cada caso están bien llevados, pero no faltan un par de increíbles saltos de lógica por parte del protagonista a la hora de resolverlos. Es la construcción de este universo lo que verdaderamente nos fascinó.

El ‘mundo de Vespuccia’ está perfectamente hilado a nivel social y político. Maneja muy bien temas como el racismo y la tensión entre clases sociales. Un buen ejemplo de eso es la campaña política que se desarrolla en segundo plano. Podemos votar por uno de los candidatos y eso cambia las conversaciones que tenemos con algunos personajes.

Lo mejor de todo es que esas historias están perfectamente contadas por actores de voz muy talentosos. Los protagonistas se lucen en sus interpretaciones, aunque hay personajes que pecan un poco por teatrales. Los diseños de algunos escenarios y habitantes de la ciudad podían lucir mejor, pero la animación del arte en pixeles es excelente, llena de pequeños detalles que les dan mucha vida.

Si hay algo que desentona un poco es la música. Las melodías en sí son muy buenas, pero muchas veces no encajan con la acción. Tenemos que oír tonadas dramáticas que nos hacen sentir como si estuviéramos siendo observados por un asesino en serie todo el tiempo. Esto probablemente fue hecho a propósito, pero perturba un poco.

Aunque Lamplight City se promociona con sus casos de final abierto y ambientación ‘semi-steampunk’, sus verdaderas fortalezas están otros elementos. La narrativa, el trabajo de los actores de voz y la construcción de mundo es lo que nos mantuvo pegados a la pantallas hasta el final. No podemos esperar para conocer el lado más ‘western’ de este mundo cuando Rosewater, un nuevo juego desarrollado en el mismo universo, salga a la venta.

Reseña hecha con una copia digital de Lamplight City para Nintendo Switch brindada por ASH Games.