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Los nombres de usuario tienen su propia historia

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Hola. Soy Alexander Leon. Mucho gusto.

Tal vez me recuerdan por artículos como la reseña de Watch Dogs o la lista de Siete Videojuegos Basados en Libros. Hoy quiero hablar sobre un aspecto un poco más personal al que a veces damos solo un mínimo de importancia, pero que tiene siempre algún tipo de origen y patrón de construcción: nuestros nombres de usuario para jugar.

Conocidos como nicknames, IDs, gamertags, usernames, etc., normalmente buscamos fabricarlos de forma que podamos recordarlos fácilmente, ligarlos a una experiencia personal o a un personaje del juego que siempre tendremos en la mente, una combinación de nuestro nombre real con el de un amor platónico, usar la raza de nuestra mascota, el héroe de nuestros libros favoritos, o el apodo de un cantante de reggaeton que también cante rock indie tropical.

Pasa lo contrario con su prima oculta: la contraseña, esa que nunca muestra la cara pero que nos da cierta seguridad. Algo así como la primera línea de defensa de nuestras cuentas, debe cumplir ciertas normas para evitar que nos suplanten, luciendo más deforme, más oscura, pero igualmente inteligente (para nosotros, claro).

Pero en este momento me quiero centrar en el nombre de usuario. Les pondré mis ejemplos, porque de cierta forma han evolucionado con el tiempo que he vivido junto a los videojuegos. ¿Recuerdan su primer «nick»? Piénsenlo bien. Tal vez se sorprendan cuando les diga que muchos usábamos uno con tan solo 3 letras en unos dispositivos llamados Arcade, o popularmente «las maquinitas». En mi caso usaba las tres primeras de cada parte de mi nombre. ¿Era lo legal, no?

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Un sistema similar para registrar nuestro «High Score» se siguió viendo en títulos de diferentes plataformas. Usar una combinación de letras y números empezaba a tomar importancia, porque tres caracteres no eran suficientes para destacarnos. Necesitábamos algo mas propio, algo personal.

Mi siguiente memoria concreta con esto de los nombres de usuario viene con los primeros años de Steam, cuando compré el todopoderoso Half-Life 2. Para usarlo debíamos descargar buena parte del archivo de instalación y para eso tocaba registrarnos en la plataforma. En esa época donde todo era hormona disparada, pelo en pecho, actitud rockera y demás, se me ocurrió un nombre destacado, potente, asombroso… por culpa de la forma en que me llamaban mis primas y mis tías. Después de varios años no me siento tan orgulloso, y su presencia en mi Steam ID me da cosquilleo de vez en cuando.

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nombres-de-usuario-detras-sus-historias-4Como a mi también me gusta jugar en consola, me dió el antojo de comprar mi Xbox 360 en ese año en el que salió a la luz Gears of War, una belleza de título (aclaro, no el argumento) que disparó las ventas de la máquina de Microsoft y demostró que se podía empujar bastante el límite gráfico. Para mi próximo truco  Gamertag pensé en fundir mi nueva adquisición con mi nombre, porque combinaba. No me esperaba que la «original idea» ya tuviera dueño asi que me tocó ponerle «número de placa» (no faltaban los rivales que lo traducían: «alex-caja»).

Ahora, ¿cómo llegué a mi nombre de usuario actual, el que uso para los juegos en línea para PC más recientes y demás cosas del ocio? No es nada brillante. Fue por culpa de una mala sesión de Gears of War 2 (malditos COGs). El multijugador del juego tenía dos características: se podía «rellenar» la sala de las partidas con bots (personajes controlados por inteligencia artificial) y el lag era HORRIBLE. En una de esas malas tardes en que no le atinaba ni a un cuerpo a cuerpo con la Lancer (el serrucho-metralleta ese de los soldados para los que no conocen mucho del juego) un amigo me dijo:

«Mari**, juega más un bot que usted…¡ALEXBOT!»

                               Amigo de alexbox78, Multijugador de Gears of War 2, Xbox Live – 2008.

Y sí, de la magia de una trolleada en plena partida y luego de pensarlo unos días me dije: «hasta buena sí está la idea». Así que he tratado de mantener esa marca personal de jugador con malas rachas en cada juego nuevo al que ingreso. A veces toca con «números de placa» diferentes, pero ya es costumbre.

¿Ahora qué viene? Algunas nuevas consolas y dispositivos nos hacen pensar en los nombres de usuario del futuro cercano y en los nuevos métodos para identificarnos sin usar letras. Xbox One ya reconoce nuestro rostro para iniciar sesión casi automáticamente, PS4 nos dejará usar nuestro nombre real (si somos valientes para hacerlo) y ciertos iPhone nos piden huella digital. Nunca será agradable dar toda nuestra información personal para crear esta identidad «única» que nos representa en esta maravillosa pasión de los videojuegos, pero es probable que con el paso de los años agreguemos más elementos a ese conjunto de caracteres al que encargamos la tarea de darnos a conocer ante los demás miembros de la especie gamer.

A propósito, nos encantaría conocer sus historias, así sea la opción «puse unos números y letras random y ya». Tal vez con eso aprendamos un poco mas sobre los videojuegos y quienes los juegan. Siéntanse libres de compartirlas en los comentarios.

2 Comentarios

1 Comentario

  1. Carlos Obregon

    23 de agosto del 2014 at 19:11 pm

    Cuando era muy joven nunca fui muy bueno para los juegos arcade así que nunca tuve que escoger tres letras, pero obvio en los juegos de NES y SNES si. Me acuerdo mucho que alguna vez escribí un cuento que tenía un personaje llamado Sólex (después alguien me la montó porque rimaba con Rólex). De mi hermano aprendí la mañana de pegarle «est» (la manera de crear superlativos en inglés) a los nombres, así que quedó Sólexest pero como los juegos solo permitían 6 letras quedó Slxst y así lo usé por esa época.

    Cuando llegó el boom de internet tenía 2 cosas que me estaban marcando mucho: Jorge Luis Borges y el japonés. En alguna parte escuché que Borges se consideraba «ciudadano del mundo» aunque ahora no sé si sea cierto, y esa idea me gustó mucho. Así que aprovechando mis básicos conocimientos en japonés busqué como se decía «extranjero» (gaijin) y le pegué las 2 letras que identificaban a Colombia (co) Esa era mi manera de decir que si bien me consideraba parte de todo el mundo, igual no olvidaba ser Colombiano. No tiene mucho sentido pero eso es lo que una persona de 18 años, idealista, piensa. Además de sacar un correo en Hotmail empecé a usar el nick para todo incluso para mis hábitos de gaming.

    A veces he pensado en cambiarlo, especialmente cuando después aprendí que «gaijin» es una palabra que ahora tiene una connotación negativa, pero como esas cosas curiosas, en algún momento me dí cuenta que más gente me conocía como «gaijinco» que como Carlos Obregón. Así que por un tiempo más seguiré usando ese nick.

  2. Benjamin Francisco Tapia Rostr

    27 de agosto del 2014 at 20:49 pm

    Yo siempre puse Puto de nombres en mis juegos de PS2 porque en ese momento,cuando era un pobre crio de mierda,era divertido.
    Despues fue evolucionando a una cobinacion de mi nombre y algo random como Benjachees, Benjakiess o Benjabasurero.
    De repente en mi epoca de adolecente comence a escuchar a unos tales(lo digo porque soy fangirl) Linkin Park, y de ellos escuche una frace «You are like a Living Dead» (ingles de la mierda) y me gusto ese nombre LivingDead.
    De ahi en adelante talvez mi tag es ConnorKenway o fuciones asi porqe me encanto AC3 y LivingDead o fuciones aparte, LivingDeadFTW o cosas asi.
    Pero nunca intente imitar un namertag.

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